De la alegría al desconcierto, de la revancha de un viejo amor al surgimiento de nuevas traiciones, de encuentros y desavenencias. Por el momento, la vuelta de Los Piojos a los escenarios tiene más condimentos de novela de la tarde que de música. Porque si ponemos blanco sobre negro, al día de hoy no se sabe quiénes van a aparecer en el Estadio Único Diego Armando Maradona de La Plata el próximo sábado 14 de diciembre cuando se inicie la serie de los siete shows que confirmaron.
Sí, Andrés Ciro Martínez, cantante y líder, estará. También se subirían Daniel Piti Fernández, Daniel Buira, Sebastián Roger Cardero, Miguel Chucky de Ipola y Facundo Changuito Farías Gomez, a juzgar por sus últimos movimientos en redes sociales. Pero Miguel Ángel Micky Rodríguez expresó públicamente sus desencuentros con el núcleo duro de la banda (Ciro y el manager Juan Domingo Pocho Rocca) y, tal como adelantó en exclusiva Teleshow, no será de la partida. Al menos por ahora. Quedan vacantes dos lugares: el de la guitarra de Gustavo Tavo Kupinski (fallecido trágicamente en 2011) y el de bajista. El primero sería para Juan Manuel Gigena Ábalos, músico de Ciro y Los Persas, quien en 2008 había estado cerca de ser parte del grupo luego de que Piti dejó Los Piojos. Del otro todavía no hay pistas, pero en el entorno del grupo dicen que la elección de ese reemplazo va a sorprender y mucho. Y que no sería, tal como vienen especulando los fans, el bajista persa João Marcos Cezar Bastos, más conocido como Broder.
Esta fractura expuesta en el corazón del grupo, que comenzó a rodar allá por 1987 en la ciudad bonaerense de El Palomar, no es la primera polémica de su exitoso recorrido. Ante este panorama incierto y de versiones cruzadas, recordamos cuáles fueron los momentos más críticos en la historia de Los Piojos. Además, se suman nuevos detalles de la interna que está signando este regreso, y que se ve algo empañado desde lo emocional, pero para nada en cuanto al negocio: vendieron más de 300 mil tickets a precios que fueron desde los 50 mil a los 90 mil pesos argentinos (más service charge). Y acaban de confirmar su presencia en el Cosquín Rock, algo que Teleshow había adelantado en mayo pasado. Hagan las cuentas.
1° Por qué se fueron Pablo Guerra y Lisa di Cione
El primer gran hito en la historia de Los Piojos ocurrió el domingo 26 de mayo de 1991, cuando en París, Francia, tocaron en un festival anti racista llamado Musiques de Toutes Les Couleurs, del que participaron grupos locales, pero también provenientes de países africanos como Marruecos y Burkina Faso. Para aquel entonces ya se habían ido Diego Chávez y Juan Villagra, respectivamente cantante y guitarrista originales. Y formaban con Andrés Ciro Martínez (que llegó a la banda en 1989), Pablo Guerra y Lisa Di Cione, junto a los fundadores Piti Fernández, Daniel Buira y Micky Rodríguez.
Lisa era la tecladista y, a la vez, novia de Piti. Mientras que Guerra tocaba la guitarra y había llegado al grupo en 1987 con la venia de su amigo Buira. El toque en Francia, organizado en un barrio del suburbio parisino, de bajos recursos y poblado de inmigrantes que se llama Bondy, fue fundamental para la música de la banda por dos razones. Por un lado, el baterista se sintió atraído por los elementos percusivos de las bandas con las que compartieron cartel (FFF, Les VRP, Farafina y Nora at Brahim) y se le ocurrió implementar esa sonoridad a su kit de batería. Y por el otro, al notar el profesionalismo y el oficio aceitado de sus ocasionales compañeros de grilla, sintieron que necesitaban un upgrade para evolucionar. En otras palabras, ser mejores músicos. Sobre todo porque estaban a punto de ingresar a estudios para registrar su álbum debut.
En el vuelo de vuelta se empezó a pergeñar el cambio a partir de una charla que mantuvieron Ciro y Osvaldo González, manager del grupo en aquel momento. Y coincidieron en que el punto flojo eran las guitarras. “A Pablo lo fletaron y la salida de él determinó también mi final en esa banda. (...) A la vuelta del viaje, me dijeron en secreto que iban a poner a prueba a Piti y a Pablo durante tres meses y que, el mejor, el que aportara más ideas, se quedaba. Me pidieron que no dijera nada, porque yo hacía tiempo tenía una relación con Piti”, reveló Lisa Di Cione en el libro Del submundo a la gloria (Leonel Tueso). “Un miércoles lo pasé a buscar a Piti y hubo una reunión. Nos dijeron que notaban que las guitarras no se llevaban bien musicalmente. Para mí, no era así ni en pedo. Creo que en realidad al que le molestaba mi personalidad era a Osvaldo. Yo lo molestaba bastante porque lo ponía en jaque (...) Sé que él hizo bastante para que se diera mi salida. Ahí es donde entra Tavo”, cuenta Guerra en esa misma obra y explica cómo es que Kupinski entró a Los Piojos en ese mismo 1991. Él, en tanto, comenzó a integrar una banda naciente que se llamaba Los Caballeros de la Quema.
“A Ciro se le ocurrió que Pablo y yo no funcionábamos. Nosotros caminábamos juntos, fue Ciro quien nos separó. Él inventó que funcionábamos mal. El manager me abrió los ojos, me advirtió la que se venía. Entonces me puse a estudiar con un profesor de guitarra, mientras Pablito seguía en el subte con su guitarra colgada y su seguridad”, explicó Piti Fernández. Con estas tensiones y la nueva formación resuelta, ingresaron entre junio y agosto de 1992 al estudio Del Cielito para registrar los temas que compondrían Chac tu Chac, obra debut.
Con el disco en la calle, la banda reforzó su rodaje en salas de la capital y el conurbano bonaerense, mientras que aprovechaban el verano para montar giras por la Costa Atlántica. Pero la presencia de Lisa se volvía cada vez más insostenible. A mediados de 1993, comenzaron a destratarla, a cambiar los días y horarios de ensayos sin avisarle, a hacerle saber que su aporte en la música era casi nulo. “Osvaldo me dijo: ‘La semana que viene vamos a tener una charla y no va a ser linda’. (...) Fui a la reunión, estaban todos sentados en un círculo, luz baja, hábilmente dispuestos: Andrés medio de costado, Dani delante de mí, Piti, Micky y todos con la cabeza para abajo. Y el que empezó a hablar fue Dani. Estoy segura de que fue una estrategia de Andrés. Me dijo que pensaban que me tenía que ir de la banda. Les pregunté si todos pensaban lo mismo. Nadie hablaba, me dijeron que sí, que pensaban igual. (...) No tenía nada que discutir si estaban todos de acuerdo. Entonces Andrés me dijo: ‘Ahora te vas a ir de acá diciendo que somos unos hijos de puta’. Le contesté: ‘No, no me voy a ir de acá diciendo que son unos hijos de puta. Te lo digo en la cara: sos un hijo de puta’. Y me levante y me fui”, relató Lisa en el libro de Tueso. Pese a esta bronca histórica, cuando Los Piojos se separaron en 2009, llamaron a Lisa para resarcirla económicamente por su aporte al grupo y ella aceptó el ofrecimiento.
2° La pelea con un semanario que marcó su vínculo con la prensa
Después del álbum debut, vinieron Ay ay ay (1994) y Tercer arco (1996). Con este último, en el que ya tenían mejor incorporado el abordaje del candombe y los motivos tangueros relegando un poco el sonido más stone, explotaron el crossover con los radiales “El farolito”, “Verano del 92″ y “Todo pasa”, a la vez en que reivindicaban lo barrial y a íconos influyentes como el Che Guevara (”Esquina Libertad”) y al Diez (”Maradó”). De a poco fueron dejando los antros y subieron de escala: el 18 y 19 de julio de 1997 se presentaron en el microestadio de Racing Club. El viernes 25, una semana después, en la sección Esta semana del hoy extinto suplemento S! del diario Clarín, se publicaron sin firma unas apostillas que resumieron lo ocurrido en estos shows bajo el título “Postales piojas desde Racing”.
“¿La clave del éxito? Andrés Ciro, guitarra en mano y sin banda, tomó el micrófono para interpretar otro ‘Farolito’. Destruyó el clima fiestero del hit que le dio fama para convertirlo en canción de amor. Nada de ‘Opa, pa, pa, opa’”, contaba el primer párrafo. Y el segundo: “¡Al hospital! El sábado se vino abajo una de las gradas por superpoblación. Resultado: una pioja con esguince de tobillo”.
La banda, que en aquel momento se encontraba en la composición de su cuarto disco, se tomó muy mal estas líneas y decidieron responder. A su manera: con letra de Ciro y música que el cantante compuso junto a Piti, le dieron forma a “Uoh pa pa pa”, canción número 12 de Azul (1998). “Critican tu arte y son de ninguna parte, cambian dinero por sensibilidad / Miles de almas en un ritual sin calma y el comentario es que una chica su pie se torció”, dice una de las estrofas que alude de manera directa a lo escrito en Clarín. Y por si no quedaban dudas, luego se despacha: “Creen ser dueños de tu imagen, tu sueño, tu fracaso, tu éxito... Creen ser Dios / Son suplemento de una máquina de vento rasguñando superficies pop”. Le apuntó al periodismo en general, pero le disparó con bronca al S!, publicación que por aquel entonces era acusada de tener preferencias por los artistas pop, a diferencia del NO (de Página/12) con una línea editorial supuestamente más rockera. Lo cierto es que ni una cosa, ni la otra. Con diferencias estilísticas, ambos semanarios de papel cubrían de manera integral la escena local y lo que pasaba en el mundo.
El título de “Uoh pa pa pa” —una balada acelerada, casi tanguera, montada en el riff de armónica dibujado por Martínez; acaso una de las más notables composiciones en toda la discografía piojosa— alude al equívoco generalizado por el estribillo onomatopéyico de “El farolito” (“uoh bamba, uoh bamba, uoh bamba, uoh bamba-ah”). Desde ese momento, y aunque nunca dejaron de dar entrevistas, estas empezaron a ser a cuentagotas. La banda se volvió algo hermética y adoptaron una actitud más distante para con los medios.
3° La traición de Buira a Tavo que provocó la ida del baterista
En el año 2000 la banda ya estaba consolidada como un fenómeno de estadios (habían tocado en All Boys y Atlanta, eran habitués de Obras) y encaraba la preparación del sucesor de Azul en una quinta que habían adquirido en la localidad bonaerense de Paso del Rey. Pero de pronto el grupo lanzó a los medios un sorpresivo comunicado en el que anunciaban la partida de Daniel Buira. “Hubo un problema personal entre Tavo y Dani. Estábamos pensando en un casting por una chica para un video y a la semana pasamos a tener que pensar en un nuevo baterista”, contaron. “No queremos entrar en detalles del por qué, pero fueron muy fuertes”, deslizaron y de pronto se impuso la versión de que el baterista se habría metido con la novia del guitarrista.
“Hubo un quilombo mío con Tavo y una ex de muchos años atrás. Me mandé un moco que cambió mi vida: me bajé de la banda. En realidad, los pibes me pidieron que me bajara y yo acepté. No pedí nada, no hice nada y me fui”, admitió tiempo después Buira, confirmando aquel rumor. “No me arrepiento. Le pedí perdón a Tavo y ya está. Quedaba en él perdonarme o no, y no lo hizo. No lo juzgo, porque estaba en una bola famosa, hermosa, que seguía muchísimo para arriba y no tuvo tiempo ni de pensarlo. Unos cuántos años después, me vino a buscar para hablar. Lo interpreté como una forma de perdón, quizás. Me propuso tocar juntos”, agregó.
La salida de Buira, quien inmediatamente fue reemplazado por Roger Cardero, clausuró la primera etapa del grupo, signada por el cuarteto Chac tu Chac, Ay ay ay, Tercer Arco y Azul. Los mismos serían revisados en profundidad cuando en los próximos meses la editorial Gourmet Musical edite el libro Los Piojos en los 90, escrito por Juan Cruz Revello, en el que se dio cuenta de la huella cultural, social y popular que ese período creativo de la banda imprimió en el rock argentino.
4° Un parate obligado y una vuelta que abrió dudas
El 27 de noviembre de 2004 el grupo dio un show en el Estadio Único de La Plata y anunció que harían un parate de manera indefinida. Ciro contó que debía operarse la rodilla tras un problema en los meniscos. Sin embargo, durante esa inactividad surgieron rumores de una crisis humana y artística entre sus integrantes con posibilidad de separación. A pesar de ello, el grupo regresó a los escenarios en octubre de 2005, en la provincia de Santa Fe, y de a poco retomaron su marcha de recitales, llegando a su pico con un doblete en la Bombonera (22 y 23 de diciembre) y los tres shows de apertura para The Rolling Stones en el Monumental (febrero de 2006). En paralelo, comenzaron a componer las canciones que derivarían en Civilización, su hasta ahora último álbum en estudios.
El disco salió en agosto de 2007 y su primer corte fue “Pacífico”, una canción que habla tanto de una posible despedida como de la posibilidad de un reencuentro. “(...) Dejando que suceda, es más fácil así / el cuerpo bien sabe flotar / distintas las miradas y tu contestación / muestra que inútil fue mi hablar”, entona Ciro en una de las primeras estrofas. “Algo tiembla al oído, sombra de un susurro sin voz / la última oportunidad”, dice más adelante, conciliador. El estribillo une los dos sentimientos y mantiene esa ambigüedad, algo que signaría los últimos dos años y medio de actividad del grupo. “Voy a llevarte en mí y ahora sé muy bien, que me llevarás / hasta donde estés, adonde vayas / un tatuaje azul, en la voz azul”, intuye el cantante, hablando quizás tanto de ellos como de sus fans.
5° La intempestiva partida de Piti
Luego de una serie fragmentada en el estadio Luna Park, en septiembre de 2008, Piti Fernández comunicó que se iba de la banda para formar su proyecto personal, La Franela. De inmediato, se impuso la versión de diferencias artísticas entre él y Ciro, dado que el guitarrista componía cada vez más canciones pero no dejaban que las cantara: “Vine hasta aquí” y “Bicho de ciudad”, tal vez los más destacados de Verde paisaje del infierno y Civilización, son de su autoría pero llevan la voz de Ciro. En tanto, “Fijate” y “Un buen día” están firmados por Micky, aunque al bajista sí le permitieron entonarlas.
Por otro lado volvió a imponerse la versión de que el cantante del grupo quería que las ganancias se repartieran de otra manera, más favorable a él, ya que argumentaba ser quien más tiempo se ocupaba de la banda, además de ser el compositor principal. “Andrés pidió en su momento cobrar un punto más que todos. Dividíamos todos por igual y él pretendía que bajemos todos un porcentaje para que él cobrara el doble. Yo me planté, hablé con los pibes, pero ellos votaron a favor de él. Entonces, arreglamos que él cobre un punto y medio en vez de dos. O sea, medio más que los demás. Ahí vino el primer parate”, reveló Piti en 2011 con el programa radial El Aguante.
Tras aquel primer hiato, cuando el grupo retomó las actividades en 2005 y salió de gira con Civilización, crecieron también a nivel económico. Entonces el guitarrista planteó que todos volvieran a ganar lo mismo. Sin embargo, se realizó una votación y todos, menos él, estuvieron de acuerdo en que el cantante siga embolsando más que el resto. “Ciro vino y dijo: ‘Creo que me deberían reconocer que estamos dónde estamos por lo que yo hago’. A lo que yo le dije: ‘Te lo reconozco. Sos un genio. Pero vamos a cobrar todos lo mismo’. El resto de la banda creyó que no debía ser así”, contó Fernández. Y se fue. Los Piojos realizaron un casting de guitarristas y llegaron hasta el final Juan Ábalos y Juanchi Bisio, quedando adentro este último dado que era fan del grupo y conocía el repertorio al detalle.
6° La inevitable separación y las versiones cruzadas
“Los Piojos no se separan. Tampoco sabemos cuándo volverán a reunirse”, decía el comunicado que el grupo colgó en su página web en abril de 2009, tras su participación en el festival Quilmes Rock, organizado en la cancha de River. En el escrito admitían que “un intenso desgaste” los obligaba a frenar de manera indefinida después de un show que agendaron para el 14 de mayo de ese año en el Club Ciudad de Buenos Aires. Ante la gran demanda de entradas, trasladaron la presentación a River para el 30 de mayo.
Para ese momento, cuatro personas del núcleo piojoso eran socios en la SRL en la que estaba encuadrada legalmente la banda: Ciro, Micky, Tavo y el manager Pocho. Se supone que ellos fueron quienes tomaron la decisión de disolverse o hacer el “parate”, tal fue el eufemismo que utilizaron en el comunicado para disfrazar la separación. Sin embargo, un año después del último show, el guitarrista se despachó con todo. “Yo no fui parte de la decisión de que el grupo terminara. Desde que se fue Piti hasta que nos separamos, pasó un año en el cual hubo tres personas que se reunieron a espaldas mías, sin huevos y sin códigos, hasta que un día llegué y me dijeron que se separaban Los Piojos”, dijo Kupinski en Clarín. “Para Piti”, había introducido Tavo la intepretación de “Sudestada”, canción que compuso y que sonó por última vez en la noche definitiva, mientras le echó una mirada cargada de bronca a Ciro y Micky.
“Siempre me quedé un poco con la leche frente a declaraciones injustas o frente a mentiras flagrantes. Me rompe las bolas que haya pibes que compren ese discurso de ‘Ciro los cagó’ o ‘Ciro separó a la banda’. Me duele porque soy un tipo que estuvo todos los días durante 20 años pensando en Los Piojos, en cómo mejorar el proyecto, porque era mi vida. Y nunca ejercí un liderazgo despótico ni excluyente. (...) En un momento planteé que eso tenía que ser reconocido de alguna manera. Pero no porque yo era el cantante, sino porque estaba trabajando más que el resto, que iba a ensayar y nada más”, se defendió Ciro en la revista Rolling Stone.
En 2016, el cantante volvió a opinar sobre el final del grupo en términos mucho más duros. “El último baterista hizo un juicio ridículo, ni ganas de nada con ese muchacho. Piti fue el único que renunció a la banda y después de sus declaraciones no tengo ganas ni de cruzarlo”, dijo en diálogo con Vorterix. Ante esto, Roger Cardero salió a cruzarlo, desmintiendo haber iniciado acciones legales. “Yo era un empleado de la banda contratado por la sociedad SRL. (...) Yo no me llevé ni un peso más de lo que me correspondía de la división. Yo no soy rico, ando en colectivo, no tengo un mango: si le hubiese hecho juicio a Los Piojos te imaginarás lo que hubiera ganado”, sostuvo en Radio Border. “Usan la palabra juicio porque la banda me mandó una carta documento y hubo que poner abogados para cerrar la etapa económica y legal. (...) Quieren sumar amarillismo. ¡Cualquiera, loco! Me despidieron como si fuera un empleado, eso es lo más triste”, agregó.
Sin embargo, según consta en los expedientes del Poder Judicial de la Nación, en abril del 2010 Cardero inició acciones contra Los Piojos SRL y otros (Ciro, Micky, Tavo y Pocho, en calidad de socios) por “despido” ante la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, con dependencia en el Juzgado Nacional de 1ª Instancia del Trabajo N° 31. La cuestión se cerró con un acuerdo económico en 2011 y la causa se terminó archivando en mayo de 2022.
7° Una vuelta taquillera y polémica
El 9 de septiembre de 2023 el cantante y Piti sanaron en público las grietas, cuando el guitarrista se subió de invitado al escenario de Vélez Sarsfield en un show de Ciro y Los Persas. Ese fue el puntapié inicial del regreso de la banda, pautado para diciembre próximo en La Plata. Esto ocurrió luego de que Ciro advirtiera el crecimiento, tanto en venta de entradas como en exposición pública, de Ritual 87, el proyecto autotributo que armó Micky junto a Buira y Chucky, en el que eventualmente también participaba el Changuito. Micky bancó a Ciro en su aventura de solista desde el minuto cero, apareciendo como invitado casi permanente en sus shows e, incluso, también grabando en los primeros dos álbumes, Espejos (2010) y 27 (2012). Pero el nudo de este nuevo conflicto que está empañando la vuelta estaría ahí.
El pasado lunes 23 se destapó un conflicto que ya había adelantado en exclusiva Teleshow semanas atrás: la fuerte interna existente entre los integrantes de Los Piojos. Luego de que el 4 de septiembre pasado se anunció a través de la cuenta de Instagram @lospiojosoficial una serie de shows en el Estadio Único “Diego Armando Maradona” de La Plata publicitados como “un nuevo Ritual Piojoso”, surgieron las dudas. ¿Por qué en el aviso no aparecía el nombre de la banda? ¿Qué músicos serían parte de este regreso?
Según pudo saber este medio a través del entorno de Miguel Ángel Micky Rodríguez, al bajista y fundador del grupo no lo habían convocado para estos shows en la primera instancia de este regreso. “Nadie le dijo nada todavía, arreglaron todo antes”, aseguraron. Eso mismo expuso el propio Micky al publicar un fuerte comunicado en sus redes sociales, en el que contó: “Soy uno de los fundadores de Los Piojos y no participé en ninguna decisión. Ninguna. Creí y creo que tengo algún derecho. Derechos que no fueron respetados. Me sentí hostigado, maltratado, subestimado, ninguneado y no me lo merezco”.
Luego de que Teleshow expusiera por segunda vez este conflicto, desde el entorno de Ciro y su management se contactaron con esta redacción explicando que hubo diálogo con Micky “desde el día uno”, pero que, sin embargo, “no sabemos qué quiere hacer”. Por otro lado, aseguraron que jamás anunciarían “una vuelta sin haber hablado entre todos”.
Esto es congruente con lo que se desprende del comunicado que el grupo lanzó este mediodía después de que Micky expusiera la cuestión. “Mickie (sic, apelando al apodo que usaba el bajista en las primeras épocas de la banda) vino a todas las reuniones y estuvo al tanto de todo; desde el primer momento. Aseguró que estaba adentro. Lo seguiremos esperando”, dice en un tramo del escrito.
En paralelo a esto, Buira también salió con fuertes palabras en sus redes sociales, confirmando su participación en este regreso. “¡Hola a todos y todas! Cada uno es responsable de sus actos, son muchos años de esperar este momento en mi vida personal. Los Piojos son parte de mi vida, de todos los días de mi vida. Y quiero darle a todo este público piojoso que tanto esperó, toda mi composición, mi ritmo y mi estilo que tanto marcó la banda. ¡Gracias!”, escribió el fundador del grupo de percusión La Chilinga en un posteo de Instagram, el cual recibió el “Me gusta” de parte de Ciro.
En la misma línea, Piti también se manifestó a través de la cuenta de su banda. Lo hizo a través de un manuscrito, al que luego le sacó una foto. “Querida familia. Me duele contarles que Miguel miente. Yo estuve en todas las reuniones frente a Ciro, Pocho y Miguel. Los Piojos nos consultamos todo... Desde la edición del disco ‘Vivo River 2009′ pasando por el Instagram @lospiojosoficial hasta el reencuentro del 14 y 15: se habla todo personalmente”, explicó. “Personalmente, me duele no entender su búsqueda. Nos criamos juntos, armamos esta banda y hoy no lo conozco”, cerró. Todo musicalizado con el tema “Imperdonable”, de su grupo La Franela.
Por otro lado, Javier Kupinski, hermano del fallecido Tavo, guitarrista piojoso, salió con un posteo en apoyo al bajista. “Gracias Micky, un poco de justicia por Tavo”, escribió sobre una foto en blanco y negro en la que se los ve a Tavo y Micky sobre el escenario.
Desde el entorno de Ritual 87 le confían a Teleshow que este suceso que venían cosechando habría sido visto con malos ojos por Ciro y Pocho Rocca. A la dupla tampoco le habría caído bien que Micky publicara sus versiones de temas de Los Piojos (“A ver cuando”, “Cruel”, “Como Alí”, en clave cuartetera y en colaboración con La Mona Jiménez; y una sugestiva relectura de “Todo pasa”, editada ayer, con el acento puesto en lo percusivo y su voz retocada) en su perfil de Spotify. Y a partir de allí, se generaron las rispideces actuales que derivaron en esta vuelta incierta. Quienes lo frecuentan al bajista dicen que no está enojado con la situación sino “muy triste”. Y también hacen un tiro por elevación hacia quienes sí ya estarían incluidos en el regreso: “No podemos creer que después de las pestes que Piti y Roger hablaron de Ciro y de Pocho cuando se separó el grupo, ahora hayan sido cómplices para cerrar esto a espaldas de Micky”.
De hecho, Ritual 87 quedó en pausa y el bajista eliminó del perfil los nombres de Buira y Chucky. Pero la marcha de Micky no se detiene, ya que se encuentra de gira por el país con su proyecto Susversiones, en dupla con el músico Nahuel Gordillo. Este medio volvió a entablar un diálogo con Rodríguez, pero, luego de agradecer el contacto, prefirió no dar mayores declaraciones. “Cuando pueda hablar te aviso”, dijo.
Los Piojos siguen esperando a Micky y esperan que cambie de opinión. Desde el entorno del grupo le confían a Teleshow que tras el polémico comunicado del pasado lunes le volvieron a insistir para que sea parte “pero no quiere”. Además, dicen sentirse tristes de que no sea parte de este regreso, algo que “veníamos esperando desde hace bastante, porque todo estaba hablado y sanado. Pero el que se lo pierde es él, él se bajó”. Que creen que lo del comunicado fue un “grave error” que lastimó a mucha gente, pero en especial a “nuestro querido ritual”.
8° La puja por la marca “Los Piojos”
Hay otro detalle que Teleshow detectó cuando se hizo el anuncio de este regreso. Si bien el video que se subió a Instagram y a Twitter está musicalizado por “Babilonia” —canción clásica que forma parte de Ay Ay Ay (1994)— y se destaca el nuevo “piojo” que se espeja como un infinito, en ningún lado, ni en el video ni en el copy, se lee “Los Piojos”. En cambio, se apeló al eufemismo de “Ritual Piojoso”, tal es el título del álbum en vivo que editaron el pasado 30 de mayo.
Entonces surgió la pregunta: ¿A quién le pertenece la marca que le da nombre a la banda? Según datos del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial Argentina (INPI), el día 29 de diciembre de 2017 fueron Ciro, Micky y Pocho Rocca quienes realizaron la presentación para registrarla. El detalle es que, por una centésima, en el reparto del 100%, Rodríguez quedó como un poco “más dueño” que los otros dos: mientras el cantante y el manager cuentan con un 33,33% en su poder, el bajista los supera con un 33,34%.
El trámite en cuestión tuvo tres oposiciones, realizadas entre mayo y abril del 2018: una a cuenta de Piti Fernández; otra por parte de Diana Elisabet Gusman en representación de Lara Kupinski, hija de Tavo y única sobreviviente del accidente fatal en el que perdió a su familia; y la restante por Graciela del Carmen González, quien no tiene nada que ver con el grupo, pero en sus fundamentos dijo que la marca Los Piojos “resulta evidentemente confundible” con su marca Piojos y Piojitos.
En el 2021, el INPI resolvió levantar las oposiciones al fundamentar, en los tres casos, por “oposición no mantenida”, lo que hace pensar —según los especialistas en marcas y propiedad intelectual consultados por Teleshow— en que podrían haber llegado a un acuerdo por fuera del circuito del instituto. Así las cosas, el 18 de agosto de 2022 este organismo público terminó concediéndole la marca “Los Piojos” a Ciro, Micky y Pocho, estableciendo su vencimiento el 23 de agosto de 2032. Pasando en limpio, el hecho de que las cosas no estén del todo bien entre los tres dueños de la marca, probablemente haya sido el motivo por el que no se estuvo hablando de “Los Piojos” en los primeros anuncios, evitando así cualquier conflicto legal a futuro.
Esta cuestión pareció disiparse la semana pasada, precisamente el viernes 20 de septiembre, cuando desde la cuenta de Instagram del grupo publicaron, por primera vez, un anuncio que hablaba de manera explícita de “Los Piojos”. A la vez, en las historias de esa cuenta, publicaron ese mismo afiche renovado, arrobando a casi todos los músicos de la historia del grupo, incluyendo a Micky. Este mínimo gesto digital hizo pensar a todos que las cosas estaban solucionadas y en paz. Para eso, evidentemente, todavía falta.