La brisa del verano atlántico acaricia las costas de Punta del Este, donde la calma envuelve a Elina Costantini y su esposo, Eduardo Costantini, en el octavo mes de embarazo. La dulce espera se acerca a su final, y cada día se hace más tangible el sueño que durante años anhelaron. Con una imagen compartida por ella en sus redes sociales, vestida de ternura y alegría, posó junto al empresario mostrando su panza, símbolo del milagro que llega a sus vidas: su primera hija juntos.
“Explotados de amor por Kahlo”, escribió la fundadora de la Semana de la Alta Costura Argentina en su cuenta de Instagram. La fotografía, tomada desde su residencia permanente en la icónica ciudad balnearia uruguaya, la muestra radiante, con una sonrisa que refleja serenidad y plenitud, mientras Eduardo, presidente del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), la acompaña con la mirada cargada de emoción. Con humor, Elina sumó una disculpa espontánea: “Sorry por mi pelo, hay bastante humedad en Uruguay”. En apenas un mes, a fines de enero de 2025, la familia Costantini sumará un nuevo capítulo, con el nacimiento de Kahlo Milagro.
El nombre, cargado de simbolismo, fue revelado meses atrás en una celebración íntima y especial. En el marco del cumpleaños número 78 del empresario, una reunión junto con amigos cercanos y familiares, la pareja decidió compartir el género y el nombre del esperado bebé. El salón, decorado con una atención meticulosa y embargado por la expectativa, estalló en aplausos y sonrisas cuando la noticia fue anunciada: sería una niña. Entonces, Eduardo tomó la palabra. Emocionado y con la voz quebrada, explicó la elección del nombre: “Kahlo es por Frida y Milagro porque es un milagro”. Una frase breve, pero con el peso de una vida marcada por la gratitud y la admiración hacia la fuerza y el arte de Frida Kahlo.
La historia que precede a este momento está tejida de desafíos, de pruebas que la pareja supo atravesar con fortaleza. En una entrevista concedida a Caras TV, Elina confesó, con la transparencia que la caracteriza, el camino recorrido para llegar hasta aquí: “Hemos pasado por muchas pruebas de todo tipo en 2023, pero todo es posible”. En esa misma charla, recordó un episodio doloroso, la pérdida de un embarazo en el pasado. “En el momento no podía hablar, a todo el mundo le pasa. Pero somos tan fuertes. Todo nos fortalece”, sostuvo con la entereza de quien ha aprendido a reconstruirse.
La pareja, que selló su amor en el altar en 2022, siempre tuvo claro su deseo de formar una familia. “Nos conocimos y al mes y medio ya estábamos pensando en nuestros hijos”, reveló Elina. Desde entonces, la imagen de un bebé estuvo presente en su día a día: “Desde 2021 siempre preparamos nuestra casa con un cuarto para un bebé. No está decorado temáticamente, pero sí está asignado”. Una habitación que aguarda silenciosa, como un lienzo en blanco, el comienzo de una historia que escribirá Kahlo Milagro con su llegada.
La relación entre Eduardo y Elina se transformó de inmediato en una demostración de amor sólido y auténtico. El empresario, padre de siete hijos, abuelo de 21 nietos y bisabuelo de cuatro pequeños, no ocultó nunca lo que significa su esposa para él. “Elina es el amor de mi vida”, dijo en más de una ocasión. Un amor que ahora se multiplica y toma la forma de una pequeña niña, uniendo pasado y presente con la promesa de un futuro que apenas comienza.
La noticia del embarazo fue un bálsamo que iluminó a los Costantini, un año complejo y lleno de desafíos. La pareja, inseparable desde que se conoció, supo construir un refugio de amor y complicidad que ahora recibe a su integrante más esperada. En Punta del Este, mientras el mar murmura con su oleaje eterno y la naturaleza florece en pleno verano, Eduardo y Elina se preparan para vivir el momento más significativo de sus vidas.