Gerardo Romano es uno de los actores más importantes de su generación. Con una dilatada trayectoria en cine, teatro y televisión, actualmente se luce en Un judío común y corriente, el unipersonal en el que brilla hace una década. Y mientras se prepara para volver a darle vida al temible comisario Antín en el spin-off de El Marginal, reveló el delicado inconveniente de salud en el que estuvo en riesgo su vida.
En diálogo con Catalina Dlugi para la Once Diez, el actor reflexionó sobre algunos de sus personajes más icónicos pero todo quedó a un lado cuando se refirió a su salud. Romano fue diagnosticado con Parkinson es 2017, y en contadas ocasiones habló del tema. “No quiero invitar al otro a concurrir a las miserias que uno pueda tener. También pasó un tiempo, lo elaboré”, se justificó.
A continuación, reveló que además del Parkinson que lo acompaña en su cotidianeidad, viene de transitar un delicado cuadro. “Acabo de salir de una internación de once días con neumonía. Y nunca estuve tan cerca de la muerte, nunca la vi tan cerca como esta vez”, afirmó con contundencia. Romano aseguró no tener en claro hasta este momento de qué se trataba la neumonía, ni cuáles eran sus síntomas. Y eligió una figura clara para explicar lo que sintió.
“Para que te des una idea, cuando toses, el dolor es tan profundo como si Mike Tyson te pegara un gancho al hígado o al riñón. Es dolorosísimo, tremendísimo, muy, muy jodido de soportar”, graficó. Y sorprendió aun más con la siguiente revelación: “No le tuve miedo a la muerte”.
El último verano, en diálogo con este medio, el actor habló abiertamente sobre su batalla contra el Parkinson, un trastorno progresivo que afecta el sistema nervioso y las partes del cuerpo controladas por los nervios, que le fue diagnosticado hace siete años. “Estoy bien, ya estoy acostumbrado, aunque en verdad uno nunca se termina de acostumbrar”, confesó el intérprete, quien desde entonces ha trabajado intensamente para mantener el ánimo y no caer en la depresión.
En este sentido, el actor destacó que encontró en el trabajo una vía de escape y una fuente de motivación para salir adelante. En particular, su obra de teatro Un judío común y corriente ha sido fundamental para él. “Estoy contento de seguir con la obra, a pesar de todo. Trabajar es lo más preciado, la posibilidad de decir lo que querés, de hacer lo que a uno le gusta”, afirmó.
Aunque el trabajo es su principal motor, Romano cuenta con el apoyo incondicional de su familia, quienes lo acompañan en este difícil proceso. “Ellos me quieren, les debe doler, pero la vida es así. Me ven trabajando, y aunque tengo Parkinson, no puedo entregarme y renunciar”, concluyó, demostrando su resiliencia y compromiso con la vida y su profesión.
Un judío común y corriente es un unipersonal escrito por Charles Lewinsky, con versión en español de Lázaro Droznes y dirección de Manuel González Gil. La trama refleja el conflicto que debe resolver un judío alemán cuando recibe la invitación de un profesor de Ciencias Sociales de una escuela secundaria, cuyos alumnos quieren conocer a un judío en persona después de haber estudiado el nazismo. Y, entre otros reconocimientos, ha recibido una distinción en los Premios Konex 2021 por este trabajo, que le valió excelentes críticas por parte de la prensa desde su debut en el año 2015 hasta la fecha.