Luca Martin da un paso inesperado en su carrera artística al sumarse al elenco de Sex, el espectáculo dirigido por José María Muscari que, desde su estreno en junio de 2019, no dejó de reinventarse. El Gorriti Art Center será nuevamente el escenario que, a partir del 9 de enero, reciba a esta obra revolucionaria que desafía los límites de la expresión sexual y escénica.
El joven, hijo de Nancy Dupláa y de Matías Martin, se enfrenta por primera vez al desafío de participar en un show que desborda sensualidad y libertad. Luca, quien ya había asistido como espectador en varias etapas de su vida, compartió sus sensaciones sobre este nuevo desafío: “Vi el show mucho antes de recibir la propuesta. Fui solo y otra vez con amigos en momentos claves de mi vida. Es un lugar donde la sexualidad es libre y estoy orgulloso de sumarme a esta aventura”.
La propuesta de Muscari llegó como un llamado directo, cargado de confianza y visión. El director, conocido por su habilidad para convocar talentos y darles un espacio de expresión, vio en él una impronta particular que encajaría a la perfección en el universo de Sex. “José me escribió y me dijo que le gustaba mi impronta, mi cara, la actitud y acá estamos enfocados para el verano”, expresó.
El espectáculo, con coreografías de Mati Napp y producción de Paola Luttini, se posiciona como una experiencia cabaretera única, donde cada miembro del elenco aporta su propia voz e historia. Luca lo entiende como un espacio donde puede hablar con libertad sobre su bisexualidad y las inseguridades que atraviesan su propia vivencia personal. “Voy a hablar sobre mí, mi mirada y lo que vivo desde mi bisexualidad y la inseguridad sexual que, un poco, es lo que vivo yo”.
Más allá del desafío artístico, Luca recibe el apoyo incondicional de su familia. “Mis papás están muy felices con la noticia de que me sumo al show. Me acompañan en las decisiones que tomo y me preguntan sobre mi rol en SEX. Mi mamá está muy contenta porque voy a trabajar con Diego y Julieta, amigos de ella desde siempre”, agregó, refiriéndose a Diego Ramos y Julieta Ortega, figuras centrales del espectáculo.
Luca creció entre sets, micrófonos y pantallas, pero siempre percibió el mundo del espectáculo como una fantasía, un universo mágico donde la realidad se distorsiona y lo imposible se vuelve tangible. Esa conexión especial comenzó a los cuatro años, cuando vio Jurassic Park por primera vez y comprendió, con ojos de niño asombrado, que los dinosaurios no existían, que todo era ficción. “Lo que ocurre frente a la cámara no tiene relación con lo que sucede detrás de ella, donde hay personas manipulando los hilos para que todo funcione”, reveló en charla con Infobae. Fue entonces cuando entendió que sus padres habitaban ese mismo mundo de juegos, cámaras y creatividad.
Pero su recorrido hacia la actuación y los medios se gestó a paso firme, con propuestas propias y un deseo genuino de tener algo que decir. En 2016, sin ir a buscar un favor ni un atajo, comenzó a construir su espacio. “Nunca fui a mi padre a decirle ‘¿me das un trabajo?’. Fue más bien: ‘che, ya hice un par de apariciones, tengo una idea, algo que contar’”, rememoró. Aquella idea se transformó en una columna en la que combinaba cine y emociones, asociando tres películas y tres series a distintos estados de ánimo o actitudes. Esa propuesta fresca y original fue su carta de presentación para insertarse en el mundo de los medios, primero con colaboraciones y luego, con un lugar propio en Metro 95.1, la radio donde su padre también brillaba.
A los 18 años pidió por primera vez un empleo formal y comenzó a trabajar con mayor frecuencia, realizando columnas y apariciones más regulares. Esa oportunidad, ganada con esfuerzo y determinación, lo marcó. “Estuve dos años con un pie en la puerta, hasta que me dieron el espacio. Es un mega privilegio y estoy súper agradecido”, afirma. La radio, un entorno cercano y formativo, fue su primera escuela, donde aprendió el rigor del directo y el peso de cada palabra en el micrófono.
A principios de este año afrontó el hasta entonces desafío más importante en su carrera. Junto con su padre, condujo el programa televisivo El Legado, que se emitió por el Trece: “Me empezó a pegar esa sensación de ‘estamos acá' cuando ya iba el cuarto o el quinto programa, cuando ya hiciste una semana o hiciste cuatro días de trabajo fuerte y estás cansado y tenés que hacerlo todo de vuelta. Ahí me agarró por primera vez ese achaque, ese pequeño feeling en el corazón de esto es de verdad, esto va a pasar, esto puede funcionar, puede ser real’”, relató.