El video que Paul McCartney grabó minutos antes de presentarse en Buenos Aires: “Hermosa noche para un show”

Mientras se dirigía al estadio Monumental, el bajista compartió un mensaje para los miles de fans que esperaban con ansias ver su concierto

Las palabras de Paul McCartney rumbo al estadio Monumental

Con la cuenta regresiva en marcha, el furor por ver a Paul McCartney se apodera de los miles de fans que se trasladaron al estadio Monumental para presenciar el primero de sus dos shows en Buenos Aires. En ese contexto, minutos antes de su presentación, el bajista grabó un video desde su camioneta y le envió un mensaje a sus fanáticos.

En modo selfie, luciendo lentes oscuros, camisa y campera azul, el beatle expresó: “Ok, aquí estamos en camino a tocar en Buenos Aires. Es un hermoso día afuera. Hermosa noche para un show”. A su espalda, podía verse cómo el artista viajaba por la avenida Figueroa Alcorta, a unos pocos kilómetros del estadio de River Plate.

Luego, el cantante continuó expresando su alegría y mostró ante la cámara cómo era escoltado por agente de seguridad. “Y miren esto, miren al hombre aquí, teniendo un gran momento. Vamos chicos. Pero, simplemente no se caigan”, dijo McCartney al ver cómo uno de los motociclistas manejaba su vehículo casi de pie, sin sostenerse del manubrio.

El gesto de Paul McCartney con sus fans minutos antes de emprender su viaje al estadio Monumental (Credito RS Fotos)
Paul McCartney saludó a sus fans al salir de su hotel (Credito RS Fotos)

Además, en sus redes sociales, el artista publicó la imagen de un cartel promocional de su show, invitando a todos los fans que asistan a mostrar sus fotos y videos arrobándolo en Instagram. Con ese entusiasmo, el beatle incluso compartió el video viral de unos jóvenes que llevaron un piano a las afueras de su hotel y, lookeados como los miembros de Los Beatles, interpretaron sus canciones. Previamente, al salir de su hotel, el artista también tuvo un inesperado gesto con sus fans. Antes de emprender el camino al estadio de River Plate, la leyenda de la música pop salió del Four Seasons por la puerta principal y saludó a los optimistas que aguardaron hasta último momento para hacer contacto visual con el astro. Y tuvieron su recompensa.

Lookeado con una campera puffer a pesar del calor porteño, el bajista de 82 años saludó por primera vez desde la puerta del hotel. Luego, el músico subió a su camioneta blindada y, desde el asiento trasero del acompañante, alzó su mano derecha en alto y mostró su sonrisa característica. Mientras el reloj marcaba las 16:39, el chofer ponía primera y salía escoltado por seis motos de la policía, que se subieron a la autopista lindante con el complejo y emprendieron el camino hasta el Monumental.

Desde su llegada el martes por la madrugada, Paul McCartney causó un gran revuelo en Buenos Aires. El célebre beatle, quien se hospeda en el Four Seasons del barrio de Recoleta, ha atraído a numerosos fanáticos que se congregan en las inmediaciones del hotel con la esperanza de verlo. Sin embargo, el artista mantuvo un perfil bajo durante su estancia, limitando sus salidas a actividades relacionadas con su trabajo. Mientras tanto, este viernes, otro grupo de admiradores se había reunidos a las afueras del estadio Monumental con la esperanza de interactuar con el artista. En un momento de emoción colectiva, McCartney respondió a los saludos de sus seguidores desde la ventana de su vehículo, agitando su brazo en señal de agradecimiento. Este gesto fue recibido con gran entusiasmo por parte de los fanáticos que se encontraban a ambos lados de la avenida Figueroa Alcorta.

En sus días porteños, transitados en el más profundo hermetismo, Paul parece haber abrazado el precepto del trabajo a la casa y de la casa al trabajo. El único momento de dispersión que trascendió fue cuando Teleshow lo captó con su mujer Nancy Shevell disfrutando de un espectáculo de tango en el Faena.

Según pudo saber este medio, para que el beatle tuviera una experiencia exclusiva, le cerraron el teatro del hotel y pudo disfrutar del show en privado, rodeado apenas de su pequeño entorno, amparado por las luces tenues del lugar y saboreando un trago. Y una vez finalizado, regresó a su mundo privado donde se dio unos cuantos gustos acorde a su estatura de estrella de rock.