Nicole Neumann vivió este miércoles un emotivo encuentro familiar en Buenos Aires: su padre, Bernd Unterüberbacher, un empresario austríaco que lleva años viviendo en Europa, llegó al país para conocer al nuevo miembro de la familia. Bernd, quien ocasionalmente visita Argentina para compartir tiempo con su hija y sus nietas, esta vez tenía un motivo especial para cruzar el océano. Cruz, el hijo que Nicole tuvo con el piloto Manuel Urcera, había llegado al mundo en junio de este año, y su abuelo, a sus cuatro meses y medio de vida, lo conoció finalmente en persona.
La reunión tuvo lugar en un ambiente cálido, con momentos de ternura que la propia modelo compartió en redes sociales. “Cruz conoció a su abuelo materno”, escribió junto a un video en sus historias de Instagram, donde se ve al pequeño en los brazos de su abuelo, quien lo mira con dulzura. Las imágenes captan la complicidad y la alegría del hombre, que sonríe mientras el pequeño explora sus piernas con la curiosidad típica de un bebé. Además compartió también otra imagen, esta vez adornada con un gran corazón, donde se ve al abuelo riendo y balanceando a Cruz en sus piernas, en un gesto de cariño que hizo vibrar a sus seguidores.
La última vez que Unterüberbacher visitó la Argentina fue en diciembre del año pasado, cuando asistió al casamiento de su hija con Manuel Urcera. En aquella ceremonia, celebrada en el marco de una boda repleta de amigos y familiares, los novios dieron la feliz noticia de que esperaban un hijo, noticia que fue celebrada por todos los presentes. El nacimiento de Cruz, en junio, no solo sumó un nuevo integrante a la familia, sino que trajo consigo la oportunidad de fortalecer el vínculo entre generaciones, cruzando distancias y continentes.
En cada visita de Bernd a la Argentina, hay una especie de renovación de los lazos familiares que, pese a la distancia, se mantienen firmes y llenos de afecto. Para Neumann, estos encuentros son más que un reencuentro familiar; representan el hilo invisible que une a su familia dispersa.
La relación entre Nicole y su padre
En su infancia, la modelo fue criada solo por su madre, Claudia. “El tipo me abandonó. Se fue. No volví a verlo nunca más”, recordó en una entrevista con Teleshow. “Es mucho más duro tener un papá que no te mire a un papá fallecido. A mí me resultó muy traumático. Me hizo tan mal que, al menos al principio, mis relaciones con los hombres fueron complicadas. De algún modo y en algún punto, yo esperaba el abandono. Porque era lo que conocía de los hombres. Costó años de terapia desarticular esa desconfianza”, reveló.
Cuando tenía 18 años, la modelo se instaló en París para trabajar y tuvo una relación amorosa con un hombre diez años mayor que se comportaba de manera agresiva. “Estaba enamoradísima y creía que él se comportaba así por todo lo que había pasado en su vida, por sus traumas... Y entonces se descargaba conmigo. Lo justificaba ciegamente”, contó Neumann.
“Cachetazos y golpes en la cara, un montón. Pero creo que lo peor que viví fue una revoleada de un control remoto que me dio en la garganta y me cortó por un ratito la respiración”, recordó. Finalmente sería el episodio final. “Moría de amor... Qué irónico, ¿no? Esto no es sano, me repetía a mí misma. Quiero un hombre que me cuide, que me proteja. Con todo el dolor y el valor del mundo que debí juntar, lo solté. Me llevó meses olvidarlo”.
En ese momento, decidió contactarse con su papá y pudieron recomponer el vínculo familiar. “En Europa le escribí a papá y vino a conocerme. Su abrazo fue salvador y sanador. Un clic. Me abrió la cabeza. Me dio valor en ese proceso para decidir mi libertad”, detalló. “Lo vi salir de la manga del avión y dije: ‘Ese es mi papá’. Lloramos los dos. Había sido una locura. Me preguntaba: ‘¿Qué pasará ahora con este señor al que no conozco?’”, recordó Nicole.
“Supe su lado de la historia, porque hasta entonces solo tenía la versión de mamá respecto de su ausencia”, contó. “A él le pesaron mucho la frustración y las opiniones cuando se alejó de mí. Había venido de Alemania apostando a una relación que no se dio. La dificultad con el idioma y para conseguir un trabajo lo desalentaron. Era muy joven y toda la culpa recaía en el hombre”, detalló. “Al poco tiempo mamá conoció a Pancho (Conti), padre de mi hermana (Geraldine), y él no creyó conveniente confundirme con una visita anual siendo yo tan chiquita... Nunca tomé partido, pero digamos que cerraron muchas cosas”.