Gastón Hernán Villagra, conocido como El Retutu, está atravesando uno de los momentos más difíciles de su vida. La noticia, como un susurro que se convierte en grito, comenzó a circular en las redes sociales a través de Matías, su hijo de 17 años. “Voy a estar manejando su celular porque él está internado en terapia intensiva para un mejor control”, escribió el joven. La serenidad de su mensaje apenas disimulaba el peso que llevaba: informar, calmar y sostener a la familia mientras su padre libraba una batalla silenciosa entre sábanas blancas y monitores insistentes.
La causa de esta internación fue una cirugía bariátrica que debía ser un nuevo comienzo para el querido cantante de cumbia, pero que terminó complicándose. Fiebre alta, dolores abdominales y una sombra inquietante: hematomas en la cavidad abdominal. El quirófano volvió a abrirse. Una segunda operación, descrita por los médicos como “necesaria para limpiarlo internamente”. En ese momento, la fragilidad de El Retutu, un hombre que tantas veces encendió escenarios y almas con su voz, se hizo visible. Pero aún desde su lecho de hospital, con una voz débil pero llena de voluntad, logró enviar un mensaje a sus seguidores: “Quiero pedirles perdón a todos los que me contrataron en diciembre. No voy a poder hacer los shows por obvias razones... Me tuvieron que volver a operar de urgencia, pero sé que voy a salir adelante. Gracias por confiar en mí. Quiero que oren por mí”.
Detrás de ese pedido, un eco comenzó a surgir. Amigos, colegas y seguidores hicieron de las redes sociales un templo virtual donde se unieron para sostenerlo. Sergio Verón, su viejo compañero de Cuestión de Peso, tomó la palabra con un mensaje sencillo pero directo: “Te escribí a tu celu. Te hablo por ahí”. Una ola de cariño se desplegó: “Qué bueno que te preocupes por él”, escribió un usuario. Otro agregó: “Qué hermosa persona sos y un gran profesional”.
Los mensajes continuaron acumulándose, como luces encendidas en medio de una tormenta. Apóstoles del Rap, el dúo urbano cristiano, no dudó en elevar su oración: “Que Dios cumpla su propósito y sea sano pronto, un abrazo”. Y Antonella Menem, en un tono lleno de afecto, expresó: “Mucha fuerza, mi querido Gastón. Estaré orando por ti”. A ella se sumó Marcela Baños, la eterna figura de Pasión de Sábado, programa donde El Retutu construyó parte de su identidad musical: “Fuerza Gastón. ¡Vos podés!”.
Las redes se convirtieron en un mural de plegarias. Estefanía Pasquini, panelista de Cuestión de Peso y esposa del doctor Alberto Cormillot, publicó una imagen simbólica: manos en oración. Esa misma foto despertó pedidos de claridad: “Estefi, hablen en el programa bien lo que le pasó a Gastón”, escribió una seguidora ansiosa por detalles.
Pero quizá uno de los gestos más emotivos vino de su círculo cercano. Maxi Tolosa, compañero de escenarios y noches interminables, le envió un mensaje directo al joven Matías: “Hola, soy amigo de tu papá. Hablá con su banda, y si tengo que suspender mis shows para que tu papá no pierda esos shows, hablen con la banda y los hago ad honorem. Para lo que necesiten acá estoy”. El acto de solidaridad parecía un pequeño milagro en medio del caos.
También se sumaron voces familiares: Jorgito Ávila y El Rama, figuras reconocidas tanto de la movida tropical como de Pasión de Sábado y Cuestión de Peso. Cada palabra, cada gesto, era un eslabón más en esta cadena de apoyo que surgió espontáneamente, reflejo del cariño que El Retutu supo sembrar con años de música y cercanía.
Mientras el hospital mantiene su silencio clínico, y Matías se apoya en su fe con un estoicismo sorprendente, queda la imagen del Retutu pidiendo oraciones a su público. Un hombre que, a pesar del dolor, sigue aferrándose a la esperanza. “Sé que voy a salir adelante”, dijo. Y esas palabras resuenan, ahora multiplicadas, entre quienes lo siguen esperando.