Tras conocerse la sentencia de Elián Valenzuela, el artista conocido como L-Gante, su ex pareja Tamara Báez compartió un mensaje en sus historias de Instagram que muchos interpretaron como una reacción de alivio y satisfacción. En la publicación, Báez compartió una imagen de una casa de campo junto al mensaje: “Gracias Dios por exactamente todo”, en lo que pareció un agradecimiento tras el veredicto que marcó el cierre de uno de los momentos más tensos en la vida del artista. Báez, madre de Jamaica, la hija en común con el cantante, mantuvo una postura reservada durante el juicio, pero su mensaje parece haber resonado entre sus seguidores y observadores del proceso judicial.
La condena dictada este lunes estableció para L-Gante una prisión en suspenso de tres años, resultado de un proceso en el que el Tribunal en lo Criminal N°3 de Mercedes, bajo la supervisión del juez Ignacio Racca, lo halló culpable de amenazas en tres episodios distintos. Sin embargo, el tribunal optó por absolverlo de un cargo más grave: la privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de armas de fuego. Esta sentencia evitó que el músico, figura clave en el género de la cumbia 420, enfrentara un tiempo efectivo en prisión, lo que implica que, de cumplir con ciertas condiciones, podrá mantener su libertad.
Cabe destacar que, poco después de recibir el fallo, Elián expresó que se sentía aliviado. “Gran parte se resolvió, así que estoy bastante feliz que me vuelvo a mi casa”, dijo. No obstante, en declaraciones al programa Intrusos, el cantante sostuvo su inocencia y criticó el proceso legal, insinuando que todo el caso fue “un gran armado” por parte de los denunciantes en busca de beneficios económicos. En sus palabras, agradeció el “buen trabajo” de la Justicia, pero subrayó que seguiría luchando por demostrar su inocencia, destacando su disposición a cumplir con las exigencias impuestas por el fallo.
El juez Racca detalló su fallo en los tribunales de Mercedes, donde explicó que los cargos más serios se descartaron debido a la falta de pruebas suficientes y a la inconsistencia en el testimonio de los testigos, a quienes calificó como “mendaces”. También consideró el contexto del incidente —a la salida de una discoteca, en horario de madrugada y bajo la influencia de alcohol— y decidió excluir el agravante de uso de armas. Racca enfatizó, además, la ausencia de antecedentes penales de Valenzuela como un factor atenuante, e indicó que la experiencia carcelaria podría ser perjudicial para el cantante quien, en palabras del juez, debe asumir “su rol de modelo para la juventud”.
Como parte de la sentencia de tres años de prisión en suspenso, L-Gante deberá cumplir con una serie de restricciones impuestas por el Tribunal en lo Criminal N°3 de Mercedes. Estas condiciones buscan mantenerlo bajo un riguroso control judicial, con el objetivo de evitar futuras infracciones y de consolidar su compromiso con la justicia.
Entre las reglas que deberá seguir, Valenzuela está obligado a fijar su residencia y a informar al tribunal sobre cualquier cambio de domicilio o viajes fuera del país. Esta disposición es clave, ya que cualquier salida de Argentina sin la debida notificación podría implicar un incumplimiento y derivar en la activación de su condena en prisión.
Además, el cantante deberá someterse al Patronato de Liberados, una institución que ofrece seguimiento y apoyo a personas en libertad condicional, y abstenerse de todo contacto con las personas que lo denunciaron. Esta medida intenta prevenir nuevos conflictos o represalias, limitando cualquier tipo de interacción que pueda derivar en un conflicto judicial.
Por último, el juez ha solicitado que Valenzuela realice una donación a una entidad de bien público en General Rodríguez, su lugar de residencia y donde ocurrieron los hechos que originaron el proceso judicial. Esta contribución a la comunidad representa no solo una forma de compensación simbólica, sino también un recordatorio del impacto social de su caso.