El 8 de octubre falleció la madre de Eva Bargiela . Ante esta difícil noticia, una de sus hermanas, Guadalupe se refirió al momento complejo que atraviesa la familia, mientras que la exesposa de Facundo Moyano decidió no pronunciarse aún al respecto, como tampoco su otra hermana Mavi.
Guadalupe usó su cuenta de Instagram para despedirse públicamente de su madre, acompañando emotivas palabras con una serie de fotos familiares e íntimas. Este hecho ganó notoriedad durante el fin de semana, ya que las palabras emotivas de Guadalupe conmovieron a los usuarios de la red y se volvieron virales.
“Hoy el mundo es un poquito más injusto”, expresó Guadalupe al iniciar su homenaje. Recordó a su madre con cariño y gratitud, mencionando cómo siempre estuvo a su lado, apoyándola en momentos de dificultad, ya sea durante discusiones, preocupaciones políticas o cuando buscaba consuelo en su hogar materno. Guadalupe destacó el activismo de su madre por la igualdad y su lucha contra el capacitismo.
El posteo recibió numerosos mensajes de apoyo y solidaridad por parte de sus seguidores, quienes le enviaron abrazos y palabras de aliento. Mientras tanto, Eva Bargiela, quien también utiliza sus redes sociales para compartir su vida con sus seguidores, ha optado por el silencio en este momento. Tampoco se ha especificado la causa de la muerte de su madre o las circunstancias que la rodearon. En su última publicación en Instagram, Eva se mostró en las Salinas Grandes de Jujuy, compartiendo su día a día con sus más de 387 mil seguidores.
Así describe y despide a su madre en su cuenta de Instagram Guadalupe Bargiela: Ayer se fue mi mamá. El amor, mensajes y abrazos de sus compas de laburo, me dicen que fue una hermosa persona. Hoy el mundo es un poquito más injusto. Comparto un texto que escribí ayer, sin saber que iba a pasar. La nombro siempre en presente, porque así lo está en nosotres y en cada une que acompañó. ¡Gracias mami, algún día quiero ser como vos!
Mi mamá es esa que me deja comer en su laburo cuando no quiero llegar a mi casa y comer sola con mi gato. Me deja sentarme, como una más de su equipo, a comer comida de hospital y hablar boludeces.
Mi mamá es esa que me dice en chiste “si, trabajamos para mantener el modelo médico” y la que afirma “todes somos sociales”. Porque si, mamá, efectivamente lo somos.
Mi mamá es la que me banca la cabeza cuando me peleo con alguien, cuando tengo quilombos políticos, cuando me angustio y me quedo en su casa como si volviera a tener 15 años.
Mi mamá es la que me banca las veces que la pifio y con quien conecto desde mi militancia, cuando me corrige una idea de jornada o proyecto.
Mi mamá es la que movió todo para que yo pueda hacer las cosas en igualdad con las personas sin discapacidad, y la que me pide que me cuide en cada marcha.
Mi mamá es la que se siente mal, pero le quiere llevar facturas a les enfermeres. Gracias, mamá, porque con tu ejemplo me enseñás a moverme en la vida.
Gracias, mamá, porque militás el anti-capacitismo como yo, antes que yo, sin hablar de convenciones. Gracias, mamá por enseñarme a defenderme a mí, a otres, los derechos e injusticias.
¡Gracias, mamá, (y hasta siempre) algún día conseguiremos esa Patria justa!