Durante la jornada del sábado, la Basílica del Santísimo Sacramento, la icónica Iglesia ubicada en el barrio porteño de Retiro, fue el escenario de la unión de Taína Laurino, hija de Anamá Ferreira y Ricardo Laurino, con Georgie Neuss. A casi una década de haber comenzado su historia de amor, la pareja celebró una emotiva ceremonia religiosa que contó con la presencia de familiares, amigos cercanos y figuras conocidas del mundo del espectáculo y la política, que se sumaron al evento de ensueño.
La protagonista del día, Taína, deslumbró a todos con un imponente vestido blanco, diseñado especialmente para la ocasión. La prenda, con una falda amplia y bordados exquisitos, se complementó con un escote strapless cubierto por un delicado tul alrededor de los hombros, aportando un toque romántico. Además, su look se completó con un recogido clásico que sostenía una larga cola, que captó todas las miradas mientras ingresaba a la Basílica por un arco repleto de flores blancas. La llegada al altar fue igualmente emotiva, ya que su padre, Ricardo, la acompañó mientras ambos descendían de un elegante automóvil Bentley de 1960, que resaltó la sofisticación del evento. En sus manos, la novia sostenía un ramo de flores blancas que fue a juego con el imponente atuendo.
Por su parte, George, el flamante esposo, optó por un estilo clásico y atemporal. El yerno de Anamá lució un saco negro acompañado de una camisa y chaleco blanco, en combinación con una corbata celeste que le aportó un detalle de frescura. Su pantalón gris de rayas y los zapatos negros completaron un atuendo que reflejó la solemnidad de la ceremonia y estuvo a la altura del conjunto de su esposa, quien lo complementó luego de salir de la iglesia y convertirse en los protagonistas de su propio cuento de hadas.
Ferreira también resaltó durante el importante día de su hija. Para formar parte de la ceremonia, la exmodelo se decidió por un vestido rosa, con una cinta que le marcaba la cintura, cuyo largo iba hasta los pies. Con un escote asimétrico, con un hombro al descubierto y el otro cubierto por una capa, la mamá de la novia relució ante las cámaras de los medios presentes. Además, completó su atuendo con un par de aros colgantes en tono dorado, con unas sandalias del mismo color y un sobre naranja que complementaba su vestuario. También, le sumó un peinado semirrecogido que dejó al descubierto su rostro maquillado en tonalidades cálidas a la par de las tendencias de la temporada.
La boda reunió a una distinguida lista de invitados, entre ellos personalidades del espectáculo y empresarios. Valeria Mazza junto a Alejandro Gravier, Ingrid Grudke, Mora Furtado y Soledad Solaro estuvieron entre los asistentes, junto a diseñadores como Benito Fernández y a la productora y escritora Liliana Parodi. Al igual que Ferreira, las celebridades, como sus acompañantes, se animaron a elegir colores protagónicos de las estaciones primavera y verano, entre los que se destacaron diferentes tonalidades de azules, celestes y hasta amarillos.
También se hicieron presentes figuras de la esfera de la política. En las escalinatas de la Iglesia resaltaron funcionarios como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su esposo, el vicepresidente del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Guillermo Yanco, quienes optaron por lo clásico ante este evento. Así como el ministro de Defensa, Luis Petri, acompañado por la periodista Cristina Pérez, quienes lucieron looks completamente negros. Y, finalmente, también se presentó la vicejefa de Gobierno porteña, Clara Muzzio, junto a Jorge Aguado.
La ceremonia en la Basílica del Santísimo Sacramento estuvo rodeada de detalles florales que enmarcaron la entrada al recinto religioso, mientras los invitados esperaban ansiosos el momento en que los novios pronunciaran el “sí, quiero”. Tras la ceremonia, Taína y George posaron felices frente a un arco floral que simbolizó la unión y el comienzo de una nueva etapa. Después de la ceremonia, los festejos continuaron en un exclusivo hotel, donde el flamante matrimonio, sus familias, entre ellos los primos de Neuss, y amigos disfrutaron de una recepción íntima pero glamorosa.
Este evento marcó el broche de oro a una relación que ya había tenido un preludio civil en octubre pasado, cuando la pareja selló su amor en un registro civil con un pequeño festejo en Puerto Madero. Al igual que en esta oportunidad, los recién casados decidieron realizar un evento de bajo perfil para contener la felicidad de su vínculo dentro del entorno cercano, entre los que estuvieron sus seres queridos y amigos.