Esta semana, trascendió que el presidente Javier Milei tiene pensado viajar a Londres para conocer a Mick Jagger. Durante la visita del ex primer ministro británico Boris Johnson a la Casa Rosada, el economista le habría planteado esta inquietud y le solicitó que lo ayude a gestionar su tan ansiada reunión con el mítico cantante de 81 años.
Según reiteró el Presidente en reiteradas oportunidades, el frontman de los Rolling Stones es uno de sus referentes en su conocida afición a la música. En su juventud, supo comandar una banda llamada Everest, donde recreaban el repertorio de los británicos, y el 26 de julio pasado, ya como primer mandatario, saludó al cantante con un mensaje en sus redes sociales por su cumpleaños.
No sería el primer encuentro de Jagger con el poder de turno en la Argentina. En sus cuatro visitas al país, tanto el cantante como sus compañeros Keith Richards, Ron Wood y el inolvidable Charlie Watts estuvieron cara a cara con presidentes, intendentes y diferentes autoridades del poder. Una práctica que se repite en cada lugar que visitan, pero que en ningún otro genera tanta repercusión como en este. Al fin y al cabo, somos el mejor público del mundo y en ningún lado se quiere más a los Stones como acá.
A casi tres décadas, la primera visita sigue siendo la más recordad: los Rolling Stones pisaban suelo argentino para saldar una deuda histórica con dos generaciones de fans. Era febrero de 1995, el presidente Carlos Menem buscaba su reelección y alguien pensó que era una buena idea recibir a sus majestades satánicas, ya que por esos días no se hablaba de otra cosa.
El artífice del encuentro fue Juan Bautista Tata Yofre, extitular de la Secretaría de Inteligencia del Estado y reconocido fanático del grupo. Por entonces, trabajaba como asesor presidencial y formaba parte del equipo de campaña del riojano. Tal como contó en detalle en una nota publicada en Infobae con su firma, fue él en persona quien casi que le impuso la reunión al primer mandatario.
“Carlos, están los Rolling Stones en Buenos Aires y van a dar cinco conciertos. Cinco conciertos con 60 mil chicos, son 300 mil chicos. Necesito que los recibas”, evocó Yofre en la mencionada nota. La cita tuvo lugar el 10 de febrero, horas después de su histórico primer show en el Monumental, pero Yofre la vio de lejos, ocupado en su trabajo por la reelección. Antes, había movido influencias para que las habitaciones de los músicos estuvieran a salvo de requisas incómodas. La imagen es de las más recordadas de los diez años de menemismo. Trajeados de diferentes colores, sonrientes ante diferentes cámaras, gesticulando cada uno según le pintara, Carlos se dio el gusto de ser por un rato el quinto stone.
En 1996, Ron Wood volvió a la Argentina. No lo hizo en el rol de guitarrista de la banda de rock más grande del mundo, sino en su faceta de artista plástico y, entre sus solicitudes, estaba un nuevo encuentro con el Presidente. Yofre fue el encargado de organizarlo y esta vez sí fue testigo, en uno de los salones de la Casa Rosada. Según sus palabras, el principal objetivo de Wood era renovar el stock de habanos cubanos que Menem les había obsequiado un año atrás y que recibía directamente de las manos del presidente cubano Fidel Castro.
En 1998, los Stones volvieron al país para dar otros cinco shows en River entre marzo y abril. Aun sin la fiebre de la primera vez, los fans locales volvieron a colmar el Monumental, con el agregado de que los dos últimos shows contaron con la presencia de Bob Dylan. El encuentro de las leyendas, que hicieron juntas el himno “Like a Rolling Stone” firmado por el de Minnesota, quedó como recuerdo fijado de una visita menos fluorescente que la anterior. Los músicos estaban más grandes, cada uno hacía la suya y no había rereelección en el horizonte.
Sin embargo, la cuota política la dio el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Fernando de la Rúa, quien los declaró visitantes ilustres en un acto improvisado antes del primer concierto. Los músicos ya no compartían hotel y no se los vio mucho juntos. Por caso, Jagger voló con destino a Punta del Este a la casa de Marcos Gastaldi, producto de su amistad con Federico, hermano del empresario; mientras que Richards y Wood fueron con sus familias a un campo en la zona de Lobos.
Pasaron ocho años y un disco nuevo posibilitó el tercer desembarco de la banda por estas tierras. A bigger bang los impulsó a dos jornadas de verano en River que quedaron salpicadas por dos fotos puntuales: los incidentes que se generaron en las inmediaciones del Monumental y la lluvia torrencial que los bendijo la última noche y le dio la épica que no sabían que necesitaban.
No hay registro de encuentros oficiales ni con el presidente Néstor Kirchner ni el jefe de gobierno porteño, Jorge Telerman, quien sí los vio en vivo. En cambio, la banda recibió de parte del por entonces presidente José María Aguilar, las camisetas del Millonario con la mítica lengua estampada en el pecho y el dorsal 10 con el respectivo nombre de los músicos en la espalda.
En febrero de 2016 los Rolling volvieron al país para las que se presume serán sus últimas actuaciones en suelo argentino, pese a que sus fans sueñan en que haya una función más. En esta oportunidad, se presentaron en el Estadio Único de La Plata, donde dieron tres conciertos. Y a medida que se acercaba la fecha, el equipo presidencial se propuso obtener la tan ansiada foto de Mauricio Macri con los cuatro músicos.
De hecho, el empresario declinó la invitación a los shows, como estrategia para conseguir su objetivo. Antes del segundo recital en La Plata y tras varias idas y vueltas, los Rolling Stones recibieron la llave de la capital provincial de manos del intendente platense, Julio Garro. Previamente, el entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, compartió en sus redes sociales su foto con Mick Jagger, fuera de toda agenda protocolar.
“Pasé a saludar a Mick Jagger por una producción que están haciendo en Buenos Aires en el marco de su gira por Argentina. ¡Me contó que está fascinado con el calor de nuestra Ciudad y de todos los fans!”, escribió Larreta junto a la postal en la que se los ve a los dos sonrientes, bajo el sol del verano porteño, aunque al rockero se lo ve algo más precavido de lentes oscuros y sombrero Panamá de rafia.
Al finalizar la tanda de recitales en el Único, Jagger, Richards, Watts y Wood visitaron a Mauricio Macri en su quinta Los Abrojos, ubicada en la localidad de Tortuguitas. De la foto protocolar participaron la primera dama Juliana Awada y Antonia, la hija del matrimonio presidencial que por entonces tenía cuatro años y medio. La mujer posa con una camiseta de la selección argentina con el logo stone en el centro y la imagen de la niña, tomada de la mano a Keith, es el detalle que quedó para la posteridad. En su mano derecha, el guitarrista llevaba un vaso de trago corto, pero esa es otra historia.
El tiempo dirá si los Rolling vuelven a tocar en Argentina, pero a esta altura parece que está más cerca de cumplirse el sueño de Milei. “Yo tuve una banda de rock y cantaba música de los Stones. Entonces empezás a comprender de qué va la forma en la cual me lookeo, por decirlo de alguna manera”, le dijo el economista a Teleshow en 2018, cuando su nombre y su figura irrumpieron en los medios sin que nadie presagiara lo que iba a ocurrir.
Siempre activo en las redes, en junio de este año y ya con seis meses de gestión presidencial, interactuó con los usuarios de X. Allí, entre loas a Elvis, Los Beatles y Santana, aseguró que la mejor banda de la historia es The Rolling Stones. Además, destacó a “Rip this joint”, tema incluido en Exile on main st., como su preferido del grupo.
El 26 de julio pasado dio otro paso en su camino para conocer al cantante. Lo saludó con un mensaje en su cuenta de X con motivo de su cumpleaños 81: “Happy birthday Mick Jagger!!! Viva la libertad carajo (sic)”, escribió junto a una foto del británico en acción. Y un empujoncito para estar más cerca de cumplir aquel sueño del pibe.