Morena López Díaz es la protagonista de esta nueva entrega de Playlist, el ciclo audiovisual en el que Infobae busca darle espacio a los artistas emergentes. Nacida en Córdoba, es cantante y comenzó su recorrido artístico como parte de la dupla PYM (en compañía de su hermana Paloma) para luego dar inicio a su carrera como solista. En sus redes sociales comparte su pasión por la música, sube videos haciendo covers, canciones propias y challenges para divertir a sus seguidores. En el año 2022 participó del programa La Voz Argentina (Telefe) y fue seleccionada para formar parte del equipo de Mau y Ricky.
“Arranqué cuando tenía 10 años. Me di cuenta de que podía cantar porque estaba practicando una canción para el colegio y dije: ‘¡Puedo!’. Hablé a mi familia, les mostré lo que podía hacer y les pareció muy bueno. También le preguntaron a Paloma si le gustaba cantar y nos mandaron a las dos a clases de canto. Mis papás siempre nos apoyaron un montón, realmente creo que nada de lo que hicimos hubiese sido posible sin el apoyo de ellos. Nosotros teníamos que venir a Buenos Aires —somos de Río Cuarto— y tenía que viajar toda la familia. Hasta el día de hoy, si tengo un show, ellos vienen a verme”, cuenta Morena sobre sus inicios.
María Figueiras: —¿Cómo fue tener a Mau y Ricky de coaches en La Voz Argentina?
Morena López Díaz: —Cuando se diluyó el dúo con mi hermana, me quedé pensando en qué hacía. No me sentía culpable, pero sí tenía mucho miedo de hacerlo solo. Todo lo que se me venía por delante era muy desconocido, junto con la responsabilidad de llevar sola un proyecto. Fue muy duro para mí, para mi autoestima, animarme a hacerlo sola. En ese momento, justo se dio el casting del programa y participé, pero realmente tenía mucho miedo; sentía que no iba a pasar la primera etapa. Veía mucha gente que cantaba muy increíble y yo me preguntaba qué tenía para aportar en eso. Pero mis papás me ayudaron, me impulsaron a que me animara. Fui solita a hacer el casting y de repente pasé una ronda, otra, fui a la audición a ciegas y de repente se dieron vuelta Mau y Ricky. Estar ahí fue una gran experiencia y algo que significó mucho para trabajar en mi autoestima. Lidiar con el hate y la exposición en esos meses fue un montón... El día antes de cantar en cada ronda no me salía la voz por el estrés, los nervios... Era todo muy fuerte. Pero haber podido ser fuerte y sobrellevar esas situaciones y seguir delante, me sirvió un montón.
María Figueiras: —La industria musical o de la música, en general, es un ambiente competitivo y difícil. Desde ese lado, ¿recordás alguna experiencia que te haya marcado y te haya servido para estar donde estás hoy?
Morena López Díaz: —Yo creo que muchas cosas de las que me han pasado me desafiaron y, cada vez, voy entendiendo más cómo funciona la industria y cuál es el rol que yo quiero cumplir personalmente para llevar algo adelante. Sé que hay mucha competencia. También esto de quién llega primero... de repente ves artistas de 22 años que están re pegados y vos decís: “Yo tengo 22, ¿en qué momento se me va a dar?”. Hay un poco esa presión de cumplir con las expectativas de lo que es ser un artista, más siendo mujer. Todo el tiempo sentís que tenés que estar a la altura de lo que ya ves. Y es muy difícil no ver eso y decir: “Bueno, me falta esto, ¿y si aprendo a bailar para llegar a este nivel?”. El hecho de estar comparándome con los otros, de sentir que tengo que llegar y cómo voy a hacer y cómo voy a atravesarlo... Pero bueno, también hago mucha terapia. Estoy en ese proceso de trabajarlo, de armar una coraza sin perder lo que soy y sin mostrar algo que no soy.
María Figueiras: —Muchos artistas se ponen en un personaje como para vender su producto, pero en la diaria capaz son otra cosa. ¿Cómo te llevás con eso?
Morena López Díaz: —Sí, a medida que pasa el tiempo me animo a hacer muchas cosas que quizás se corren de lo que soy todos los días. Hasta de la ropa que uso, quizás. Todo el tiempo estoy buscando correrme de esos lugares más cómodos, pero también para encontrar a una Morena artista, que capaz es un personaje un poco más creado dentro de lo que es el mundo de Morena como artista. Y después reservarme lo más mío, lo más íntimo, para mí.
María Figueiras: —Firmaste con un sello grande, ¿cómo cambió tu proceso creativo? ¿Cómo lo hacías antes y cómo lo hacés ahora que tenés un equipo que está por detrás?
Morena López Díaz: —Yo estaba muy acostumbrada a resolver mis cosas sola, con mi familia, con la gente que me estaba rodeando y sin plata. Era ponerme el proyecto al hombro y resolver lo que pudiera con lo que tenía. Hoy tengo un equipo que está trabajando para el proyecto y aporta en todas sus maneras. Tengo un calendario más organizado... Me encanta: es parte de crecer y saber que ahora, en serio, se viene algo importante y mucho más profesional. Siento que estoy avanzando un montón y eso me deja muy tranquila. Pero con los miedos que uno tiene, creo que es inevitable. Me gusta hacer todo, hasta escribir una canción que tenga ciertas palabras. Y hoy me encuentro en situaciones donde capaz estoy compartiendo con otros compositores, estoy escuchando y aprendiendo a observar. Y sacando cositas que sé que me falta aprender y que otra persona me las puede aportar.
María Figueiras: —¿Qué es lo que pensás que la gente opina de vos y no es verdad?
Morena López Díaz: —Hay algo que me pesa mucho, que tiene que ver con algo muy mío, y que quizás toca una inseguridad, y es que llegué adonde estoy porque soy linda, o que no me merezco estar donde estoy porque no soy talentosa. Y eso me ha dolido mucho. Porque trabajo un montón para aprender cada vez más y ser mejor cantante. Si tengo que actuar, actuaré. Si tengo que bailar, bailaré. Lo estoy dando todo y hay un esfuerzo muy grande por detrás, que a veces me hace hasta cuestionarme y decir: “¿Es verdad lo que dicen?”. Intento correrme de ese lugar, pero inevitablemente uno lo lee y dice: “¿Será que sí?”.
Foto/Candela Teicheira.