Wanda Nara y L-Gante a puro baile en la fiesta de La Natividad, el campeón argentino de polo

Facundo Pieres, pareja de Zaira, es una de las estrellas del equipo que se alzó con la copa del Abierto Argentino en Palermo

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Wanda Nara en el festejo de La Natividad

Wana Nara y L-Gante fueron parte de una una postal inesperada en la noche del Abierto de Polo de Palermo. El domingo, bajo un cielo porteño que mezclaba elegancia y euforia, La Natividad venció 13-11 a La Dolfina y se consagró campeón, una vez más, en el torneo de polo más prestigioso del mundo. Pero el eco de la victoria no quedó confinado a la impecable cancha de Palermo. Con Facundo Pieres como figura central del equipo ganador, el festejo se trasladó a terrenos mucho más íntimos y descontracturados, donde las figuras del espectáculo le dieron a la celebración un toque inesperado.

Era cerca de la medianoche cuando las primeras imágenes comenzaron a circular en redes sociales. Allí, Wanda, con su habitual magnetismo, compartía la escena con su pareja, L-Gante, y su hermana Zaira, en lo que parecía el punto de partida de una noche que prometía no tener fin. La sorpresa no fue solo el contexto -un festejo de polo transformado en una fiesta desenfrenada- sino la química de los protagonistas. En una de las fotos que la empresaria publicó en su cuenta de Instagram, se los puede ver a los tres sonriendo junto a Facundo Pieres, el héroe de la jornada, quien, con el trofeo ya asegurado, no soltaba su sonrisa ni por un segundo.

Wanda Nara y Zaira en
Wanda Nara y Zaira en el festejo de La Natividad (Instagram)

L-Gante, siempre fiel a su estilo, lucía una gorra verde en clara alusión a los colores de La Natividad. Un detalle pequeño, pero simbólico. Porque el cantante de cumbia 420 no fue solo un espectador de lujo: se convirtió en parte del festejo. Pero los detalles no quedaron ahí. “Este es mi cuñado”, escribió Wanda en una historia de Instagram, acompañada de emojis de trofeos y copas. El mensaje, dirigido a Pieres, no solo confirmó la buena sintonía entre la mediática y el deportista, pareja de Zaira, sino que también dejó en claro el clima familiar que envolvía el festejo. Porque, aunque la noche tuvo todos los ingredientes de una fiesta de celebridades, también fue un tributo al espíritu cercano y humano que aún persiste en los grandes logros deportivos.

El desenlace de la jornada –que comenzó con el aplauso del público en Palermo y terminó con el ritmo incesante de la música en un boliche porteño– tuvo varios momentos que vale la pena destacar. En uno de los videos que la conductora subió a sus historias, se puede ver a Zaira bailando junto a L-Gante, como si ambos fueran viejos conocidos que, de repente, encontraron un punto en común en medio de una pista de baile. “Campeones”, escribió Wanda sobre el video, sumando un emoji de corazón y otro de una copa dorada, una imagen simple pero potente que sintetizó la atmósfera de la noche.

Wanda Nara en el festejo
Wanda Nara en el festejo de La Natividad junto con su cuñado, Facundo Pieres

Pero las celebraciones no se quedaron únicamente en el círculo de los campeones. La madre de Pieres también tuvo su momento estelar en la noche. En una grabación que Wanda compartió, se la ve radiante, feliz, casi emocionada hasta las lágrimas por el logro de su hijo. “Estaba en las nubes”, se escuchó decir a uno de los invitados, describiendo a la perfección la mezcla de orgullo y alegría que se vivió en cada rincón de esa reunión.

Wanda Nara fue acompañada por
Wanda Nara fue acompañada por L-Gante al festejo de La Natividad

Con el amanecer ya despuntando sobre Buenos Aires, la fiesta llegaba a su fin. Afuera, la ciudad comenzaba a despertar, indiferente a lo que había sucedido puertas adentro. Pero adentro, entre copas de cristal, música y abrazos interminables, La Natividad celebraba un triunfo que ya había pasado a la historia.

Una noche donde Wanda Nara, L-Gante y Facundo Pieres escribieron juntos una página inesperada del deporte argentino. Una victoria que será recordada no solo por el resultado, sino por el eco de una celebración que unió mundos, generaciones y estilos en un mismo grito: ¡Campeones!

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