Paul McCartney cerró su paso por Argentina con un espectacular show en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, dejando un recuerdo imborrable para más de 35.000 personas que se dieron cita para ver una verdadera leyenda de la música. A sus 82 años, exBeatle ofreció un recorrido sin pausa por las distintas etapas de su carrera durante dos horas y media de show.
La del miércoles a la noche fue la última parada en el país del tour Got Back, organizado por En Vivo y DF Entertainment, y se destacó no solo por el inagotable repertorio del músico británico, sino también por la conexión especial que McCartney mostró con la ciudad y su público. El carismático saludo “¡Buenas noches Argentina! ¡Hola Córdoba! ¿Cómo están culiados?”, marcó el tono para una noche cargada de emoción y guiños al público local.
La velada comenzó a las 21 horas con la clásica “Can’t Buy Me Love” y a partir de ahí, McCartney desplegó un setlist que recorrió todas las épocas: desde “Junior’s Farm” y “Letting Go” de Wings, hasta joyas de Los Beatles como “Drive My Car” y “Blackbird”. Los fanáticos corearon con entusiasmo cada canción, mientras el músico británico no dudó en interactuar con ellos, compartiendo anécdotas sobre la creación de sus temas.
Uno de los momentos más conmovedores fue el homenaje a John Lennon con la interpretación de “Here Today”, el tema que le dedicó al guitarrista luego de su asesinato; y “Now and Then”, el rescate emotivo original de John y publicado como single beatle en 2023. La audiencia contempló el acto en absoluto silencio, conectada emocionalmente con la historia de los cuatro de Liverpool.
El paso de McCartney por Córdoba fue breve, pero dejó huella más allá del escenario. Se hospedó en el Hotel Quinto Centenario, donde según el gerente del hotel, Marcelo Salas, mostró su gran amabilidad e interés por la historia de la ciudad. “Cuando llegó, le preguntó al personal del hotel por el origen del nombre Córdoba, ya que le sonaba familiar. Al confirmar que se refería a Córdoba en España, quedó fascinado”, relató Salas en una entrevista para el programa Arriba Córdoba.
Durante su estadía, McCartney no realizó ningún pedido extravagante, según el personal del hotel. Solo solicitó alojarse en la suite presidencial, un lugar reservado para celebridades, y compartió momentos con su equipo de seguridad en una estancia marcada por la sencillez. El propio gerente destacó la calidez y simpatía del artista con todo el personal, quien se mostró siempre atento y amable.
De vuelta al concierto, Paul redobló sus guiños al público cordobés mencionando en pleno show referencias locales como el fernet y el cuarteto, lo que provocó la risa y el aplauso de los fanáticos. Su ya icónica frase “¿Dónde están los culiados?” resonó con fuerza en el estadio y quedó como uno de los momentos memorables de la noche.
El cierre de la jornada llegó con “Hey Jude” y un segmento final que incluyó clásicos de los Wings como “Band On the Run” y “Live and Let Die”, además de un despliegue de fuegos artificiales. Los bises, coronados como es habitual por “Golden Slumbers”, “Carry that Weight y “The End”, cerraron un show que sin dudas quedará grabado en la historia de la música en Córdoba. Con su adiós “Hasta la próxima”, el bajista se despidió del público argentino, dejando abierta la posibilidad de un futuro regreso.
Con un concierto a la altura de su leyenda, Paul McCartney demostró, una vez más, su vigencia como artista y su inquebrantable conexión con generaciones de fanáticos que, desde los 60 hasta hoy, siguen vibrando con su música. El público cordobés volvió a latir con sus canciones con esa indescriptible sensación de sentirse parte de la historia, aunque sea por un rato.