El próximo 5 de noviembre, el corazón cultural de San Isidro latirá con fuerza gracias a la esperada inauguración del Teatro Marín, un proyecto liderado por el experimentado productor teatral Gustavo Ferrari. Con una mochila cargada de experiencias a sus espaldas, no es un improvisado en el tema ni mucho menos, es un hombre que vive y que siente las tablas como su propia vida.
En charla exclusiva con Teleshow, a días de levantarse finalmente el telón, reveló los pormenores de cómo se llegó a este momento, todo comenzó “de un modo natural, como te llegan muchas cosas que te suceden en la vida profesional, un devenir natural de los hechos”.
Todo comenzó con una simple conversación: “Un amigo, Hernán, que vive en San Isidro y da clases en el Colegio Marín, me cuenta de un teatro adentro del colegio con 833 localidades”, comenzó su relato Ferrari. Esa revelación fue el punto de partida de lo que hoy es un ambicioso proyecto de transformación cultural. “Sabiendo que trabajo bastante produciendo obras de teatro en gira, de teatro comercial, me armó una reunión con el director Andrés Sensini y fuimos avanzando hasta lo que va a suceder el 5 de noviembre, la inauguración”, expresó con entusiasmo.
El potencial del recinto es innegable, y Ferrari lo sabe bien: “Nos permite recibir espectáculos de gran envergadura de teatro y música por su capacidad, y tiene el beneficio de estar en un predio con estacionamiento para 200 autos. Eso es algo muy cómodo para el espectador”. Fue entonces que se inició el proceso para consensuar la firma de un contrato y sobre ello explicó que “desde mi productora, Roma Produce , iniciamos un camino de inversión”. Una de las primeras fue contratar a Ariel Aidelman , el reconocido arquitecto con vasta experiencia en estos ámbitos, “para llevar adelante las mejoras edilicias pautadas para este año del teatro, como el hall del teatro, la construcción de boletería, un baño para discapacitados, pintura, marquesinas y otros detalles más”, explicó, a la vez que También aclaró que en este proceso se contó igualmente con el apoyo del arquitecto del colegio, Pablo Terzaghi , con quien “realizamos todo lo necesario para la habilitación del teatro”.
La felicidad del productor se siente, se vive, se comparte , y sus palabras son apenas una muestra de sus sentires: “Abrir un teatro a toda la comunidad, y acompañado por mi mujer, Marina Pampín , gestora cultural, es maravilloso. Da mucha felicidad llevar adelante gestiones que acercan el teatro, el vivo, a la gente en un mundo tan impregnado por las redes, y por la virtualidad desarrollar la actividad teatral, el show en vivo y poder intervenir en el presente le da un sentido a la existencia.
No es la primera vez que Ferrari se enfrenta al desafío de inaugurar un teatro. “En el año 93 tuve el primer pilar de mi vida, que fue inaugurar como productor y gestor el hoy prestigioso Teatro El Callejón , junto a Miguel Ángel Solá , Alicia Leloutre , entre otros”, recordó con orgullo. Y ese no fue su único gran logro. “El año pasado, el Sindicato de Comercio me dio la responsabilidad de llevar adelante el Teatro Carlos Carella “, comentó.
Este nuevo emprendimiento en San Isidro, sin embargo, tiene un significado especial. “Este 2024, a más de 30 años de mi primera inauguración, llevar adelante el Teatro Marín afirma que mi deseo es idéntico a mi destino”, aseguró quien está por cumplir 25 años como productor de teatro comercial. Su pasión por las artes escénicas, en tanto, viene de lejos: “Empiezo en el mundo del teatro a través de la actuación con grandes maestros como Alejandra Boero, Alberto Félix Alberto, Eduardo Riva, Serrano, entre otros”.
Y es que Gustavo, antes de ser un reconocido productor teatral, construyó una sólida carrera como actor tanto en cine, televisión como en teatro, dejando una marca en cada uno de estos medios. Su debut no pudo ser más emblemático: se subió al escenario para interpretar una versión de Bodas de Sangre, la célebre obra de Federico García Lorca. Este primer contacto con el teatro lo marcó profundamente, abriéndole las puertas a un camino que lo llevaría a perfeccionarse en diversas disciplinas. Años más tarde, gracias a una beca del Teatro del Sur, dirigida por Alberto Félix Alberto, y con el apoyo de la Fundación Antorchas, continuó su formación integral.
Su carrera actoral pronto despegó, al destacarse en propuestas teatrales de distintos géneros. Entre ellas, su participación en En los Zaguanes, Ángeles Muertos, una obra que lo llevó al Festival de Montreal, le permitió llevar su arte más allá de las fronteras. No obstante, también supo combinar su trabajo en el teatro experimental con el éxito comercial, como lo demostró con su participación en Socorro 5º año, el popular ciclo televisivo que también brilló en los escenarios.
Después de revisar lo dado Sin embargo, sobre las tablas, su trabajo más destacado como actor fue en la obra Bent , una pieza de gran intensidad emocional, donde su interpretación fue ampliamente elogiada. Pero este presente lo encuentra del otro lado, pero sin perder la pasión, porque el teatro es más que una profesión; es una forma de vida. “Mi sueño es generar una emoción en la gente” , reflexionó, a la vez que reveló que uno de sus mayores placeres es ver al público aplaudir de pie. “Dos de esos sueños los voy a vivir ahora en noviembre en el Teatro Marín” , expresó con una profunda emoción. Las primeras dos obras que presentarán en el teatro son producciones propias: Juan Pablo Geretto con Mi maestra normal y Habitación Macbeth, de Pompeyo Audivert . “Dos obras que sé que el público aplaude de pie”, afirmó con convicción.
Sobre el tema también se refirió a Carlos Rottemberg , al destacar que “en mí se inscribe una relación como teatrista, que muchas veces a lo largo de mi vida he participado y he propiciado acompañar distintas inauguraciones que nada tienen que ver con mi empresa. No hablamos aquí de una empresa propia o de interés comercial sobre la iniciativa, mi intención es siempre acompañar iniciativas como en Tres Arroyos , en La Pampa , en Roca o próximamente en Junín “.
“Esta sala existe desde siempre, pero nunca como teatro incorporado al circuito comercial, nunca con un productor privado. Y le pedí a Luis Brandoni, como amigo y como teatrista, que acompañe como padrino artístico esa noche de la inauguración del 5 de noviembre”, a la vez que afirmó que ya tuvo la posibilidad de ver la sala y la adjetivó como “importantísima”, no solo por la cantidad de butacas que posee, sino también por la zona de influencia.
El Teatro Marín, con su capacidad para albergar espectáculos de gran calibre, promete arrancar con fuerza. “El teatro Marín arranca de pie”, concluyó Ferrari, al dejar en claro que este proyecto no solo es el resultado de una larga trayectoria, sino también el comienzo de una nueva era para el teatro en San Isidro.