Ganó 10 millones de pesos en The Floor y descolocó a Guido Kaczka con su estrategia: “Amiga le dicen”

Agostina, una percusionista de 30 años, se impuso en el duelo final con una jugada riesgosa que sorprendió al presentador

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La joven percusionista sacó ventaja de su contrincante y logró quedarse con la victoria esa noche (Video: The Floor - El Trece)

Desde la llegada de The Floor a la pantalla de El Trece, Guido Kaczka logró obtener la atención de los televidentes con su nuevo formato de preguntas y respuetas. Entre historias de vida y estrategias inesperadas, y además de perseguir el dinero en efectivo, los participantes buscan dejar su huella en la pantalla e impresionar al conductor. Esto último ocurrió durante el duelo final de este lunes por la noche cuando se enfrentaron las últimas competidoras, una de ellas usó una particular estrategia contra la otra y descolocó al animador.

Luego de derrotar a la mayoría de sus compañeros, Agostina, una percusionista de 30 años, quedó enfrentada a Gisela, psicóloga, de 37. Si bien al comienzo parecían haber conseguido una aparente amistad, sus objetivos eran claros y las dos estaban dispuestas a llevarse el premio. Lejos de notar esta competitividad, Guido se entrometió y comentó: “Duelo final por 10 millones de pesos…”. Acto seguido, Gisela se subió a la tarima para enfrentarse al reto. En medio de un vaivén de emociones, Agostina le comentó: “Llegamos las chicas”.

Emocionado por esta instancia, el presentador acotó: “Sí. Bravo, Gisela y Agostina. Muy bien ambas”. Tras estas palabras, él aprovechó para darle el pie a la percusionista a elegir tema para el duelo, y sin dudarlo, optó por la categoría de “Instrumental automotor”. Al ser consultada por cuál de las dos iba a comenzar con la primera consigna, señaló con su dedo a su contrincante y dijo con firmeza: “Gisela”. Una vez más, el animador se metió en el medio e indicó: “10 millones de pesos. Agostina para viajar y su moto, mientras Gisela para hacerse su consultorio. Ninguna pudo ganar tres millones de pesos, pero ahora una va quedarse con el premio y todo los territorios”.

A la par, las participantes respondieron correctamente los símbolos de la pantalla a sus espaldas. “Freno de mano”, “desempañador”, “presión de aceite” y “batería” fueron algunas de las consignas que contestaron ambas sin ningún inconveniente. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que la terapeuta estuviera en desventaja y resaltara el conocimiento oculto de la otra. Esto dio a lugar a que quedara afuera del juego y su contrincante obtuviera el monto millonario.

Con un fuerte abrazo, lAgostina
Con un fuerte abrazo, lAgostina se despidió de la psicóloga tras ocultar su conocimiento sobre la categoría

Con otra sonrisa, la joven de 30 años se despidió de ella y regresó al centro del estudio. En medio de una lluvia de papelitos dorados, Guido, quien quedó impresionado por su estrategia: “¡Agostina, ganaste los 10 millones!”. La felicidad del presentador no evitó que le lanzara un palito por su jugada al comienzo de la ronda final: “Amiga le dicen y se quedó con todo el territorio. Se guardó cuando tenía que hacerlo y lo logró”. Pero eso no evitó que Kaczka reconociera que la estrategia de Agostina estuviera dentro del reglamento. “Se puede y ella lo hizo”, sentenció mientras veía cómo la flamante ganadora celebraba su victoria esa noche.

Esta no es la primera vez en que el conductor quedaba conmocionado por una jugadora. En una de las emisiones pasadas, una tatuadora llamada Anabella lo dejó sin palabras con su particular accesorio. Durante su duelo, la artista derrotó a su contrincante y lo celebró ante la cámara. “Ganamos, así que vamos a festejar”, aseguró mientras le daba un beso a su cartera.

La tatuadora dejó sin palabras
La tatuadora dejó sin palabras a Guido al mostrarle su cartera (The Floor - El Trece)

Ese gesto llamó la atención del anfitrión por el diseño del bolso. Este consistía en una cabeza cortada, con sangre en la zona del cuello y una apariencia de descomposición. “Ah no, ¡mirá lo que tenías! ¿Esto es una cartera? No, no puede ser. O sea, ¿acá guardas cosas? ¿Qué tenés? Ay, le abre la cabeza de atrás. Ay, qué guachada, ¿vos usás esto?”, comentó, completamente impresionado. Con una actitud avasallante, ella le respondió: “Sí, sí. Yo hago esto también”.

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