En una votación récord en Gran Hermano, Renato Rossini fue elegido por la gente para abandonar el reality show. Su alto perfil consiguió que la gente se volcara para sacarlo por un 92.3% y una de las gotas que rebalsó el vaso fue cuando Luciana Martínez, otra participante, lo cruzó en la cena de nominados. “Creo que te está comiendo el personaje, no quiero decir la palabra acoso, pero desde lejos puede parecer como un acoso”, se despachó, para después terminar disculpándose.
Ya fuera de la casa y en su paso por El Debate, el peruano se refirió a la acusación. Laura Ubfal introdujo el tema. “Vos sabés que se produjo un tema bastante grave cuando Luciana habló de acoso. Yo creo que no lo fue. Creo que eras un pesado, un cargoso y que no encontrabas límites con el tema de las mujeres. Estuviste al borde, pero no llegaste para mí. ¿Qué te pasó con lo que te dijo Luciana?”, indagó.
“Cuando utilizó esa palabra me quedé impactado, pero de inmediato tuve que reaccionar y salir a defenderme porque es una palabra con mucho peso. Inclusive Keila, Martina y Ulises se quedaron fríos”, aseguró el influencer. “Ella me pidió disculpas, pero porque yo la tuve que corregir”, contó, sin embargo Sol Pérez recordó un episodio que reflejó la incomodidad de otra de las concursantes.
“Es verdad que Keila en la cena desmintió a Luciana, pero se la vio en otras oportunidades a Keila, tal vez como estrategia o no, llorando por esta situación diciendo ‘qué pesado, Renato’”, mencionó. En ese momento, el jugador tuvo una particular defensa.
“Fue por el novio. Yo le pedí disculpas públicas al novio. Le dije que a Keila la veía con ojos como si fuera mi hermana. Cuando una chica me gusta no tengo tanta confianza, no soy tan entrador, no le voy a cantar canciones en la cara. Como se dice en Perú, a la mujer no se la toca ni con un pétalo de una rosa”, expresó.
También los panelistas ironizaron sobre algunas de los comentarios que tuvo en su estadía de casi dos semanas en el juego. “Lo más divertido fue cuando dijiste que los líderes del mundo tienen alto perfil, con lo cual vos te creías un líder mundial”, se despachó Ubfal, mientras Marina Calabró remataba con un picantísimo “ya no”. “Bueno… Rompí un récord”, comentó, sonriente.
“Fue una lección que aprendí. Sabía que era posible que me fuera porque yo estaba muy arriba y no les gusta un líder que es egocéntrico”, admitió, unos minutos después, pero fue el propio Santiago del Moro que lo interrumpió. “Pará, Renato. Esto lo vi yo. Minutos antes del mano a mano yo te vi y vos le decías a tu grupo ‘tranquilos, humildes ahora’. Vos todo el tiempo pensaste que se iba a él. Le hablabas a tu manada y les decías que tuvieran perfil bajo”, se despachó, aunque elogió su personalidad con respecto a la de otros concursantes a los que comparó con plantas.
Gastón Trezeguet, incluso, destacó la posición que tomó el país en el que nació el influencer sobre su paso por el reality show de nuestro país. “La televisión de Perú te destrozó. ‘Díganle que no nos representa’, era lo que comentaban. ¿Por qué pensabas que afuera todos estaban con vos?”, lanzó. “Como estaba durmiendo poco, seguro fue un delirio místico”, bromeó, pero al panelista no le gustó su actitud y fue tajante. “Afuera los músculos y ser lindo sirven, pero en Gran Hermano no bastan”, concluyó.
Al final del programa le preguntaron al participante acerca de a cuál de los concursantes quería anularle sus votos. Luego de dar varias vueltas y jugar con la posibilidad de ir contra Santiago, su enemigo, decidió ir por una de sus aliadas. Tal como en la gala anterior, Andrea, la profesora de musculación, volvió a ser la elegida y su elección no afectará en la placa final de nominados.