Desde que Mirtha Legrand se volvió famosa con tan solo 14 años de edad, su nombre y su carrera son sinónimo del espectáculo argentino. Su familia también lo es. Hoy Juana Viale, su nieta, tiene su propio programa, el mismo formato que la diva realiza desde hace más de cinco décadas, y su hija, Marcela Tinayre, sigue sus pasos en la conducción. Sin embargo, su relación no es ajena a los roces, como los que cualquier hija tiene con su madre.
La animadora de Las Rubias, ciclo que volvería el año que viene, estuvo como invitada al streaming Circo Beach en donde se refirió a su vínculo. “¿Cómo te llevaste con tu vieja, que es tan diferente a vos en un montón de aspectos?”, indagó Mónica Ayos, la conductora del programa junto a Diego Olivera, Maite Peñoñori y Diego Ripoll. “Yo era muy compañera de mi padre, con mi mamá mucho menos. Pero ahora soy como la espada que tiene en la nuca. Yo le pedí que no me invite al programa”, se sinceró.
“Pedí que nunca más me inviten porque la paso pésimo. Me hace preguntas y me quedo mirándola, pensando qué le gustaría que le responda para darle felicidad”, contó Marcela, luego de recordar con humor el popular audio que se viralizó en el que manifiesta su enojo por tener que ir al programa de su madre, para terminar sentenciando con un “bánquenme con la peor de las ondas”.
“Les dije que no me llamen más. No quiero ir y no voy a ir”, contó, sobre su decisión de no volver a ser entrevistada por la diva. “Yo hice el programa de mamá dos veces cuando la suplanté como conductora y me divertí. Yo me olvido de las cámaras y me siento relajada, es lo mío, lo que me gusta”, contó.
“Con mamá estamos muy bien en la cosa social, pero como es una señora grande soy más complaciente. Ella no te perdona una...”, reveló, para terminar contando algunos de los reclamos que La Chiqui le vive realizando.
“Este año, que yo decidí no trabajar, cada vez que hablábamos por teléfono, la última frase era ‘decime, Marcelita. ¿No vas a trabajar?’. Y yo le decía ‘vos entregaste tu vida al público porque siempre lo has dicho, pero yo no. Me gusta hacer mi trabajo, tener mi vida privada, mis amores, salir con mis amigas, emborracharme y divertirme’”, afirmó, a pura honestidad brutal la conductora.
En la charla Marcela destacó la energía que sigue conservando su madre. “Mamá me dice ‘estoy agotada, no voy a ir a ningún lado, no doy más’. Tiene 97 años. Me dice ‘voy a descansar’. Y después ‘Ay, no. Mañana me voy al Luna Park a ver a Los Palmeras”, contó, aún sorprendida por la vitalidad de su madre. “Ella sostiene que con “Bombón asesino” los muertos bailan, es tal el ritmo que consigue eso”, aseguró, sobre la teoría de la diva.
“Hay videos en Instagram en donde está bailando. Se bajó el cantante de Los Palmeras, con el ramo de flores y ella, parada, bailando”, expresó. “A donde va llena. Sigue convocando. Hay un fenómeno que ella misma dice ‘yo no sé qué pasa conmigo’. Yo creo que lo que pasa es una calidad de vida. Es vivir, disfrutar, amar, sentir”, reflexionó.