El lunes por la noche, la televisión fue testigo del regreso de Gran Hermano, por la pantalla de Telefe. En esta oportunidad, Santiago del Moro les dio la bienvenida a los 24 participantes, cuyas personalidades e historias de vida causaron furor entre los fanáticos. Entre ellos se destacó la de Luciana Martínez, una joven santacruceña que, después de mucho tiempo, decidió visibilizar su identidad de género como mujer trans ante su familia, quienes no conocían su decisión.
Con el correr de las horas, se conocieron algunos detalles de sus pasos hasta conseguir su lugar en el certamen y de su historia de vida, nacida y criada a miles de kilómetros de la Capital Federal y con una pasión por el baile que arrastra desde el jardín de infantes, cuando armaba las coreografías en su cabeza, y sobre el cual proyecta cumplir sus sueños.
A poco tiempo de su ingreso a la casa, la profesora de danza empezó a abrir su corazón, y encontró refugio en Sandra, una de las jugadoras de mayor edad. En uno de sus momentos libres, la joven se sinceró y le contó uno de sus objetivos con su participación en el ciclo. “Mamá fue criada en el campo, entonces ella no conoce la ciudad. En 2019, estuve en un reality llamado Argentina baila, en la TV Pública. Mi sueño era llegar a la final para que ella viaje a Buenos Aires, conozca la ciudad y que esté orgullosa viendo lo que me gusta hacer”, expresó, al borde de las lágrimas, ante la pescadora.
“Ahora, con esto del programa no pudo venir, ni le pude avisar, pero espero que sea la oportunidad para que lo haga y me vea”, continuó en alusión a su progenitora, quien tiene 70 años. Emocionada por su relato, su compañera no pudo evitar expresar: “Qué hermoso. Bueno, ¿quién te dice que esto no te da la posibilidad de bailar en algún lugar y la puedas traer? En especial, cuando hablar del amor que le tenés a la danza. ¿Qué es lo que más te gusta bailar?”. Emocionada por la consulta de la jugadora, Martínez no dudó en dar detalles sobre su pasión: “Me crie con el folclore, pero me gusta la danza contemporánea porque es más terrenal y conectás con el piso”.
Mientras Luciana empieza a asomar en la casa, afuera se habló mucho de ella y en A la Barbarossa (Telefe) analizaron su historia de vida. Tras rememorar su ingreso al certamen, Pía Shaw, panelista del ciclo, comentó: “Ella decidió que si entraba a la casa de Gran Hermano se despedía para siempre de Jorge. A partir de este momento, tuvo la posibilidad de optar y elegir lo que realmente quería en la vida, por lo que si le decían que sí en el casting, iba a mostrar su nueva identidad”.
“Cada viaje que realizaba a Santa Cruz tenía que vestirse de Jorge. Ahora, no va a existir más y va a ser Luciana cuando visite a su mamá, quien la crio y la ama. Ella da la vida por su madre, le dio todo lo que tiene porque su papá la abandonó cuando era chica. Tiene una historia muy linda que va a contar adentro de la casa y la acompañó durante todos esos años”, continuó Shaw, emocionada, por los orígenes de la jugadora. A su vez, se refirió a la manera en que dio a conocer su identidad de género: “Es lo que más le importa y sintió que era la manera de transmitirlo”.
Esto emocionó a Gastón Trezeguet, quien vivió una experiencia similar con su propio paso por la casa años atrás. “Me siento muy identificado con esto porque me pasó lo mismo. No hay que ponerle el acento a la manera en la que uno lo dice. A veces, es el arma que uno encuentra y utiliza para hacerlo”, aseguró el excompetidor de la primera edición de 2001.
Momentos más tarde en el ciclo, Pía compartió: “Durante diez años escondió a Luciana y le cambió la vida”. Y, para compartir más a fondo la vida de la jugadora, la panelista mostró la entrevista que le realizó a sus amigos más cercanos. El primero en tomar la palabra fue uno de los muchachos que estuvo presente en la tribuna del estudio. “Fue una sorpresa que todos vimos y nos encontramos. Hasta a nosotros, que sabíamos qué iba a pasar, la conocemos de toda la vida y sabemos su historia, nos impactó cómo apareció por esa puerta. Divina”, expresó el hombre ante la cámara, dejando en claro el gran significado que tuvo la aparición de Luciana en aquella noche multitudinaria.
Luego, intervino otra de las integrantes del círculo cercano de la jugadora, quien aseguró: “No nos contó nada de esto y que iba a salir de una forma y después de otra”. Una vez más, el muchacho acotó y recordó cómo fue el camino que realizó su amiga hasta quedar en el reality. “Somos de Santa Cruz y hace poco que fuimos a hacer el casting. Yo la acompañé, y allá es una provincia chica que no tenemos la posibilidad de llegar a Buenos Aires, compartir lo que sabemos, lo que queremos demostrar y soñamos. Llegamos, ella encaró, entró y su familia se va a encontrar con la misma sorpresa que nosotros”, recordó con los sentimientos a flor de piel.
“Es algo hermoso porque es una gran persona, muy buena, y más allá de lo que se encuentren, creo que van a estar orgullosos de la hija que tienen”, agregó el joven en alusión a la bailarina. “Ella tiene un propósito, más allá de entrar y esconder, desde la transformación total. Es una lucha con la que Gran Hermano le da la oportunidad”, sentenció el amigo de Martínez en su entrevista.
Cabe recordar que su video de presentación causó furor en la primera emisión del reality. Primero, luciendo un aspecto completamente diferente para luego darle paso a su verdadera identidad ante el público y los televidentes. “Hola, soy Jorge Barrionuevo de la provincia de Santa Cruz y hace más de diez años que a escondidas soy Luciana Martínez. Ahora, quiero que me conozcan como Luciana Martínez. Me vine con mi valija hasta Buenos Aires para hacer el casting”, expresó, orgullosa, la flamante integrante de la casa más famosa del país.
“Tengo siete hermanos, dos de ellos estuvieron presos y gracias a ellos, me enseñaron lo que no está bien. Soy bailarina, asesora de imagen, administrativa y mamá de un perro. Estoy soltera, pero me siento atraída por muchos hombres. Siempre tuve muchas parejas a distancia. Quiero estar con los pies sobre la tierra, fluir y ser yo misma”, se definió.