Valeria Mazza: “Roberto Giordano era un creador, un innovador y una persona muy especial”

Una noche de gala en Paraná en el marco de una exclusiva Cena de las Estrellas donde estaban varias e importantes figuras nacionales, de pronto se asomó la cara de Valeria Mazza. Roberto Giordano la vio y exclamó: “¡Qué rostro divino, precioso para fotografiar!”. Por entonces ella tenía apenas 15 años y no había iniciado su carrera profesional. Este descubrimiento marcó el comienzo de una relación profesional que sería clave en los primeros pasos de la modelo.

Durante esas primeras etapas, Giordano no solo actuó como mentor, sino también como un estratega que supo proyectar a la top model en las pasarelas locales. “Ella tenía una elegancia innata que pocas veces se encuentra a esa edad”, comentó alguna vez el peluquero. En diálogo con Teleshow tras la muerte del peinador, Valeria expresó toda su tristeza y los recuerdos que le removió la noticia.

“Roberto significó muchísimo en mi vida, sobre todo en mi vida profesional. Lo conozco en el año 1988. Roberto me ve por primera vez en Paraná y él fue el primero que me dice de venir a Buenos Aires a trabajar”, recuerda la exmodelo y empresaria, todavía abrumada por la noticia.

“Yo de a poco empiezo a venir con mi madre. Viajábamos el domingo a la noche, llegábamos el lunes a Retiro, nos veníamos en bondi, íbamos a ATC, grabábamos unos micros y regresaba. El martes a la mañana estaba en el cole de nuevo. Esto fue cuando yo estaba en cuarto año de colegio”, detalló. La capacidad de Roberto para descubrir talento y abrir puertas quedó plasmada en un evento clave: “Me dice: ‘Van a venir de una agencia de España que te quieren conocer. Llegué a la escuela en Paraná y luego me fui a España”.

“Roberto siempre era muy visionario, soñador y hacedor. Él salió de la peluquería y llevó la moda a la televisión, a estos grandes desfiles que la gente se moría por ver en Punta del Este, Pinamar, Mar del Plata y Buenos Aires. Viajaba a Europa para llevar micros que filmaba sobre moda. Era una locura lo que logró hacer y lo que ayudó a la industria”, remarca Valeria.

Giordano no solo fue un pionero al transformar desfiles en espectáculos televisivos, sino que ayudó a catapultar la carrera de muchos diseñadores y modelos. “Muchos diseñadores nacieron o fueron ayudados al estar en las pasarelas de Roberto, que eran un show televisivo, además. Tenían puntos de rating que hoy muchos pagarían por tener”, destaca.

”Lo que logró Roberto fue revolucionar la moda, no solo a nivel local, sino también internacionalmente. Generó oportunidades para modelos y diseñadores, creando eventos que se convirtieron en íconos del verano, como sus desfiles en Punta del Este y Pinamar” recuerda Mazza.

Giordano supo entender que la moda no era solo ropa, sino un espectáculo capaz de captar la atención de las masas. “Sus desfiles eran más que una pasarela; eran producciones televisivas con un nivel de calidad que no se había visto antes. Eso ayudó a que el mundo de la moda fuera más accesible para el público y más atractivo para los medios” .

A lo largo de su carrera, Giordano acumuló elogios y reconocimientos, pero también se enfrentó a desafíos. Uno de los momentos más difíciles de su vida profesional fue cuando tuvo que resolver asuntos legales que lo alejaron de la escena pública por años. “Hace poco supimos que ya había terminado con esos problemas legales. Lucía Uriburu, quien trabajó 30 años con él, lo invitó a participar en eventos como el Martín Fierro de la Moda. Hubiera sido maravilloso verlo nuevamente en el centro de la atención, donde siempre fue brillante” expresa Valeria.

Sin embargo, su capacidad para reinventarse nunca estuvo en duda: “Era una persona que, pese a las dificultades, siempre lograba salir adelante. Roberto era un visionario, alguien que hacía que las cosas pasaran, incluso en momentos donde otros hubieran desistido”.

“En esos años, los desfiles eran el evento más esperado del verano. No había otra plataforma para modelos y diseñadores que tuviera tanta relevancia. Si estabas en su pasarela, estabas en el centro de la escena”, resaltó Valeria. “Lo que logró fue una locura”, aseveró.

Un especial énfasis puso Valeria en el espacio que creó para los grandes nombres de la moda, como la inspiración que fue para futuras generaciones. “Desde la primera camada de modelos hasta las más jóvenes, todos querían estar en sus desfiles. Era una oportunidad que podía cambiar tu carrera y darte la exposición que necesitabas para triunfar”.

Valeria también recuerda con cariño la relación que mantuvieron a lo largo de los años: “Nunca tuvimos conflictos. Aunque se fue a vivir a Uruguay, lo vimos allá hace unos años. Habíamos hablado recientemente porque lo invitamos al Jardín de la Moda en el Parque Luxemburgo y también estaba pendiente de su participación en el Martín Fierro de la Moda, pero lamentablemente no llegó a concretarse “.

“Sabía que había pasado por problemas legales que lo alejaron de la escena pública, pero ya había terminado con eso. Estaba listo para volver a aparecer. Roberto era un creador, un innovador, un hacedor. Siempre lograba cosas increíbles, y su energía era contagiosa. Era una persona muy especial“, concluyó.