El viernes 20 de septiembre, una fecha que quedó marcada en rojo para Carolina Pampita Ardohain, fue el día en que decidió poner fin a su relación con su marido y padre de su última hija, Roberto García Moritán. Según sus propias palabras, fue el día en que se enteró de lo que destruyó la estabilidad que, hasta entonces, parecía inquebrantable. “Yo me enteré de todo el viernes 20 de septiembre y ese día me separé. No tuve ninguna separación antes de esa fecha”, escribió la modelo y conductora en sus historias de Instagram, con letras blancas sobre un fondo negro, en una declaración tan breve como devastadora.
La ruptura entre ambos había sido un tema de rumores, especulaciones y declaraciones que alimentaban la confusión. Fue el político quien, a través de su cuenta de redes sociales, decidió poner un alto a la marea de comentarios: “Hace un tiempo, ya, que Carolina y yo nos hemos separado. Fue una decisión difícil y dolorosa, como cualquier separación, pero lo hicimos con el propósito de proteger la paz y el bienestar de todos los miembros de nuestra familia”. Un tono conciliador y formal, enfocado en la protección de los hijos y la privacidad familiar.
Sin embargo, Pampita no dejó lugar a dudas: la ruptura ocurrió el 20 de septiembre. No había margen para versiones alternativas. Para probarlo, comenzó a compartir capturas de pantalla de conversaciones privadas con su exmarido. Las imágenes reflejaban una relación que, hasta el día 19 de septiembre, parecía ser armoniosa. Frases llenas de afecto cruzaban las pantallas: “Te amo mi amor”; “Estás hermosa”; “Son mi vida”; “Los extraño muchísimo”. Esos mensajes, ahora desprovistos de su halo de intimidad, daban cuenta de una vida cotidiana de pareja que parecía transitar por la normalidad.
Ese viernes, según las capturas, la conductora advirtió que en los medios se estaba hablando de una posible separación. “Ellos dijeron que la relación estaba terminada”, le escribió con los respectivos links a las notas en las que aseguraban el quiebre de la relación. “Igual los voy a poner a prueba. Gracias amor”, contestó él, sin mayores precisiones. Y hasta ahí llega la documentación.
Como respuesta a esto, García Moritán volvió a subir un texto a sus redes, haciendo referencia a la cuestión temporal. “Estimados, estamos alineados por supuesto con Carolina en la fecha de nuestra separación, cuando mencioné hace algún tiempo me referí al 20 de septiembre de 2024. Buen sábado en familia”, señaló el economista y firmó con sus iniciales: “RGM”.
Pero el día siguiente cambió todo. Según el periodista Ángel de Brito, en una ronda de preguntas con sus seguidores en Instagram, lo que la modelo descubrió fue algo que la devastó. “Se separó por las amantes, por lo que se enteró el 20 de septiembre″, señaló de manera contundente. Los rumores de infidelidad que circulaban se habían transformado en la chispa que prendió el incendio.
En cuanto a la decisión que tomó ella de hacer públicas las capturas de chat, muchos se preguntan si fue una estrategia impulsiva o una forma de catarsis. De Brito comentó al respecto: “No entiendo para qué se expone así, pero le debe redituar”.
El conductor de LAM también dejó entrever que ella no tiene intenciones de dar entrevistas sobre el tema por el momento. “No quiere hablar, está en la etapa del enojo”, afirmó.
La distancia entre lo privado y lo público parece haberse desvanecido en esta ruptura, con cada declaración y cada publicación añadiendo capas de dolor a una historia que ya no se cuenta solo entre los involucrados, sino ante los ojos expectantes de miles de personas. Las heridas, tanto las visibles como las invisibles, tardarán en sanar. Pero, por ahora, la verdad de Pampita se lee en cada una de sus publicaciones, una cronología de una despedida que se tiñó de rojo aquel 20 de septiembre.