Lejos de las tensiones del juego y las dificultades para sobrevivir en la isla, este jueves los participantes de Survivor Expedición Robinson (Telefe) disfrutaron de una noche a pura fiesta, alcohol y baile. En medio de un clima de diversión, que dio lugar al encuentro y a la unión, un superviviente quiso cumplir su sueño de besar a otro compañero. Fue así como Mauro Guarnieri fijó su objetivo: Juan Pablo Busilachi.
Tras ambientarse al lugar con collares autóctonos y dibujarse líneas de pintura en la cara, los participantes comenzaron a festejar el hecho de alcanzar aquella instancia del juego: estar entre los mejores ocho participantes del reality. Fue entonces cuando se pusieron en ronda, brindando y agradeciendo por la oportunidad única que les dio el programa. Así las cosas, con tragos en la mano, y al ritmo de la cumbia, algunos supervivientes tuvieron un fuerte acercamiento. “Vamos a oficializar el pico que tanto pidió la gente”, comenzó diciendo Juan Pablo mientras tomaba a Mauro de la mano. En esa misma sintonía opinaba Aixa, quien comentó: “Empezaron a aparecer los besos, finalmente se dio algo que se estaba generando entre Mauro y Juan”.
Fue entonces cuando, rodeados por todos sus compañeros. Juan Pablo puso sus manos en los cachetes de Mauro y se acercó para besarlo. Tras gritos de festejo y emoción, los jugadores remarcaron el hecho de que Busilachi tenía novia. Por otra parte, Mauro se mostró sumamente feliz: “A mí se me cumplió el sueño que pedía desde el día 10 aproximadamente, que era besarme con Juan Pablo. Lo hicimos en tono de broma, obviamente. Me encanta que él no tenga una masculinidad frágil y que se pueda prestar a este tipo de cosas y no sentirse menos hombre”.
Luego, Guarnieri quiso ampliar el juego y desvió la atención hacia otros compañeros. “Nosotros cumplimos, y ahora los otros dos”, dijo Mauro mientras tomaba de las manos a Martina y Agustín, invitándolos al centro de la ronda. Al principio, Agustín se mostró tímido y hasta intentó rechazar la propuesta, pero tras una serie de intentos dejó que la joven de 19 años lo besara. “Agus estaba algo tímida y me dice ‘dame vos el beso’. Entonces le agarré la cara y le di el beso, obviamente”, dijo la estudiante de periodismo deportivo.
Al día siguiente, tras una noche de besos y diversión, el acercamiento entre Martina y Agustín continuó, así lo confirmó la joven: “Nos despertamos con Agus, nos miramos y empezamos a reírnos. Hablamos de lo que fue la noche. Los dos entendemos que un pico no va a cambiar la relación entre los dos, reforzó nuestra amistad, hoy estuvimos todo el día juntos, le hice un corazón en la panza. Tenemos esa confianza y un beso no va a cambiar nada”.
Pero más allá de la alegría, y del momento de distracción, la competencia continuó en la isla. Fue así como los jugadores afrontaron un desafío por un veto en el próximo concejo tribal, el mismo les daría la oportunidad de anular el voto de otro participante. Tras más de 30 minutos de una dura prueba, en la que tenían que poner a prueba su equilibrio y fuerza, Eugenia y Martín Colli fueron quienes llegaron hasta la última instancia.
Pero lejos de continuar con el desafío, Colli sorprendió al preguntarle a Eugenia si sabía cómo jugar el veto. Ante la respuesta positiva de su compañera, Martín se dio por vencido. De esta manera, además del collar de inmunidad que la ingeniera química había ganado, ahora también contará con el beneficio del veto para el próximo concejo tribal.