El quinto capítulo de La máquina de mirar, dirigido por Julio Panno, invita a la audiencia a sumergirse en una experiencia única llena de emociones y dramatismo. En esta edición, el enfoque no solo está puesto en los logros profesionales de Fernando Marín, sino en las experiencias personales que han marcado su vida. A lo largo de sus seis episodios, la serie ha contado con la participación de Marín como protagonista, cuyo relato se entrelaza con los testimonios de personas cercanas a él, quienes ofrecen una visión más íntima y enriquecedora sobre su trayectoria. En este capítulo, titulado Producir es crear, Marín revela cómo su visión de la producción fue clave para revolucionar la radio y la televisión en Argentina.
La narrativa de este episodio se distingue por una introspección más profunda de Marín, quien, a diferencia de los capítulos anteriores, no se limita a hablar de sus logros en la radio o en televisión, sino que pone de manifiesto lo que significa para él, en lo personal, el acto de producir. Con su voz, que se combina con las vivencias de quienes lo acompañaron a lo largo de su carrera, este capítulo deja claro que la producción, más que una simple suma de recursos, es una forma de crear, de dar forma a algo único, como un arte que va más allá de lo técnico.
Marín dejó una huella profunda en la radiofonía argentina, especialmente a través de su trabajo en Radio El Mundo y Radio FM Horizonte. En este capítulo, se profundiza en cómo entendió la importancia de fusionar creatividad, conocimiento y recursos para dar vida a proyectos innovadores. Resalta que producir no es solo juntar dinero o contar con los equipos necesarios, sino que también implica tener una visión artística y la capacidad de generar ideas originales que impacten a la audiencia.
Esta perspectiva, que marcó la diferencia en su carrera, fue clave para el desarrollo de formatos radiales que perduran hasta hoy en la memoria colectiva, y en el lanzamiento y proyección de periodistas y locutores que se convirtieron en los más importantes de su tiempo. En ese contexto, Marín también aborda la importancia de dar espacio a la creatividad y la innovación dentro de la producción, una faceta que lo distingue de otros pioneros del medio.
En el capítulo, Marín no solo reflexiona sobre su legado en la radio y en la televisión, sino también sobre la forma en que su trabajo contribuyó a la evolución de la radio nocturna en Argentina, un campo en el que fue pionero. Según Marín, la clave del éxito en la producción no solo radica en la técnica, sino en la capacidad de “crear algo nuevo”, una visión que lo definió como uno de los grandes referentes de la radiofonía nacional. Y en este afán por la innovación, cuenta una de sus aventuras.
En diálogo con Teleshow recuerda con cariño y nostalgia un viaje a Mar de Plata para convencer a Susana Giménez para que se sume en un programa de radio. “Con Susana pasó algo maravilloso. La fui a buscar a Mar del Plata en su apogeo y la convencí de que hiciera radio durante unos meses. Fui a la casa a hacerle la propuesta y me dice: ’No te puedo creer que te viniste hasta acá'. Pero sí, fui y la convencí. Estuvo varios meses con mucho éxito, pero ella no era una mujer de radio, era una diva”, explica el icónico productor.
En este capítulo, también aborda un hito fundamental en su vida que va más allá de los medios: la urbanización de Puerto Madero. Este proyecto, que hoy es uno de los barrios más emblemáticos de Buenos Aires, comenzó con la idea de crear una exposición llamada América ‘92, un evento que buscaba atraer a la gente y darle un nuevo impulso a la zona de Puerto Madero, un área que aún no había sido completamente desarrollada. Para hacer realidad este proyecto, Marín y sus socios decidieron construir un puente de metal que conectara Plaza de Colón con el incipiente barrio.
Sin embargo, como a menudo ocurre con los proyectos visionarios, la realidad no siempre acompaña los planes. Una tormenta imprevista arruinó la inauguración de la exposición, un golpe inesperado que retrasó los planes de Marín y sus colaboradores. A pesar de este contratiempo, el puente construido por Marín se convirtió en un símbolo de su perseverancia y visión.
Pero quizás lo más sorprendente de este episodio fue lo que ocurrió mientras Marín cruzaba el puente que él mismo había ayudado a construir. En lo que describe como una de las “casualidades” de la vida, se encontró con una joven que le llamó la atención. Sin pensarlo, se detuvo para preguntarle su nombre, un gesto que, años después, tendría consecuencias trascendentales en su vida personal. Días más tarde, esa misma joven se presentó para una entrevista de trabajo, lo que dio inicio a una relación que, treinta años después, sigue siendo una de las más significativas de su vida. Marín, siempre con su tono directo y sincero, describe este encuentro como un giro del destino, un momento fortuito que cambiaría por completo su vida personal.
Además del relato de Marín, el episodio 5 tiene testimonios del fundador y CEO de Infobae, Daniel Hadad; los periodistas Nelson Castro, Rolando Hanglin, Beto Casella, Martín Wullich y Guillermo Salatino; la emblemática actriz Graciela Borges; el locutor y actor Juan Alberto Mateyko; la bailarina Mora Godoy; los cinco hijos del productor y su esposa, Anabela Chento.
El quinto episodio de La Máquina de Mirar se estrena el sábado 30 de noviembre a las 22 por Crónica TV y repite el domingo 1° a la misma hora. En Infobae se verá el lunes 2 de diciembre.