Peter Deantoni, reconocido manager y promotor del rock argentino, murió ayer a los 76 años. La noticia la dio a conocer su hija Cecilia, con una publicación en la cuenta de Instagram del productor y causó gran sorpresa en el ambiente. Se encontraba activo, conduciendo un programa de radio y venía de editar su segundo libro, Peter Deantoni de la A a la Z, donde plasmó su extenso anecdotario rockero y lo prolongó a figuras como Mercedes Sosa y Atahualpa Yupanqui. Trabajó con los músicos más importantes del rock argentino y leyendas internacionales como Frank Sinatra, Rod Stewart o The Police. Pero con nadie vivió tantas cosas como con Pappo, con quien emprendió una aventura por las rutas de Estados Unidos y que reflejó en su primer libro, Pappo Made in USA.
“Hola, soy Cecilia, la hija de Peter. Hoy falleció sorpresivamente de un paro cardiorrespiratorio”, informó la mujer sobre una foto de su padre. En tanto, el periodista Sergio Marchi, quien lo ayudó en la redacción de su primer libro, dio más detalles de su sorpresiva partida. “Murió Peter Deantoni, personaje único dentro del ecosistema rockero argentino. Le colocaron un stent, todo salió bien, pero después falló su corazón y no hubo manera de reanimarlo”, señaló el escritor, que habló con Teleshow sobre su recuerdo de Deantoni.
“Siempre me gustaron los personajes laterales del rock, que hacen que todo gire”, explicó Marchi sobre su atracción por la figura de Peter. “Sin el artista no existiría todo el andamiaje a su alrededor, pero los artistas necesitan de iluminadores, managers, asistentes, empresarios, auspiciantes, fleteros, iluminadores... Dentro del rock hay tipos que son legendarios y Peter es uno de ellos”, agregó el periodista, destacando el carisma del productor.
Ambos se conocieron allá lejos y hace tiempo. “Yo recién empezaba y él ya era un manager de toda la vida”, evoca Marchi viajando más de cuarenta años en el tiempo. Cuando ya entrados los 2000 se embarcó en la biografía Pappo el hombre suburbano, Deantoni fue una fuente de las más jugosas, por lo que él le retribuyó dándole una mano en la producción de Pappo Made in USA. Un trabajo que recomienda especialmente mucho más allá del atractivo del genial guitarrista que unió inconscientemente sus destinos: “Es un libro interesante para todos aquellos que les guste el rock nacional, porque esas historias no las van a encontrar en ningún lado”.
A medida que circuló la información, colegas y amigos se expresaron en las redes para manifestar su dolor. Compañero de mil batallas, descansa es paz”, posteó Andrés Calamaro en su Instagram. “Adiós querido Peter Deantoni. Un abrazo grande a su familia. Que quede el mejor de los recuerdos y que el dolor de la pérdida se transforme en sonrisas al evocarlo”, escribió Juanchi Baleirón, guitarrista de Pericos. “Falleció Peter Deantoni. Muy triste Es el fin de una era, definitivamente”, sumó la baterista Andrea Álvarez.
“A él, nadie tiene que contarle ninguna historia, pues la vivió por dentro”, escribió el productor Carlos Rodríguez Ares en el prólogo a su segundo libro y es una frase que sintetiza la manera en que vivió Deantoni. Encontró el rock como muchos niños y adolescentes de su generación: viendo una película de Elvis junto a su mamá, en un cine de barrio. Pero eligió ser protagonista y no espectador, entonces se propuso escribir su propio destino.
De a poco fue dejando su lugar de público, en el que fue testigo de la explosión de la trinidad Los Gatos, Manal y Almendra para empezar a entrar en el juego. El primer grupo con el que trabajó fue Color Humano, el desprendimiento de Almendra que comandó Edelmiro Molinari. Cuando el guitarrista partió a Estados Unidos, se sumó a las filas de Vox Dei y luego trabajó con Nito Mestre y Los Abuelos de la Nada en su versión ochentosa. En paralelo, tuvo que ver con las visitas de las primeras figuras internacionales, como Joe Cocker, BB King e incluso Frank Sinatra, y acompañó a Rod Stewart en modo fan durante su increíble seguimiento de la selección de Escocia durante el Mundial 78.
Más allá de estas luminarias, su nombre quedará para siempre ligado a Pappo y su incursión en el mercado estadounidense, tal como lo contó en Pappo Made in USA en el que resume parte de su anecdotario. Allí cuenta su travesía por el país del norte con afanes de conquista, que tuvo su punto cúlmine con el Carpo actuando en el Madison Square Garden invitado por B.B. King.