Francesca, la más pequeña de las tres niñas que Cinthia Fernández tuvo con Matías Defederico, vivió un cumpleaños que quedará grabado en su memoria. Con motivo de sus diez años, su madre ideó una celebración cargada de emociones y recuerdos, reafirmando una vez más su talento para crear momentos únicos.
La sorpresa principal tuvo como protagonista a Carmen, la antigua cuidadora de las chicas, quien años atrás tuvo que regresar a su Ecuador años atrás, dejando un vacío difícil de llenar en el día a día de las hermanas. Y llegó bajo el difraz de dinosaurio: así apareció la mujer, de manera inesperada, luego de un entrenamiento de fútbol de las chicas. En su traje, unas pistas sutiles adelantaban su identidad, aunque Francesca tardó unos segundos en descubrir de quién se trataba. Cuando lo hizo, su reacción fue pura ternura: lágrimas, risas y un abrazo que parecía no querer terminar.
“Feliz cumple morocha. Te amamos. Sin palabras. Autores: mamá y Roberto Castillo. Cómplices: Todos. Resultado... Lloremos todos”, escribió la influencer en su cuenta de Instagram, donde compartió un video que capturó la esencia del momento. Pero Francesca no fue la única conmovida. Sus hermanas mayores, Charis y Bella, también se sumaron a la alegría del reencuentro con Carmen. Para ellas, Carmen fue mucho más que una cuidadora: una figura casi maternal que dejó un impacto profundo en sus vidas. Durante estos días, las tres niñas podrán disfrutar de su compañía nuevamente, una oportunidad que convirtió el cumpleaños en un evento familiar extraordinario.
En Instagram, donde Cinthia Fernández acumula más de 6 millones de seguidores, la madre no solo documentó los momentos más destacados de la fiesta, sino que también dedicó unas palabras sentidas a Francesca. “¡Feliz cumple Franchula! Mi bebé más chiquita, mi mamera, mi niña terrible, la dueña de mi locura de amor y desborde emocional al mismo tiempo, la propiamente dicha terremoto”, escribió, acompañando sus palabras con una selección de fotografías familiares.
El mensaje continuó con una promesa maternal que dejó entrever la profundidad del vínculo entre madre e hija: “Qué seas inmensamente feliz chiquita mía, siempre voy a estar despejando tu camino, siempre voy a estar para los abrazos, consejos, retos, para los malos y buenos momentos. Ya 2 números en tu vida… pero pará de crecer”.
La celebración fue más que una fiesta de cumpleaños. Fue una oda a los vínculos que trascienden el tiempo y la distancia, a los recuerdos que moldean la infancia y a la capacidad de una madre para transformar un simple día en una experiencia inolvidable.
Por su parte, conmovida, Carmen expresó en sus redes sociales unas palabras que reflejan la profundidad de su vínculo con la familia y el impacto del gesto de Cinthia: ”Agradecida con Dios y la vida, y con una madre donde su amor a sus hijas no tiene límites, y hace posible este maravilloso reencuentro”, escribió. Sus palabras, impregnadas de gratitud, revelaron la emoción de regresar, aunque fuera por unos días, al lugar donde construyó recuerdos imborrables.
Carmen continuó su mensaje reconociendo el cariño y la confianza que la familia siempre le brindó: ”Infinitas gracias a esta familia que me abrió las puertas de su casa y sobre todo de su corazón y me dejó entrar para quedarme ahí, haciendo parte de sus vidas aún en la disidencia. Siempre estamos en contacto, y hoy me siento feliz por poder abrazarlas y sentir su amor y cariño, un amor que será infinito y para toda la vida”.
En sus palabras, Carmen también destacó el rol de quienes hicieron posible esta sorpresa, como Roberto Castillo y la abuela Johana, cuya complicidad fue clave para planificar el emotivo reencuentro. “Gracias Cinthia, Roberto, a la abuela Johana por esta maravillosa sorpresa para mis nenas. Las amo con todo mi corazón... son lágrimas pero de felicidad. Gracias”, concluyó, dejando entrever la fuerza del vínculo que la une a Francesca, Charis y Bella.