Tamara Báez comenzó a expresar públicamente sus sentimientos, después de su separación de Elián Valenzuela, más conocido como L-Gante. Si bien hace más de dos años que están separados, los conflictos entre ellos reflotaron según los acontecimientos que están viviendo día a día. En esta oportunidad, la mediática reclama que el músico pase más tiempo con su nena de tres años, entre cuestiones de dinero y propiedades, mientras el cantante de cumbia 420 se encuentra de vacaciones en Europa con Wanda Nara. Esta situación expuso el mal momento que está atravesando la expareja, y Tamara así lo volcó en sus redes sociales.
Este sábado, a última hora de la noche, la influencer hizo un posteo en su cuenta de Instagram que sorprendió a sus seguidores.
Con una foto en donde se la podía verla a ella abrazada a su novio, Thiago Martínez, adentro de una piscina, con su hija Jamaica sobre los hombros del joven, escribió en letras negras: “El que nos acompaña en todo, el que sale corriendo por nosotras si nos pasa algo, el que nos enseñó muchas cosas que nunca vivimos”. Junto a un emoji de un corazón rojo, deslizó estas fuertes palabras que sus seguidores interpretaron como un clara señal contra L-Gante, el padre de su hija.
Luego, continuó con la dedicatoria. “Te amamos tanto mi amor, por esto todos los días te demostramos lo que significás en nuestra vida”, concluyó con otro emoji de un corazón, y con las frases en plural, para sumar también a Jamaica a su mensaje.
Hace unos días, Tamara sorprendió con unas historias en su cuenta personal en donde reveló detalles de su conflictiva relación con L-Gante. Allí expuso los detalles más sensibles de su relación con el cantante. En un extenso descargo, la influencer abordó desde las discusiones constantes durante su embarazo hasta los problemas económicos y el rol del cantante como padre, generando un amplio debate en redes.
Tamara relató que los conflictos comenzaron incluso antes del nacimiento de su hija. “Yo estando embarazada ya teníamos peleas horribles con Elián, yo volvía a vivir a lo de mi mamá cada tanto”, escribió. La influencer aseguró que, aunque el músico ya se encontraba consolidando su carrera en la música, nunca se preocupó por cubrir gastos básicos, como ecografías o una obra social durante el embarazo.
“Jamás me dejó dinero para manejarme, ni para las ecografías. Ni siquiera obra social tuve en su momento en mi embarazo. Por eso tuve a mi hija en un hospital, que de hecho no es nada malo, pero siendo famoso jamás le preocupó pagarme una clínica”, expresó Báez. Según relató, el único apoyo económico provenía del manager de L-Gante, quien ocasionalmente le transfería pequeñas sumas de dinero para cubrir algunos gastos.
La influencer también describió el deterioro de la relación una vez que nació Jamaica. “Cuando Jami tenía meses yo me la pasaba sola... Él empezó a ir a bailar, a disfrutar de su fama, y al otro día peleábamos porque volvía a cualquier hora”. Además, confesó que en varias ocasiones quiso separarse tras enterarse de relaciones con otras mujeres, pero el músico la detenía con amenazas emocionales. “Él me amenazaba con que se iba a matar”, escribió.
El desgaste llegó a un punto sin retorno cuando Báez decidió poner fin a la convivencia. Relató que en medio de una discusión decidió empacar la ropa del cantante en bolsas, enfrentando una profunda depresión que la hizo perder peso. “No le veía sentido a nada. Lloraba todas las noches. Tenía miedo en la casa tan grande que habíamos alquilado”.
Tamara aclaró que, pese a los rumores, nunca intentó aprovecharse económicamente del éxito de L-Gante. Tras la separación, se llegó a un acuerdo para que el músico pagara una cuota alimentaria de 300 mil pesos mensuales. “Jamás me pasó un millón de pesos como las personas decían”, aseguró. Con ese dinero, Báez logró cubrir las expensas del country donde vivía con su hija, mientras ella se hace cargo del resto de los gastos, como alimentos, ropa y paseos.
La disputa por la vivienda fue otro de los puntos álgidos. Báez relató que, al contarle a L-Gante sobre sus planes de ahorrar para comprarse una casa propia, él quiso colaborar con la condición de que la propiedad estuviera a nombre de los dos. Sin embargo, la influencer rechazó la propuesta: “LA CASA ES MÍA Y DE MI HIJA”.
Otro de los temas que generó mayor controversia fue la exposición de Jamaica en redes sociales y los viajes que la menor compartió con su padre. Báez expresó su malestar cuando la imagen de su hija apareció en publicaciones junto a Wanda Nara, a quien describió como “la señora W”. A pesar de su incomodidad, la influencer aclaró que nunca negó a L-Gante la posibilidad de compartir tiempo con Jamaica. “Le permití ir a Brasil porque jamás le negué a nuestra hija. No se me pasa por la cabeza”, expresó, aunque insistió en su pedido de mantener a la menor fuera de la “circo mediático”.