“Pasaron muchas cosas. Pasa que está Icardi en la casa, ¿qué te va a decir?” Con esta declaración, L-Gante dejó entrever una historia más compleja de lo que muchos pensaban. La pregunta que Susana Giménez lanzó con su inconfundible tono inquisitivo buscaba respuestas directas sobre el vínculo entre el cantante de RKT y Wanda Nara, quien en los últimos años fue protagonista de la farándula tanto por sus negocios como por su vida sentimental. Pero, como tantas veces ocurre en el mundo del espectáculo, las respuestas llegaron cargadas de ambigüedad y misterio.
La historia entre ambos estuvo desde un primer momento en el centro del huracán mediático. Todo comenzó cuando él fue señalado como el tercero en discordia en el matrimonio de Wanda con el futbolista Mauro Icardi, en medio de una relación que se convirtió un verdadero culebrón mediático. Entre idas y vueltas, peleas públicas y reconciliaciones, los medios alimentaron la idea de un romance entre el intérprete y la empresaria.
Lo que avivó aún más el fuego fue la famosa foto que se filtró hace unos días. En esa imagen, tomada en la Basílica de Luján, se los ve a ambos besándose, en lo que parecía ser una confirmación gráfica del tan rumoreado romance. “Eso fue hace mucho”, comentó él, casi desentendiéndose de la viralización de la instantánea: “Habíamos ido a un boliche en Luján y a la salida pintó foto en la Basílica. Esa foto salió a la luz la semana pasada, creo, y así quedé”, explicó, a la vez que se mostró sorprendido por el hecho. Pero la explicación sencilla no apagó la chispa de curiosidad que encendió la conductora con su implacable pregunta: “¿Te enamoraste de Wanda?”.
Sin dudar, el cantante admitió que habían pasado “muchas cosas”, al insinuar que la relación no era meramente de amistad, tal como Wanda solía afirmar ante los micrófonos. Sus palabras dejaron en claro que había habido algo más, algo que no podía ser dicho en público, especialmente con Icardi, el esposo de Wanda, presente en casa.
El futbolista, que recientemente anunció su reconciliación con Wanda tras varios meses de separación, se mantiene como una figura constante en esta historia. Es como si su presencia fuera una sombra sobre la relación entre L-Gante y la empresaria, siempre latente, aunque nunca completamente visible. “Es raro”, dijo el padre de Jamaica, al referirse a esa dinámica en la que él debía medir sus palabras y sus acciones para no complicar más la situación.
Sin embargo, no dejó pasar la oportunidad de destacar el carácter de la conductora de Bake Off: “Es una gran mujer, una gran mamá”, dijo con una calidez que contrastaba con las frías especulaciones mediáticas que a menudo la rodean. Su vínculo, que comenzó en un evento tiempo atrás y luego se materializó en un videoclip conjunto titulado El último romántico, parecía tener matices más profundos, aunque el cantante prefirió no ahondar demasiado.
La diva de los teléfonos, siempre sagaz, notó algo más en la mirada de su entrevistado. “Yo pienso que hay algo…”, comentó, con esa chispa de complicidad que la hace famosa en sus encuentros en el living. Pero L-Gante fue tajante: “Ahora ya no hablamos más. Yo ya me enfoqué en mí a full”. Esta respuesta marcó un giro en la conversación, como si él quisiera cerrar ese capítulo definitivamente. “Entiendo que soy chico, pero tampoco me voy a dejar boludear por personas más grandes que yo”, agregó con una dureza inesperada, dejando entrever que ese vínculo le había dejado una lección importante.
Así, la relación entre L-Gante, Wanda Nara e Icardi sigue siendo uno de los temas más candentes en el mundo del espectáculo, pero por ahora, el cantante parece decidido a enfocarse en su carrera y en su vida personal, dejando atrás el enigma de su relación con la mediática. El desenlace, como toda buena novela, aún está por escribirse.