La relación de Duki y Emilia Mernes pende de un hilo. La noticia de una supuesta infidelidad del trapero hacia la cantante sacudió las redes y desencadenó un fervor de especulaciones y teorías en torno al futuro de la pareja. Mientras, ambos se mantienen en silencio y dejan a sus fans en suspenso, y estos gestos contenidos solo provocan inquietud y alimentan las teorías.
Todo comenzó a desencadenarse en los últimos días tras la aparición de unas capturas de pantalla que, al parecer, evidenciarían una infidelidad del cantante. Sol Leguizamón, amiga de una joven identificada como Lula —quien sería la tercera en discordia—, publicó en X unas capturas en las que el trapero aparentemente intercambiaba mensajes subidos de tono con su amiga. Lo que se suponía que quedaría entre allegados, pronto se convirtió en un escándalo viral que desató una ola de reacciones, amenazas y cuestionamientos.
En este escenario, Lula rompió el silencio en un intento por defender su imagen y aclarar su versión de los hechos. En diálogo con Minuto Neuquén, relató cómo comenzó la interacción con Duki y cómo las redes sociales llevaron el asunto a un nivel que, según ella, nunca buscó.
Según contó, ella siempre había sido fan del cantante y, como muchos seguidores, solía responder sus historias de Instagram sin esperar una respuesta. Sin embargo, una madrugada de hace un año, mientras regresaba de una salida con su novio, la contactó el trapero. “Me respondió un mensaje viejo y me puso ‘Gracias’. Al toque le respondí y le puse: ‘Hola! Te amo’, y empezamos a hablar”, recordó. Lula detalló que el mensaje llegó en el contexto de una fiesta donde Duki celebraba el lanzamiento de un álbum de YSY A llamado El after del after, y explicó que el músico incluso le envió una foto desde el avión camino a Chile para mostrarle que realmente era él quien hablaba.
La conversación, según Lula, fue breve y no volvió a repetirse. “Cuando pasó esto, hace un año, yo se lo conté a mi entorno íntimo, a mis amigas. Mi novio también se lo contó a sus amigos íntimos porque no lo podíamos creer, pero no pasó más nada”, aseguró. Lo que ella describe como un episodio que quedó en el pasado, reapareció abruptamente cuando su amiga Sol publicó un tuit sin prever el alcance que tendría.
En un intento de compartir la anécdota solo con sus conocidos, Sol Leguizamón decidió replicar en X las capturas, pensando que solo las verían personas cercanas. Sin embargo, en cuestión de horas, se viralizó y alcanzó los dos millones de vistas, desencadenando una serie de reacciones violentas por parte de los seguidores de Duki. El aluvión de críticas y amenazas no se hizo esperar, y muchas de ellas contenían insultos y descalificaciones, señalando a Sol y a Lula de oportunistas y mentirosas.
El escándalo llevó a que la identidad de Lula se revelara públicamente, lo cual derivó en un nivel de exposición que ella asegura jamás haber deseado. Sin haber hablado ni dado su versión en aquel momento, la joven se encontró en el centro del huracán, recibiendo insultos y mensajes de odio sin descanso. “Difundieron mis fotos, mi información. Suben videos con mi cara, mi nombre y apellido, y sobre todo, subieron información falsa de nosotras”, relató en su descargo, visiblemente afectada por el acoso.
“No quise hacer fama con esto ni mucho menos. Imaginate, pasó hace un año ya, por qué iba a esperar tanto para hacerlo público”, expresó Lula, desmintiendo así a quienes la acusaban de querer ganar notoriedad. En sus palabras se percibe el agotamiento de lidiar con la persecución en redes sociales: “Tengo que salir a defenderme y decir algo porque estoy cansada de que suban videos a TikTok con mi cara, mi nombre y mi apellido con las palabras mentirosa, quilombera, y no quiero que me acusen de todo eso”, argumentó.
En medio de la polémica, Emilia y Duki optaron por el silencio y evitaron hacer cualquier declaración pública al respecto. La pareja, que se consolidó como una de las más queridas del trap y el pop en la Argentina, ahora enfrenta la presión de sus seguidores, quienes buscan señales de confirmación o desmentida sobre el estado de su relación.
La conexión Miami
La alfombra de los Latin Grammy se ilumina cada año con las estrellas más reconocidas de la música latina, pero esta vez, un misterio develado fuera de los escenarios opacó la presencia de una de sus invitadas más esperadas. En la noche del miércoles, Emilia apareció en Miami para el homenaje de la Academia al colombiano Carlos Vives. En la víspera de su actuación, a través de un video publicado por la intérprete, vestida impecablemente y con una sonrisa que parecía esforzarse por mantener su energía, la entrerriana lanzó un mensaje breve y emotivo: “Hola, mi gente hermosa de Latin Grammy. Yo soy Emilia y nos vemos este jueves para pasar una noche inolvidable. Los amo”. Sin embargo, para muchos, su tono no lograba disimular una cierta melancolía.
“Las traumadas sabemos que Emilia lloró toda la noche”, comentó una seguidora al ver el video, mientras otra añadía: “Conozco ese tipo de ojos”. La observación minuciosa de sus expresiones en las redes se convirtió en un fenómeno. Cada pausa, cada gesto y cada mirada fueron interpretados como signos de una pena difícil de esconder. Más aún, sus seguidores notaron que Emilia evitó saludar al público fuera del hotel en el que se hospedaba y solo salió cuando se le aseguró que no le pedirían fotos. Este comportamiento, atípico para la artista, fue entendido como una señal más de su estado emocional, conjeturas que reforzaron la teoría de una crisis personal.
Es que la relación entre Duki y Emilia fue seguida de cerca por sus fans desde el inicio, convirtiéndose en un símbolo. Juntos compartieron momentos íntimos y proyectos musicales, convirtiéndose en una de las parejas más queridas del ámbito musical en la Argentina. Por eso, el golpe de esta posible infidelidad -y los rumores de una separación- caló hondo en su público.
Hasta el momento, ninguno de los involucrados ofreció declaraciones públicas sobre el tema. Emilia, enfocada en su presentación en los Grammy, parece evitar cualquier referencia a los rumores. La teoría de un distanciamiento definitivo se refuerza por el tono contenido y la aparente frialdad en sus recientes apariciones, a pesar de sus esfuerzos por mantener una actitud profesional. Y mientras el silencio de Duki parece, para algunos, un indicio de aceptación de los rumores, para otros se trata de una táctica de prudencia ante un escándalo que podría afectar la imagen de ambos.