Roberto García Moritán vivió un lunes lleno de emociones mientras acompañaba a su hija Ana al colegio. A tan solo unos días de haber dejado el Centro Adventista Puiggari, donde estuvo internado por motivos de salud, el empresario y político enfrentó un desconcertante momento en vivo. Un móvil del programa Intrusos lo esperaba en la puerta de la institución educativa y el periodista a cargo no tardó en acercarse y lanzarle la pregunta inevitable: “Te fuiste unos días para estar mejor, contanos un poquito de esto”.
Con un gesto serio y mientras continuaba caminando y no mostraba intenciones de parar, el hombre no dudó en responder: “Acabo de dejar a Anita en el colegio. Pasé un fin de semana espectacular”, en un intento de desviar la atención. Sin embargo, su semblante cambió drásticamente cuando, con un gesto de alarma, señaló hacia su vehículo. “Uy, me rompieron el vidrio”, exclamó.
Fue entonces cuando el periodista, sorprendido, no entraba en razones, “¿En serio? ¿Es tuyo este?”, en tanto que el camarógrafo apuntó la cámara hacia el automóvil donde, efectivamente, la ventanilla del conductor parecía estar rota. La tensión fue palpable. Moritán tomó del hombre al periodista y le pidió que por favor lo deje tranquilo en ese instante de desconcierto, pero todo rápidamente se calmó cuando notó que lo que había ocurrido es que simplemente lo había dejado con la ventanilla baja. La confusión se disipó, y el empresario suspiró aliviado.
Pero la calma duraría poco. El cronista no desperdició la oportunidad para abordar un tema candente: el supuesto romance entre Pampita y el polista Martín Pepa, quien recientemente fue visto con la modelo en el Teatro Colón. El rostro de Moritán cambió de inmediato: “No voy a hablar nunca de Carolina. Es la madre de mi hija”, respondió con firmeza, al dejar en claro que su relación personal con ella es algo que no piensa exponer en los medios.
Lejos de desistir, el cronista insistió, intentando averiguar si las noticias sobre la modelo y el polista le provocaban algún tipo de incomodidad. Moritán se mostró inmutable: “Estoy solo, estoy feliz, estoy muy bien”. Su respuesta parecía un escudo que pretendía no solo proteger su vida privada, sino también preservar la imagen de una separación en términos pacíficos. “Ella puede hacer lo que quiere. Es una mujer adulta, responsable, inteligente y decide. Cada uno decide”, sentenció, al dejar entrever un respeto mutuo entre ambos.
A modo de cierre, García Moritán negó rotundamente haber conocido a Martín Pepa a través de Pampita y desmintió cualquier insinuación de que la presencia del polista en la vida de la modelo tuviera relación con su separación.
Incluso más tarde, en la emisión de LAM, primero fue Pepe Ochoa quien aseguró que el exfuncionario tenía conocimiento del vínculo que estaba teniendo Carolina con el que es señalado como su nueva conquista. “Él sabía que ella estaba de novia, pero todo el entorno de García Moritán se encargó de contarle a todos los periodistas que Roberto no sabía nada, que salió feliz de la clínica adventista”, aseveró.
“Él está muy deprimido y la llamó llorando varias veces”, agregó Yanina Latorre, que reemplazó a Ángel de Brito en la conducción este lunes. “Lo único que hizo Roberto desde que salió fue subir historias de Instagram e ir al mismo departamento donde vivían”, comentó Pepe.
“Otra de las cosas que yo sé que la tiene muy enojada a Pampita es que, en un momento, antes de tener su propia casa en Nordelta, ellos alquilaban una casa en Santa Bárbara. Después ella compró una casa ahí”, comenzó Yanina. “Hubo un momento en la mudanza cuando empezaron a vaciar la casa y las pocas luces de Moritán habría llevado a la amante de ese momento a esa casa”, detalló. “Es la amante que es peluquera y de la que yo ya hablé”, pormenorizó.