Vista al Atlántico, spa de lujo y un refugio tropical: el lujoso hotel de Wanda Nara y L-Gante en Río de Janeiro

Wanda Nara y L-Gante eligieron Río de Janeiro para su escapada romántica, alimentando la atención de medios y seguidores tras hacer pública su relación en una transmisión en vivo que fue replicada por los medios hasta el hartazgo. En esta estadía, la pareja llegó acompañada de Jamaica, la hija del cantante, y de Maxi El Brother, amigo y representante del referente de la cumbia 420, lo que muchos no dudaron en calificar como una suerte de “luna de miel anticipada”.

Entre la brisa de la playa y el eco de la samba, el Sheraton Grand Rio Hotel and Resort se alza como un palacio tropical de vistas infinitas. A este rincón de Leblon llegó la pareja que ya cautivó a sus millones de seguidores, quienes no dudaron en reconocer que es el escenario ideal para el despliegue de su romance.

Este enclave cinco estrellas es más que un hotel; es un universo de experiencias exclusivas y paisajes hipnóticos. Ubicado entre Barra da Tijuca e Ipanema, ofrece una geografía privilegiada, con jardines exuberantes que culminan en la arena, y las icónicas colinas brasileñas elevándose como centinelas del Atlántico. No hay nada que falte en el lugar: spa, piscina, gimnasio, restaurantes y una vista que lo transforma todo. Los ventanales, como espejos de sueños, dan paso al azul del océano y convierten cada amanecer en una celebración de la naturaleza carioca.

Las habitaciones, cuyo precio oscila entre 357 y 484 dólares la noche, no solo prometen comodidad, sino una inmersión en el lujo. Desde el confort de las camas, los huéspedes pueden contemplar el vasto océano o sumergirse en el silencio de los jardines tropicales. Con balcones privados, estas suites son verdaderos refugios desde donde observar la vida brasileña en todo su esplendor, el susurro del mar o el rugido lejano de las olas.

Para quienes buscan una relajación absoluta, el spa es una invitación irresistible. Masajes terapéuticos, tratamientos faciales y corporales transforman este espacio en un santuario del bienestar. Los días parecen disiparse entre los aromas del eucalipto y las texturas de la madera, mientras los visitantes, como Nara y Valenzuela, encuentran un oasis para el descanso y la desconexión.

Incluso, los más pequeños tienen su propio reino: un espacio de juegos exclusivo que promete entretenimiento seguro y diversión sin fin. A la par, los viajeros de negocios pueden contar con amplias instalaciones para eventos, desde salas de conferencias hasta áreas dedicadas a reuniones privadas en medio de un entorno de vegetación tropical. En el gimnasio, equipado con la última tecnología, no falta nada: cintas, pesas y máquinas multifunción, mientras que la piscina exterior se abre directamente a la playa, creando una ilusión de continuidad entre el hotel y el océano.

Cada espacio está diseñado con la promesa de un paraíso urbano donde los sentidos se despiertan. Como dice la descripción oficial del hotel: “Cada una de las 538 habitaciones y suites de nuestro resort en Río de Janeiro incluye balcones privados con vista parcial o total al océano”. Todo invita a la introspección y el disfrute, en un rincón del mundo donde el lujo y la naturaleza se encuentran en armonía perfecta.

Wanda fue la primera en dejar registro de su estancia a través de Instagram, donde la siguen más de 16 millones de personas. Desde un balcón con vista al océano, la empresaria publicó una foto en la que aparece sosteniendo una bebida típica brasileña, en una imagen que exuda tranquilidad y una conexión especial con el mar. Esta fue la primera postal de una noche que compartiría con L-Gante, quien optó por mostrar a su manera la espectacularidad de su alojamiento y de la ciudad.

Por su parte, el cantante compartió varias historias en su cuenta, mostrando la vista desde su habitación de hotel, en la que se podía ver el imponente morro y las famosas favelas cariocas, junto a una piscina iluminada que brillaba al lado del mar. Su entusiasmo, por ser la primera vez en Río, reflejó el de quien descubre un paisaje nuevo y un ambiente diferente, propicio para la intimidad y el descanso.