Malena Kerschen, la última eliminada de Survivor: “Volví de la isla con el cuerpo lleno de hongos y picaduras, toda demacrada”

La diseñadora de indumentaria dejó el reality este lunes después de dos meses de competencia. En diálogo con Teleshow dio los detalles de su juego e hizo un repaso de su aventura y las enseñanzas que le dejó

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Survivor Expedición Robinson: Malena es la nueva eliminada de la isla (Video: Telefe/Survivor: Expedición Robinson)

Luego de un programa cargado de tensión y grandes estrategias, Survivor, Expedición Robinson (Telefe) enfrentó un nuevo Consejo Tribal con la intención de eliminar a Baltasar López. Pero en un giro inesperado, Malena Kerschen se convirtió en la decimoséptima eliminada, a pesar de tan solo recibir tres votos. A horas de su partida de la isla, la (ahora) exparticipante habló con Teleshow y repasó su paso por el programa. “Me volví completamente loca. Me obsesioné a un nivel desmedido: estaba enferma por el juego, no sé qué me pasó. Quedé eliminada y seguía especulando. Me acuerdo de que vino el productor y me dijo: ‘Malena, no estás más en el juego’. Me fui pasada de rosca mal”, contó a este medio.

—¿Qué pensás de la jugada de ayer? ¿La definirías cómo una jugada maestra?

—Fue una jugada brillante. Fue increíble cómo la dieron vuelta siendo tres, nos hicieron pensar que tenían el doble voto, caímos, cambiamos a último momento a Baltasar y me terminé yendo de rebote con tres votos.

—¿Por qué creés que apuntaron hacia vos y no hacia otro de los chicos de la tribu?

—Respecto a la alianza mayoritaria, yo era la que más relación tenía individualmente con cada uno: tenía relación con Juanchi, con Agustín, con Martín, con Euge, con Colli... Era como la cabeza de la “Alianza” y como entre ellos no tenían una relación concreta, fueron por mí.

—¿Te considerás una de las grandes estrategas del programa? ¿Cómo definirías tu juego?

Siempre jugué por afinidad. No era buenísima en las competencias, pero sí fui una buena tejedora y pude hacer vínculos reales, incluso hasta con Euge. Algunos decían: ‘Ay, la usa, la manipula’ y no; yo tenía un vínculo real con ella, por algo quiso jugar conmigo. Lo definiría como un juego de estrategia social con afinidad. Lógicamente, si seguía avanzando, iba a tener que abandonar la afinidad y empezar a traicionar. Por suerte me fui antes.

El cambio físico que Malena atravesó en la isla (Foto/@male.ker)
El cambio físico que Malena atravesó en la isla (Foto/@male.ker)

—¿Cómo describirías tu relación con Juanchi?

Fue cosa del momento, una estrategia también; pero en la vida real: nada. Sirvió para el juego. Teníamos estrategias similares y eso nos llevó a avanzar juntos. Ahora, que estoy afuera y que volví a conectar y a estar en eje y coherencia con mi persona de antes, “Chau”. Patada en el culo, porque no me gusta como persona, no me gusta un tipo “gato”.

—¿Qué fue lo que más extrañaste siendo diseñadora de indumentaria? Si hubieses tenido acceso a los materiales necesarios, ¿podría haberte servido?

—Eso me costó. Pero estoy muy contenta con la elección de las prendas que hice. Dentro de las seis que nos dejaron llevar: elegí algo largo para dormir, un buzo. Muchos no llevaron abrigo porque decían: ‘Es clima tropical, nos vamos a morir de calor’ y la realidad es que a la noche hacía frío. Entonces me llevé un abrigo, una joggineta y una biker para las competencias. Después encontré unas hojas para lavar la ropa, logré que tuviera rico olor dentro de los aromas espantosos que había en la isla. Si yo hubiese tenido un costurero ahí, me habría divertido, porque había mucho tiempo libre.

—Gracias a tus estrategias recibiste mucho hate ¿cómo te afecta?

—No me importa nada. Al principio me descolocó, dije: ‘Wow, está todo distorsionado’. Después me amigué y dije: ‘Bueno, tengo que aceptarlo’. La realidad es que fui a jugar, a darlo todo, a cortar cuanta cabeza pudiera y lo hubiese seguido haciendo. El liderazgo femenino es algo que no soportan. Si un hombre hace o deshace una jugada o una buena estrategia, está perfecto. Ahora, cuando lo hace una mujer, no lo soportan.

Malena se fue de la isla con hongos en la piel, picaduras y un gran cambio físico (Video/@male.ker)

—¿Cómo describís la experiencia? ¿Lo volverías a hacer?

La defino como traumática. Cuando me anoté, dije: “Se apagan las cámaras, te tiran un choripán, te cagás de risa de todo el mundo”. Y no, cuando vimos que era real, que al tercer día estábamos sin comer, no teníamos ni fuego, era como: “Che, esto es en serio”. No volvería a hacerlo nunca jamás; pero la enseñanza que me dejó es que no necesitás grandes cosas para ser feliz. Siempre había una noche que no llovía y eras la persona más feliz y plena del universo; o la ropa por fin se te había secado y era tocar el cielo con las manos. Te conformabas con las cosas más pequeñas: valorabas cada comida, cada día lindo, cada vez que no llovía o te matabas de risa con tus compañeros... Al final, no necesitas más nada que eso.

—Antes de entrar al programa, en tus redes sociales te mostrabas como una persona muy estética. ¿Cómo te impactó el cambio físico?

—Fue horrible. Me vi completamente demacrada: parecía un chupetín, tenía la cabeza grande, el cuerpo todo consumido, todo lleno de hongos y picaduras. Cuando me miré al espejo no podía creerlo. Aparte, me picaba todo, era una cosa de locos, no podía parar de rascarme: era como insoportable. Ahí tomé conciencia de lo dura que fue la experiencia. Me sorprendió el nivel de adaptación que alcancé. Si me picaba un bicho era: ‘Ay, la pucha’, pero lo mataba y listo. No se me cruzaba por la cabeza ni abandonar ni irme porque estábamos todos muy compenetrados en el juego. Después, cuando llegué al hotel y dormí en una cama y me lavé los dientes, dije ‘No puedo creer por todo lo que pasé'. Incluso me pegué un atracón: durante dos días no podía parar de comer, me preocupé.

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