El brillo de las decoraciones rococó, el aroma embriagador del buttercream y el nerviosismo palpable en cada rincón marcaron una noche trascendental en Bake Off Famosos Argentina. Este miércoles 27 de noviembre, el reality despidió a uno de sus participantes más queridos, lo que dejó a seis competidores en la recta final hacia el trofeo de la pastelería. La jornada, cargada de emociones y tensiones, culminó con la eliminación de Nacho Elizalde, una partida que dejó atónitos tanto a los jueces como a sus compañeros.
La velada comenzó con un desafío relámpago inspirado en el rococó, un estilo exuberante y delicado que exigió a los participantes reproducir flores con pasta y pintarlas en apenas diez minutos. Con la impecable rosa blanca de Wanda Nara como modelo, los concursantes se sumergieron en un mar de colores y detalles minuciosos. Para algunos, como Mariano Iúdica, fue una oportunidad de redención. “Lograste levantar un poco el promedio”, le reconoció la conductora, lo que ya marcaba un alivio en su camino hacia el siguiente reto.
Sin embargo, la noche apenas comenzaba. El plato fuerte llegó con la prueba creativa, una competencia tan dulce como cruel, donde los participantes debieron elaborar un ramo de flores utilizando 12 cupcakes, cada uno con sabores y rellenos distintivos. Las instrucciones del jurado, encabezado por Damián Betular, no dejaron margen para errores: cada cupcake debía lucir dos tipos de flores decoradas con picos rusos, combinando precisión estética y sabores impecables.
El jurado deliberó con la misma meticulosidad que exigió a los concursantes. En medio de un silencio cargado de expectativa, Wanda Nara anunció que Cami Homs se alzaba nuevamente con el codiciado delantal celeste, un logro que consolidó su posición como una de las favoritas del certamen. “Por tercera vez, Cami demuestra por qué está en la competencia”, destacó Betular, mientras la ganadora agradecía emocionada.
Pero no todas las noticias fueron dulces. Al cierre de la noche, los jueces convocaron a Gastón Edul, Damián de Santo y Nacho Elizalde al frente. Las críticas fueron severas y meticulosas, pero fue la ausencia de Nacho en la emisión anterior lo que inclinó la balanza en su contra. “El pastelero que abandona la carpa de Bake Off, y esta vez, sin chances de volver, es... Nacho”, anunció Wanda, dejando en el aire una mezcla de sorpresa y resignación.
Visiblemente conmovido, Nacho aceptó la decisión con humildad. “De manera muy justa, creo que me tengo que ir yo. No por la cocinada, sino porque falté, y al faltar, el resto hizo más pruebas que yo”, reconoció con la voz entrecortada, aunque se tomó un minuto para referirse a su contrincante directo: “Ahora, Edul, la única manera que podía quedar era si yo faltaba. ¿Te das cuenta? Agradeceme, Gastoncito”, bromeó.
El jurado, integrado por Betular, Christophe Krywonis y Germán Martitegui, no dudó en destacar su crecimiento y dedicación, en medio de la realidad de la competencia que fue implacable. Antes de abandonar la carpa, Nacho expresó su gratitud y su pesar en igual medida. “Me quiero morir. Todos saben cuánto me importaba esta competencia, lo que quería ganar. Disfruto, aprendo, y pongo todo de mí. Pero entiendo que debo irme porque, de otra forma, sería injusto para los demás”, declaró con la voz quebrada.
Sus compañeros no tardaron en rodearlo, ofreciéndole palabras de aliento y abrazos cálidos. “Te vamos a extrañar, Nacho”, susurró Cande Molfese, mientras el resto del grupo asimilaba la despedida. En cada rincón de la carpa, quedó la huella de una partida que no solo marcó el final del camino para un participante, sino también un recordatorio de la exigencia y la emoción que define a Bake Off Famosos.
Por su parte, los seis finalistas ahora miran hacia adelante, con el sabor de la competencia cada vez más intenso y el sueño de alzarse con la victoria a solo unos pasos. En la carpa, el drama sigue horneándose a fuego lento.