Flor Peña, la conductora del Cantando 2024: “Siempre encuentro la manera de ser original, no necesito copiar a nadie”

La actriz habló con Teleshow a horas de su debut en el reality de América. Qué le puede aportar al formato, su relación con el jurado y la expectativa por compartir programa con su hijo, Juan. “Si tengo que levantar un teléfono para defenderlo, lo voy a hacer”, asegura

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Florencia Peña, lista para asumir la conducción del Cantando 2024 (Prensa América)
Florencia Peña, lista para asumir la conducción del Cantando 2024 (Prensa América)

Cuando Florencia Peña recibió el llamado de Marcelo Tinelli para conducir el Cantando 2024 hizo lo que hace siempre con las propuestas que le interesan: se imaginó en el lugar. El paño lo conocía y eso fue lo primero que la sedujo. Implicaba volver a trabajar con LaFlia en un formato que caminó tantas veces pero con la dosis necesaria de aventura. Fue participante y jurado del Bailando y esto suponía llenar otro casillero en su probado currículum artístico.

La del Cantando es una nueva puerta que abre en su largo recorrido en la conducción, donde supo destacarse en programas de autora —Flor de equipo, La puta ama—, en formatos cerrados como el reciente La isla de las tentaciones con Benjamín Vicuña o también en las disparatadas vueltas Por el mundo con Marley, por citar algunos. “La conducción es un camino que me interesa mucho. Me gusta crecer, me gusta probarme en cosas distintas. Soy curiosa, movediza y arriesgada. Todo eso soy”, le cuenta la actriz a Teleshow para explicar por qué aceptó este reto.

El otro tema que tenía que evaluar antes de dar el “Sí” era su agenda, repartida entre la etapa final del musical Mamma Mia! y los proyectos que ya está ideando para el año que viene. Con funciones en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, la obra paseará nuevamente por el interior y hará temporada de verano en Mar del Plata, donde bajará el telón. “Seguramente el último día va a ser muy doloroso de soltarla, como me pasó con otros proyectos. Pero soy así, necesito moverme de los lugares y Mamma mia! quedará como un nuevo punto de inflexión en mi vida artística”, dice la actriz, que todavía no empezó su nuevo desafío y ya proyecta más allá. En el horizonte, aparecen la versión teatral de Mujer bonita para la segunda mitad de 2025, y el desembarco en la producción, junto a Ricky Pashkus y Miguel Pardo, el mismo equipo del musical inspirado en las canciones de ABBA.

Flor Peña y el jurado del Cantando 2024: Marcelo Polino, Nacha Guevara, Milett Figueroa y Flavio Mendoza (Foto/Prensa América)
Flor Peña y el jurado del Cantando 2024: Marcelo Polino, Nacha Guevara, Milett Figueroa y Flavio Mendoza (Foto/Prensa América)

Una vez que se dieron la mano con Tinelli y pusieron la firma, saldaron una cuenta pendiente de 20 años. Peña le contó a este medio que fue bajo la órbita de la productora del de Bolívar —por entonces Ideas del Sur— cuando obtuvo su primer premio de los importantes: el Martín Fierro a “Mejor actriz” por su papel en Disputas (Telefe). Desde entonces se venían prometiendo hacer algo juntos, él como productor y ella como conductora, hasta que los caminos se cruzaron en el show que comenzará este lunes a las 22 por la pantalla de América. Para acompañarlos, el jurado integrado por Nacha Guevara, Marcelo Polino, Flavio Mendoza y Milett Figueroa y un listado ecléctico de participantes dispuestos a brillar en la pista más famosa de la televisión.

—¿Qué le podés aportar al programa desde la conducción?

—Tengo un expertise en hacer personajes que han hecho otras actrices, así que tranquilamente puedo conducir algo que haya que hayan hecho otros conductores. Siempre encuentro a mi manera de ser original y no necesito copiar a nadie. Tengo una impronta que es muy personal, que te puede gustar o no, pero es la que soy. Y recientemente cuando hice de jurado de Got Talent apareció una faceta nueva, más empática, de conectar con el que crea, con el que hace, con el que arriesga, y eso me gusta. Y además está mi hijo, que es un condimento que me hizo pensar que podíamos pasarla bien.

—Juan demostró que tiene su propia personalidad y ya tuvo sus primeras polémicas antes de que empiece el programa. ¿Cuánto te vas a meter en ese tema? Entiendo que es parte del juego, pero no deja de ser tu hijo, y un chico de 15 años.

—Nosotros hablamos mucho en casa. Él tiene muy claro que yo siempre lo voy a guiar a que nadie lo lastime, y que no tiene que defenderme porque yo me sé defender sola. Pero él es muy sensible a las agresiones gratuitas que me hacen y sale a defenderme y yo le explico que nunca contesto las agresiones. Lo único que contesto es cuando mienten sobre mí, cuando me inventan algo, cuando me operan. No me engancho con los que están siempre metiéndose con los otros. Él es más pendejo, está aprendiendo y yo le estoy enseñando. Le pedí que se cuide. Obviamente se dará la cabeza contra la pared y yo siempre voy a estar ahí para contenerlo. Y si tengo que levantar un teléfono para que del otro lado bajen el decibel, lo voy a hacer. Por ahora todo queda puertas para adentro.

—En relación a esto que decís, hace poco tu nombre fue tendencia en redes cuando trascendió el escándalo entre el expresidente Alberto Fernández y Fabiola Yañez.

Lo que tenía que aclarar, ya lo aclaré. Fue una operación burda y deshonesta y yo siempre soy contundente cuando no tengo nada que ocultar. Esto ya lo había vivido hace tres años y lo volví a vivir de nuevo y la verdad que no la pasé bien. No me gusta cuando mienten sobre mí, no me gusta nada y siempre me voy a defender mucho cuando lo hagan. Y si sigo acá, jugando en las primeras ligas, es porque la gente me cree y me quiere, y con eso me quedo siempre.

Flor Peña y su hijo Juan Otero, participante del Cantando 2024 y uno de los motivos que la llevó a aceptar la conducción (Instagram)
Flor Peña y su hijo Juan Otero, participante del Cantando 2024 y uno de los motivos que la llevó a aceptar la conducción (Instagram)

—El jurado es en cierta manera el motor del programa, lo sabés porque estuviste de ese lado. ¿Cómo imaginás la interacción con Marcelo Polino, y toda su exigencia a la hora de calificar?

—A Polino lo adoro. Es amigo, tiene muy claro el timming del show, creo que es el jurado más antiguo y tiene una cosa de humor y de picante que a mí me divierte mucho.

—¿Con Flavio quedaron las cosas bien después de la polémica del verano en Carlos Paz?

—Sí. Nos cruzamos hace unos días y le di un abrazote. Yo soy de las que creen que hay que mirar siempre para adelante, no quedarse a vivir en el conflicto. No soy rencorosa. Imaginate que si tuviera que enojarme con cada uno que habló mal de mí, no podría saludar a nadie. Yo lo respeto mucho como creador, tiene una mirada muy interesante, arma equipos, sabe elegir elencos y ver el potencial en un artista. Pensá que muchos de los que vienen al Cantando no cantan, están aprendiendo o se están iniciando en ese camino. Entonces uno rápidamente se da cuenta si hay pasta no hay pasta y si hay algo que pueda ser un diamante en bruto, que se pueda pulir. Y creo que en eso Flavio la tiene recontra clara.

—Y Milett supongo que será un condimento especial para el show, con este juego de primera dama, que el propio Marcelo siempre supo explotar muy bien.

—A Milett la conocí recién el día que hicimos las fotos y me pareció divina. Y se lo dije a Marce porque hemos trabajado mucho juntos. No está en mi intención imitar nada de lo que él hace, pero sí tenemos un humor parecido, nos divierten las mismas cosas y nos reímos mucho de nosotros mismos también.

—Recién hablabas de la empatía. ¿Vas a sacar a la comediante a la pista?

—Obviamente voy a ir encontrando el timming, entendiendo el pulso de cuándo es mejor ir por el humor, cuando hay que ser un poco más empática, cuando aparece la emoción. Toda esa lectura la voy a ir haciendo a medida que el programa avance. Pero no quiero ser pretenciosa en mi manera de encararlo. Quiero ser honesta con cómo soy y relacionarme con la conducción de la manera más genuina posible, que es como siempre lo hice.

Flor Peña, Marcelo Tinelli y la firma de un contrato que esperó 20 años (Foto/Prensa América)
Flor Peña, Marcelo Tinelli y la firma de un contrato que esperó 20 años (Foto/Prensa América)

—Nos quedó pendiente Nacha, otra que puede ser muy dura a la hora de las devoluciones.

—Nacha me parece una grosa, la admiro mucho y siempre fue una referente para los artistas de una generación; una mina de mucho trabajo, de ocupar un lugar en el arte a partir de un camino andado, de ser consecuente, de trabajar duro para llegar a eso. Así fue la generación de ella y también la mía, algo que cambió un poco en los últimos años con la llegada de las redes, donde todo es muy repentino y rápido. Yo siempre pienso que los artistas no tenemos que estar de moda y para eso es indispensable tener un camino sólido. Los artistas hacemos, a veces nos va mejor, a veces nos va peor, pero el que se pone de moda puede caer y hay que trabajar duro para para sostenerse. Eso es lo más importante y ella tiene ese trabajo.

—Y se convirtió en un espejo a pesar de ser muy diferentes.

—Sí, somos artistas muy distintas que nos parecemos en que venimos de la escuela del estudio, de ser tenaces, de no sucumbir ante una caída, de lucharla. Yo empecé muy chiquita, no existían las redes y no existieron durante mucho tiempo. Para destacarte y para llegar a un trabajo tenías que hacer castings, y ahora pasa que te dan un trabajo porque tenés tantos seguidores en Instagram… ¿Pero qué es lo que haces? ¿Cuál es tu talento? Es una generación que atraviesa a mi hijo, y por eso tengo muchas charlas con él. Yo puedo hacer las cosas que hago porque estudié, porque me formé.

Flor Peña como Donna Sheridan en Mamma Mia!, la obra de la que de a poco empieza a despedirse (Foto/Mario Sar)
Flor Peña como Donna Sheridan en Mamma Mia!, la obra de la que de a poco empieza a despedirse (Foto/Mario Sar)

Esa formación, en constante evolución, se remonta a comienzos de los ‘80, cuando hizo sus primeras armas en Festilindo. Otro mundo, otra televisión, otra industria del espectáculo. Hace tiempo que la actriz que supo destacarse en programas de época como Son de Diez, Poné a Francella o Casados con hijos parece dejar ese rol para el teatro o para el cine más que para la pantalla chica. Un símbolo de los tiempos que corren y a los que ella, como a tantas otras cosas, supo adaptarse.

—¿Por qué no te vimos más actuar en televisión?

—Entendí que no hay mucho más para hacer la tele abierta con respecto a mi parte actoral. Y cuando veo lo que pasa en los Martín Fierro, siento que ya no pertenecen a los actores y va por otro lado. Son premios de periodistas, de panelistas, de conductores o de shows. Lo entiendo, me acomodo y me adapto. La actuación la llevo adelante de vez en cuando en cine y, sobre todo, en el teatro, que es mi lugar más de despliegue, donde me siento más actriz, de hecho ahora tenemos muchas nominaciones por delante con Mamma Mía!

—¿Imaginabas todo lo que está pasando con la obra?

—Tenía la ilusión de que la gente nos acompañara porque me daba cuenta de que lo que teníamos entre manos era algo muy hermoso y genuino. Y por suerte la gente acompañó, porque a veces vivís éxitos de público pero lo que estás haciendo no te gusta tanto. Esto para mí fue un crecimiento muy grande, pasó por muchos lugares y a la gente le conmueve mucho verme hacer cosas que creía que no hacía, por ejemplo, cantar. Es re loco, después de tantos musicales, que la gente se sorprenda al verme cantar. También le conmueve cómo paso del de la comedia a la sensibilidad. Y me parece que eso también es parte de lo que a mí me gusta mostrar, de lo que me hace feliz arriba del escenario. Es una obra que voy a llevar siempre en el corazón, porque fue un crecimiento muy grande en lo actoral. Pero al mismo tiempo ya tengo ganas de hacer otra cosa.

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