Después de años de vivir con dolor, Ova Sabatini, esposo de Catherine Fulop, inició un camino de recuperación tras someterse a una esperada operación de reemplazo de cadera. El procedimiento, realizado en el Hospital Austral, representaba el fin de un largo periodo de malestar que lo afectaba tanto física como emocionalmente. “Venía mal hace como tres años”, reveló la actriz, refiriéndose al deterioro paulatino que había experimentado su compañero, quien postergó la intervención por diversas razones.
Es que en los últimos años, Sabatini había lidiado con un dolor que inicialmente creyó muscular, pero que se reveló como una afección más seria. Finalmente, la cirugía se concretó, y según palabras de Fulop, “la operación salió perfecta”. El equipo médico les dio un parte positivo, lo que representó un alivio para la familia. A pesar de la importancia de la intervención, ella explicó que los doctores le aseguraron que las complicaciones que Ova experimentaba en los primeros días eran “muy comunes” tras un procedimiento de esta magnitud.
Y finalmente, en las últimas horas se confirmó el alta para Ova, tal como ella misma destacó en una charla exclusiva con Teleshow: “Él está bárbaro. Anoche pudimos descansar. La primera noche fue la dramática porque estaba con todos los dolores de la operación. Una operación que es muy grande, es romper, abrir los músculos, romper un hueso, poner una cadera nueva”, graficó.
“Anoche fue que pudo descansar. Ya con menos dolor y eso fue lo que permitió que él se levantara. Hoy está caminando, estoy sorprendida, y hasta yo me siento bien”, destacó sobre la recuperación del empresario, quien en las horas posteriores tras la intervención quirúrgica “no podía descansar, estaba muy dolorido con temas típicos de una operación tan grande. Entraban y salían enfermeras, pero ya hoy como si nada”, destacó.
Así, con la operación ya completada y los primeros días postoperatorios superados, Fulop compartió los detalles del proceso de recuperación. Según explicó la actriz, la clave en esta fase será la paciencia y la tranquilidad: “Ahora la recuperación es con tranquilidad. Caminar poco esta semana en casa, tranquilo hasta que le toque la próxima consulta”, indicó, al subrayar la importancia de no apresurar los avances. La segunda consulta está programada para el final de la segunda semana, momento en el que se evaluarán los progresos de Sabatini.
La recuperación completa no solo depende del reposo, sino de un plan estructurado que comenzará la tercera semana tras la cirugía, con sesiones de kinesiología destinadas a fortalecer los músculos atrofiados por el tiempo que Sabatini pasó lidiando con el dolor de su cadera deteriorada. “El cuerpo se defendió del dolor que tenía con esta cadera que estaba mal”, explicó Fulop, destacando cómo los músculos de la pierna de Ova se habían acortado por la falta de movilidad adecuada. El objetivo de esta fase de rehabilitación será restaurar la movilidad total, un proceso que demandará esfuerzo y constancia.
Ella mostró plena confianza en que la operación será un éxito, basándose en las referencias positivas que tanto el equipo médico como amigos de su marido, que pasaron por cirugías similares, le dieron. El doctor Federico Burgo, encargado del procedimiento, cuenta con una sólida trayectoria en este tipo de intervenciones, lo que dio seguridad a la familia. “Es de verdad que todas las referencias que tenemos... la recuperación ha sido bárbara y satisfactoria”, comentó, reafirmando que el ánimo de su esposo sigue alto. “Él se siente con mucho ánimo y estamos acá como familia acompañándolo”, cerró sobre cómo continuarán los días.
Cabe recordar que Ova Sabatini llevaba tiempo necesitando la intervención, pero el miedo y las circunstancias familiares lo llevaron a aplazarla. Según explicó Fulop, él “no tenía muchas ganas de hacerlo” y el temor ante la posibilidad de no quedar bien fue un factor clave para retrasar la decisión. A ello se sumó el matrimonio de su hija, Oriana Sabatini, con el futbolista Paulo Dybala en mayo pasado. Él no quería arriesgarse a no estar en condiciones óptimas para disfrutar del evento, por lo que prefirió esperar a que la boda pasara antes de someterse a la cirugía. Durante ese tiempo, utilizó métodos paliativos como inyecciones para poder sobrellevar el dolor y participar plenamente en la celebración.