Rodeado del calor de su familia, Arturo Puig, uno de los actores más icónicos del teatro y la televisión argentina, celebró sus 80 años en un encuentro cargado de emociones. Las imágenes que circularon en redes sociales muestran una reunión sencilla pero entrañable, donde la figura central fue una torta decorada con frescas frutillas y la sonrisa, algo melancólica, del homenajeado. Sin embargo, el cumpleaños no estuvo exento de una nota de tristeza, pues llegó tan solo dos meses después del fallecimiento de su gran amor y compañera de vida, Selva Alemán.
Las redes sociales fueron testigos de este momento especial. Puig compartió fotos de la celebración en compañía de sus nietos e hijos, lo que generó que reciba en cuestión de horas cientos de mensajes de admiración y cariño. “Feliz cumple, papá”, escribió su hija en una de las fotografías en las que el actor está soplando las velitas.
Figuras del espectáculo como Nico Vázquez, Andrea Pietra y Grecia Colmenares también se sumaron a los saludos. “¡Felicidades, Arturo! Todo el amor”, escribió Vázquez, al reflejar el aprecio que el mundo artístico siente por el actor.
Más allá de los colegas, el público también volcó su apoyo a través de mensajes que desbordaban afecto. “Un abrazo fuerte, maestro”, “¡Por muchos más!”, y “El teatro no sería el mismo sin vos”, fueron algunas de las frases que inundaron las redes. En cada uno de estos mensajes se percibe la admiración por un hombre que, con más de cinco décadas de trayectoria, dejó una huella indeleble en la cultura argentina.
A pesar de los gestos de alegría que rodearon el evento, el cumpleaños tuvo un trasfondo de nostalgia. Este fue el primero que Arturo celebró sin Selva, quien dejó un vacío imposible de llenar. En palabras recientes al ciclo Implacables, el actor confesó: “La verdad es que es duro… no puedo creer que no esté. Fueron muchos años juntos”.
El dolor de esta pérdida se entrelazó con pequeños momentos de consuelo. Hace apenas unos días, Puig compartió en sus redes una imagen de un altar que realizó en homenaje a su amada, donde mezcló fotografías de ella con figuras mexicanas, como parte de un tributo organizado por la Embajada de México. “Muchas gracias a la embajada de México por el homenaje a mi amada Selva. Y, a la señora embajadora por su calidez y amabilidad”, escribió en la publicación, que rápidamente se llenó de mensajes de apoyo por parte de sus seguidores.
En este contexto, el cumpleaños número 80 de Puig también fue una oportunidad para reafirmar la importancia de su familia. Durante una entrevista reciente, el actor destacó el papel de sus nietos en este momento tan delicado: “Me acompañan mucho y me miman”, expresó con una sonrisa. Para él, la cercanía de sus seres queridos es un refugio fundamental, especialmente en este tiempo de duelo.
Pero no es solo la familia la que sostiene a Puig. También lo hace el teatro, ese espacio donde brilló a lo largo de su carrera y que ahora, más que nunca, actúa como un bálsamo para su alma. “El teatro siempre está, es sanador”, reflexionó el actor al hablar de las nominaciones que su más reciente obra recibió. Aunque decidió tomarse un descanso este verano, ya confirmó que regresará a los escenarios en la próxima temporada.
Celebrar 80 años no es solo un hito biológico, sino también un momento para mirar hacia atrás y valorar una vida llena de logros. Arturo no solo es reconocido por su talento actoral, sino también por su capacidad de reinventarse y mantenerse vigente en una industria que no siempre es amable con el paso del tiempo. Desde su emblemático papel en Grande Pá hasta sus inolvidables interpretaciones teatrales, se ganó un lugar de privilegio en la memoria colectiva argentina.
En cada sonrisa capturada en las fotos de la celebración, se vislumbra el eco de una presencia ausente. Selva Alemán, con quien compartió más de 40 años de vida, está siempre en el pensamiento de Puig, quien encontró maneras sutiles y conmovedoras de mantener viva su memoria. Ya sea a través de un altar lleno de simbolismo o de un homenaje organizado por terceros, el amor por ella trasciende la muerte, convirtiéndose en un faro que ilumina incluso los momentos más oscuros.