- Enzo Fernández, estrella del Chelsea y la selección argentina, y Valentina Cervantes anunciaron su ruptura.
- La pareja mantendrá una relación cercana para criar a sus hijos, Olivia y Benjamín.
- Su relación comenzó en San Martín y atravesó retos económicos antes de sus éxitos en el fútbol internacional.
Lo esencial: después de días de especulaciones, Enzo Fernández y Valentina Cervantes confirmaron su separación tras seis años en los que enfrentaron juntos una vida de sacrificios. Desde los comienzos del mediocampista en River Plate y los días en un monoambiente, la pareja compartió éxitos y desafíos, como la llegada de sus hijos, Olivia y Benjamín, y su traslado a Europa. La influencer aseguró que mantendrán una relación de respeto y cercanía por el bienestar de sus hijos.
La noticia de la separación entre Enzo Fernández, estrella del Chelsea y de la selección argentina, y Valentina Cervantes, influencer y madre de sus hijos, sorprendió al mundo del fútbol y del espectáculo. Tras días de rumores y versiones, ambos confirmaron la ruptura y, aunque la decisión fue difícil después de tanto tiempo, aseguraron que siempre serán familia. Así, llega al final una historia de amor que nació hace seis años en el conurbano bonaerense, cuando apenas eran adolescentes con sueños modestos, y recorrió un camino de sacrificios, cambios y grandes logros que nunca imaginaron más allá de sus sueños.
El primer encuentro
En 2018, Valentina, de 17 años, y Enzo, de 16, se cruzaron de casualidad en Mar del Tuyú durante las vacaciones. Oriundos de San Martín, en el noroeste del Gran Buenos Aires, el destino los unió en la pequeña localidad costera, aunque recién formalizaron su relación hacia fines de ese año. A diferencia de muchas primeras citas juveniles, que suelen transitar en plazas, boliches o bares, Enzo invitó a su novia a un cumpleaños familiar, donde ella conoció a varios de sus parientes. Así lo contó Valentina en una entrevista para el programa Perros de la Calle, recordando esos primeros días de un noviazgo que sería solo el inicio de un viaje juntos.
Apenas unos meses después, dieron el gran paso de la convivencia. En esa época, él jugaba en las divisiones juveniles de River Plate, aun sin contrato profesional, y la situación económica de ambos era complicada, como la de tantos jóvenes de clase trabajadora que se incorporan al mercado laboral. Se tomaban el mismo colectivo. Enzo bajaba en General Paz, donde empalmaba con otro transporte hasta River; mientras que ella seguía hasta la estación de Urquiza para combinar con el subte y dirigirse a un call center en el centro porteño. Antes, ella había sido empleada en una casa de empanadas en Olivos, donde apenas ganaba lo suficiente para ayudar a costear sus gastos.
La llegada de Olivia
El 7 de mayo de 2020, Valentina y Enzo recibieron a su primera hija, Olivia. En ese momento, apenas tenían los recursos para mantenerse. Enzo todavía no ganaba un salario estable y ella seguía trabajando en el call center, con un ingreso limitado. Por entonces, vivían en un pequeño monoambiente en Villa Urquiza, que alquilaban gracias al apoyo del representante del futbolista, y debían recurrir a ropa usada y ofertas para cubrir las necesidades básicas de su hija. “Cuando nació Olivia, vivíamos prácticamente al día, pero siempre con el apoyo de nuestras familias y amigos”, recordó Valentina.
Con el tiempo, los sacrificios de Enzo en su carrera comenzaron a rendir frutos. En junio de 2021, Marcelo Gallardo pidió su regreso a River desde Defensa y Justicia, donde estaba a préstamo, y la pareja, junto con su hija, se mudó a un lugar más espacioso en la localidad de Canning. Enseguida, se convirtió una pieza fundamental en el equipo millonario y en 2022, la vida de la familia dio un giro inesperado cuando Fernández fue fichado por el Benfica de Portugal, en una cifra cercana a los 15 millones de euros. Había que mudarse a Lisboa y Valentina, quien llevaba dos años estudiando Derecho en la Universidad de Buenos Aires, tomó la difícil decisión de dejar su carrera para acompañarlo.
El Mundial de Qatar: un ascenso meteórico
Enzo se destacó de inmediato en el club portugués, lo que atrajo la atención de Lionel Scaloni. A último momento ingresó en la lista para el Mundial de Qatar y no tardó en irrumpir en el equipo titular, destacándose primero como revelación y luego como figura. Con un gol memorable contra México y un rol protagónico en el equipo, Enzo fue clave en la conquista de la Copa del Mundo y fue distinguido como el mejor jugador joven del torneo. Su popularidad se disparó y grandes clubes europeos, especialmente de la Premier League, comenzaron a seguirlo de cerca.
Finalmente, fue el Chelsea quien se hizo con los derechos de Fernández con una cifra impresionante: 121 millones de euros, por entonces, la sexta más importante de la historia. En febrero de 2023, la familia se mudó a Londres, donde Enzo esperaba consolidar su carrera en el fútbol inglés. En mayo, un día después del cumpleaños de su hija Olivia, la pareja anunció en redes sociales que estaban esperando su segundo hijo. “Creíamos que no nos podría entrar más amor del que nos da Olivia todos los días, y ahora ese amor se multiplica”, expresaron en una publicación conjunta. En octubre, nació Benjamín, llenando de alegría a la pareja en su nueva vida en la capital inglesa.
La ruptura y el desconcierto en las redes sociales
Después de una temporada con altibajos en el rendimiento del futbolista, el 26 de octubre pasado, Benjamín cumplió su primer año y el festejo encendió las alarmas en cuanto al estado de la relación. Aunque ambos padres estuvieron presentes, no publicaron fotos juntos, lo cual despertó versiones de separación. Poco después, los rumores se hicieron cada vez más fuertes hasta que Valentina decidió aclararlo en redes, afirmando que ambos habían tomado la decisión de “tomar distancia”, pero mantendrían su vínculo como familia. Esta declaración generó una oleada de comentarios y apoyo de sus seguidores, quienes fueron testigos de este recorrido que hoy entra en pausa.
La historia de Enzo y Valentina representa un viaje de esfuerzos y logros compartidos, forjado desde una juventud llena de ilusiones en San Martín hasta los estadios internacionales y una fama mundial inesperada. Aunque la relación haya llegado a su fin, al menos por ahora, prometen mantenerse como padres presentes y seguir adelante con sus carreras y responsabilidades. El tiempo dirá cómo transcurre esta fábula de amor de dos pibes de barrio que desafiaron sus propios sueños, se hicieron fuertes ante la adversidad y hoy tomaron caminos diferentes.