Sorpresa en The Floor: el apellido que nadie imaginaba y que logró descolocar a Guido Kaczka

En la última emisión de The Floor se vivió uno de esos momentos que solo la televisión en vivo puede ofrecer: un instante de humor y desconcierto que sorprendió tanto al público como al propio conductor. Lo que parecía una simple interacción entre dos concursantes se transformó en un episodio cómico cuando Iñaki, uno de los participantes, reveló su apellido de manera tan inesperada que dejó a todos sin palabras.

El desafío entre Iñaki y otro concursante, Ignacio, parecía seguir el curso habitual del programa. En su estilo característico, Guido Kaczka inició el diálogo con preguntas ligeras y casuales, buscando crear un ambiente relajado antes de que comenzara la competencia. “Ahí vienen Iñaki, el señor Ignacio te desafió. Ignacio, buenas noches ¿segundo nombre tenés?”, le preguntó a uno de ellos. La respuesta fue simple: “Sí, Leonel”. El intercambio continuó de manera natural, con el conductor averiguando más detalles: “¿Nacho Leonel qué?”, a lo que el participante respondió “Carril”, con una sonrisa. Todo parecía fluir dentro de los parámetros habituales del ciclo, con Guido mostrando su conocida habilidad para mantener una atmósfera relajada al hacer preguntas triviales que suelen arrancar alguna sonrisa o comentario ingenioso de los participantes.

Pero entonces llegó el turno de Iñaki, el contrincante de Ignacio. Cuando Guido le preguntó si tenía un segundo nombre, la respuesta también fue simple: “Emanuel”. Sin embargo, fue la siguiente pregunta de Kaczka la que desató la situación que todos recordarían: “¿Y el apellido?”. La respuesta de Iñaki fue contundente y dejó una marca de desconcierto en el ambiente: “Garcho”.

El apellido resonó en el estudio con una mezcla de sorpresa y risa contenida. Al principio, el público no reaccionó de inmediato, pero Guido, siempre rápido de reflejos, mostró su desconcierto: “¿Garcho?”, repitió, incrédulo. Iñaki, lejos de mostrar nerviosismo o duda, confirmó su respuesta, riéndose ligeramente: “Garcho”. Fue en ese momento cuando la tensión cómica se hizo evidente. Con su aguda habilidad para convertir cualquier situación inesperada en algo gracioso, Guido intentó retomar el control del momento, pero el apellido ya había creado un ambiente de humor irónico.

El propio participante fue el que continuó con una broma que jugaba con la sonoridad del apellido: “En el pasaporte europeo dice Garcho, Iñaki Garcho, así que vamos a garch...”. El comentario, que rozaba lo cómico y lo arriesgado, generó una ola de risas entre los presentes, pero Guido fue rápido en matizar la situación, cortando la broma antes de que escalara demasiado: “Bueno, veníamos bien, a lo último mal. Porque veníamos los dos bien, como ‘hola, señor Garcho’, no importa, hay que seguir”.

En los últimos días también se vivió un momento parecido cuando Lucía, una joven escritora de 31 años, logró dejar sin palabras a Guido al detallar a qué género literario se dedica. Con la intención de conocer mejor a los participantes y quitar un poco de la presión ante el duelo, Kaczka se tomó unos segundos y les preguntó a qué se dedicaban.

“Soy ilustrador freelance. Diseño personajes de fantasía para algunos clientes”, contó el participante Andrés acerca de su profesión. En seguida, Guido quiso saber si tenía clientes en el exterior y, al responder que sí, el conductor no ocultó su alegría: “Eso es buenísimo”. Tras este breve intercambio, el conductor centró su atención en Lucía que, al contar su profesión, generó una catarata de preguntas: “Soy streamer. Escritora de erótica y metafísica”.

“¿De erótica? O sea, cuentos…”, comenzó diciendo Guido sin animarse a decir las palabras. Fue entonces cuando la joven agregó: “Eróticos”. Con la intención de saber un poco más acerca del tema, Kaczka volvió a preguntar: “¿Qué onda? Se conocen y…?”, dijo para luego hacer un movimiento con el cuerpo que provocó la risa de los presentes. “(Se conocen y) pasan cosas”, respondió la streamer sin dudarlo y, entre risas, el animador bromeó haciendo referencia al segundo género literario: “Justamente, es la materia”.