#VivalaFamilia con Julieta Poggio y su mamá, Patricia: “Quería eructar en la mesa de Mirtha y ella no me dejó”

En esta octava entrega del ciclo de Infobae, la actriz y finalista de Gran Hermano 2022 y su madre contaron cómo es su relación, rememoraron sus mejores anécdotas, sacaron algunos trapitos al sol y hasta se pidieron disculpas

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Viva La Familia Capítulo N° 8 - Julieta Poggio y su mamá, Patricia

Hoy se presenta la octava entrega del segmento #VivaLaFamilia, el espacio que reúne a diferentes familias de figuras públicas para explorar algunos momentos que compartieron, repasar sus trayectorias desde la perspectiva de cada integrante y mostrar sus diferencias. A partir de una serie de preguntas, los participantes también tienen la oportunidad de jugar y divertirse; y, el público, de conocerlos un poco más.

En esta oportunidad, se presentaron Julieta Poggio y su mamá, Patricia Destefani, quienes dieron a conocer los aspectos más íntimos de su vínculo familiar. La ronda de preguntas la inició la madre de la actriz y finalista de Gran Hermano 2022, indagando sobre el momento en que su hija había llegado a decir: Aguante mi vieja”. De inmediato, la joven destacó: “En un montón de momentos. Sos re copada, siempre le caés bien a todos mis amigos, a toda la gente que trabaja conmigo. Digo: ‘Aguante mi vieja’ en un montón de momentos que recuerdo, que siempre estuviste ahí. Nos entendemos con una mirada. Gracias por acompañarme siempre. Y bueno, cada vez que estamos juntas y la pasamos bien, ahí lo digo”.

La exposición mediática de su hija marcó a Patricia, y la charla también reflejó las dificultades y desafíos enfrentados en ese sentido. Sincera, la mujer recordó que, en el pico de popularidad de Julieta, en pleno reality, los comentarios negativos hacia la joven generaron una reacción protectora en ella. “Me salió la madre leona de adentro y realmente sentí la impotencia más grande que nunca había sentido en mi vida porque vos no podías defenderte, no podías contar tu verdad”, rememoró. “Entonces creo que fue mi momento más frustrante y el más triste que pasé, cuando decían cosas feas de vos y no podías defenderte”, sumó.

Y yo ni enterada. Yo tomando sol, yo metiéndome a la pileta. Pero bueno, lo re agradezco todo eso”, descomprimió Julieta, con un poco de humor.

“No soy para nada organizada con algunas cosas. Cuando vivía en mi casa, era mucho más desordenada que ahora. Ahora soy muy meticulosa”, dijo Julieta
“No soy para nada organizada con algunas cosas. Cuando vivía en mi casa, era mucho más desordenada que ahora. Ahora soy muy meticulosa”, dijo Julieta

Otro de los puntos clave de la conversación fue la diferencia en sus personalidades y estilos de vida. Ahí, Juli admitió su falta de organización en ciertos aspectos. “No soy para nada organizada con algunas cosas. Cuando vivía en mi casa, era mucho más desordenada que ahora. Ahora soy muy meticulosa”, dijo y añadió la divergencia en gustos: “Obviamente, no compartimos el gusto en la decoración”.

Sin embargo, sobre las diferencias, su madre fue más allá y entró en el terreno amoroso: “Mi cabeza recién está empezando a procesar que vos puedas tener una relación abierta. A mí todavía me cuesta procesarlo porque soy mucho más de la vieja escuela”, dijo Patricia en alusión a la monogamia. “Entender que vos podés estar enamorada de una persona y, a su vez, hacer entrar a otras personas en tu vida, a mí me cuesta un montón”, aseguró.

El vínculo madre-hija también se mostró en pequeños detalles cotidianos que las irritan al convivir. Por caso, Patricia mencionó que, a veces, su hija se olvida de dónde están y habla en público como si estuvieran en privado, ocasionándole cierto pudor. “Digo: ‘Dale Juli, hay gente. No me hables como si estuviéramos solas en casa’”, contó para luego ingresar en un terreno más incómodo, al afirmar que le molesta que la actriz y bailarina tenga el hábito de eructar en la mesa. “No lo puedo entender, no me da con tu physique du rôle. Me re molesta. Me parece que una señorita no tiene que hacer eso”, aseguró.

Sin embargo, la joven fue más allá y se mostró muy convencida de su actitud: “No solo eructo en la mesa, eructo adelante de cualquier persona, con cualquier desconocido, es mi forma de mostrarle confianza”. Muy seria, y tratando de que su hija entienda sobre modos y formas, aclaró: “Sí, pero querías eructar en la mesa de Mirtha, y te pedí por favor que no lo hicieras”. Pese a todo, Julieta se mostró segura de lo que iba a hacer: “Quería eructar en lo de Mirtha, es verdad. No me dejaron hacerlo, pero para mí iba a quedar épico, una anécdota para toda la vida”, aseguró, risueña.

"Nos entendemos con una mirada. Gracias por acompañarme siempre”, le dijo Julieta a Patricia
"Nos entendemos con una mirada. Gracias por acompañarme siempre”, le dijo Julieta a Patricia

En cuanto al futuro, se plantearon expectativas y deseos y Patricia expresó la esperanza de que Juli algún día entienda la grandeza de ser madre. “El motor de mi vida son ustedes, ciento por ciento. Espero que en algún momento te pique ese bichito y tengas una Julietita”, al desear que la joven también llegue a experimentar esa felicidad.

La actriz se mostró agradecida por los deseos de su madre, pero poco entusiasta respecto a la maternidad en el presente. “Por ahora no me imagino para nada. No me dan ganas. Tengo muchísimo que vivir. No me veo responsable ni de una mascota”, afirmó.

El apoyo incondicional de la madre se evidenció en múltiples ocasiones, por lo que Julieta agradeció ampliamente este respaldo: “No recuerdo un momento de mi vida en el que no hayas estado”. En ese contexto, la disponibilidad de su madre para acudir en cualquier momento fue resaltada con gran estima: “Sé que te he interrumpido cenas, viajes, lo que sea, con un llamado. Y siempre estuviste para mí”.

Patricia, en tanto, aprovechó y le ofreció unas disculpas a Julieta. “Siento que a veces soy muy exigente con vos. Creo que lo das todo y, como me decís, sos chiquita y joven. A pesar de eso, sos muy responsable, tenés muchos trabajos y cumplís para todo. Sos muy exigente y no necesitás que yo esté encima: solita, sabés hasta dónde y cómo. Así que te pido perdón, si te exijo más de lo que podés dar, soy fiel testigo de que la venís luchando hace muchísimos años. Por eso estás donde estás”, dijo.

Julieta la escuchó con amor y devolvió: “Todavía me gusta tener 22. Para algunas cosas soy chiquita y para otras me hago la chiquita y me relajo en vos”. “Está muy bien. Sé que soy tu espaldarazo. Amo acompañarte en esto que te toca vivir”, cerró su madre.

Fotos/Candela Teicheira.

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