Ya nada puede sorprendernos... o sí. Pasó la 52° edición de los Premios Martín Fierro y este año -como tantos otros- se celebró en el Hotel Hilton de Puerto Madero y como siempre, dejó tela para cortar. En esta ocasión, durante la gala organizada por la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentina (APTRA) se destacó a lo mejor de la televisión durante 2023.
Comandado por Luis Ventura -presidente de la entidad- y con la conducción de Santiago del Moro, la ceremonia duró casi cinco horas en las que pasó de todo. Antes de que ingresen los invitados, ya desde el salón se podía vislumbrar el lujo y la dedicación para que ningún detalle quede librado al azar, desde la disposición de la mesas, la decoración y hasta la elección de la vajilla.
Así fue como los 600 famosos presentes en el evento pudieron degustar de un menú diseñado para representar lo mejor de la cultura culinaria argentina, comenzando con un snack denominado “mapa culinario de la Argentina”, que incluyó bocados de humita, tomaticán, empanada y un tartar de trucha.
Para la entrada, los chefs del Hilton propusieron un sofisticado plato de zócalo de garbanzo especiado, acompañado de jamón crudo, queso mascarpone, esponja de albahaca, tomates asados y una crema de arveja y lima.
El plato principal se trató de un lomo de novillo, acompañado de zanahorias asadas en miso, emulsión de zanahoria y chocolate blanco, roll de papa y ajo negro, todo bañado en una salsa de mostaza a la antigua. Los que optaron por una opción vegetariana tuvieron una alternativa especial: berenjena ahumada con un cremoso de zanahoria y chocolate blanco, con ensalada de hojas recias y salsa de yogurt.
El postre le dio el toque final a una carta exquisita, con un corazón cremoso de limón, acompañado de confitura de frambuesas, crema de lima, crocante de chocolate blanco y almendras, todo sobre un colchón de copo de nieve que emulaba una gran nube blanca.
Para los centros de mesa se pensó en ramos de flores blancas y para distinguir cada una de las mesas, se eligió un número grande calado, en color dorado. Cada uno de los sitios contaba con un cartelito con el nombre de quien debía ocupar el asiento y la servilleta negra tenía un detalle con un Martín Fierro dorado, a tono.
La ceremonia
“¡Dos minutos del aire, por favor, tomen asiento!”, gritó un productor a modo de cuenta regresiva, pero nadie parecía escucharlo. Promediando las 21, la misma voz en off dio el aviso de lo que vendría, una larga jornada de distinciones, homenajes y momentos emotivos recordando a los artistas que dejaron este plano en el último año y ciclos que hicieron historia en la pantalla chica. Fue entonces que ingresó Mirtha Legrand para ubicarse al frente, en la mesa dos.
Mientras tanto, la presencia de Santiago Del Moro en el escenario dio el puntapié inicial para que todo el trabajo de los días previos en el hotel cinco estrellas viera la luz.
Muchas horas antes, algunas de las celebridades se alojaron junto a vestuaristas, maquilladores y estilistas en las suites del Hilton para alistarse y descansar antes de la gran noche. Otros llegaron a la hora señalada para presentarse directamente en la alfombra roja. De cualquier forma, todos se encontraron con cientos de curiosos que se agolparon desde el mediodía a la espera de poder divisar algunos de los famosos que pasarían por allí con carteles y flores gritando los nombres de sus artistas preferidos y rogando por una selfie o videíto.
Ya en el Salón Pacífico, todo se desarrolló según lo previsto. Los mozos fueron y vinieron trasladando platos mientras que los sobres siguieron develando ganadores y perdedores. Pantallas gigantes dispuestas a lo largo del salón registraron y proyectaron lo que pasó en las mesas.
Si hay algo que caracteriza esta gala es que los famosos hablan mucho y esta vez también sucedió. Besos, abrazos, reencuentros y felicitaciones. Una de las más aplaudidas fue Marcela Tauro, quien ganó por primera vez en la vida y estaba muy emocionada.
Otra de las más requeridas fue Mirtha y, aunque su círculo íntimo intentaba que no la abrumen con saludos y pedidos de entrevistas exprés, la diva que, como se sabe es una amante de los eventos, saludó a todos. El momento que se robó más flashes fue cuando Susana Giménez y Wanda Nara se acercaron a su mesa y las tres mujeres conversaron animadamente.
Fátima Flórez dejó por un rato Las Vegas, donde se encuentra haciendo su espectáculo, para asistir a los premios. Lo hizo en compañía de Marcelo Polino, con quien compartió la mesa y mucha complicidad. También fue de la partida Marixa Balli. Finalmente la imitadora ganó en el rubro mejor humorista y pudo celebrar.
Dueños de un amor infinito, Silvia Kutika y Luis Pipo Luque fueron protagonistas de una verdadera love story. En una noche en la que no abundaron los escándalos ni las grandes declaraciones, ellos aportaron su cuota de esperanza.
Fue cuando Silvia subió a recibir su premio a mejor actriz de reparto por mejor actriz de reparto. La actriz encarnó a La Polaca en la segunda temporada de Argentina, Tierra de amor y venganza y mientras ella se mostraba súper emocionada sobre el escenario, su marido lloraba contemplándola desde su silla con orgullo, conmoviendo a todo el auditorio. “Vamos Pipo todavía eh”, le dedicó ella.
El momento más emotivo
Hay un instante cada año reservado para las lágrimas y es el ya clásico segmento en el que se recuerda a los actores, conductores, periodistas, productores, columnistas y directores de la televisión fallecidos en el último año -período que comprende parte de 2023 hasta la actualidad-.
Esta vez, con música en vivo, nada más y nada menos que con las voces de Abel Pintos y Nahuel Pennisi. Así se fueron sucediendo uno tras otros rostros, fechas y recortes de programas recordados en los que cada uno de los homenajeados pudieron destacarse. Entre lágrimas y caras de asombro, los asistentes comentaron y se lamentaron.
En el salón se sintieron los aplausos y la emoción tras ver el video de los obituarios. Selva Alemán, Claudio Rissi, Silvina Luna y la periodista Alicia Petti, entre los más recordados.
Los bloopers de la noche
Los bloopers también dijeron presente en esta noche. Desde Martín Ku, el Chino de la última edición de Gran Hermano intentando entrar a la ceremonia sin invitación hasta Virginia Demo, una de sus compañeras que tuvo un episodio escatológico y Luciana Geuna, protagonista inesperada de una gran historia.
Acompañado de Catalina Gorostidi, el Chino llegó al hotel vestido de traje y caminó por la alfombra azul. Allí atendió a la prensa, contó sus expectativas y se dispuso a entrar al salón, pero no tuvo suerte. No había entradas para él y terminó comiendo choripanes en un carrito de la costanera porteña.
“Gran vergüenza”, escribió su novia Marisol en Instagram. “Igual, qué nos sorprende si no invitaron a la gran jugadora de esta temporada y no ponen en la mesa al jugador(azo) que la sacó y se llevó a Artur”, dijo en referencia al perro que ingresó a la casa y terminó adoptando su pareja.
Finalmente la mesa destinada al reality la ocuparon Bautista, el ganador; su novia Denisse, Lisandro -que no quiso decir si será Susano en la vuelta de Susana Giménez a la televisión-, Virginia, Rosina, Emmanuel y, en última instancia, se sumaron Catalina y Lucía. En la misma mesa se sentaron participantes de la edición 2022/2023: Daniela, Nacho y Mora.
En cuanto a Virginia, la humorista oriunda de La Plata, lo suyo fue más preciso. “Me hice pis”, dijo a los cronistas que la agarraron en el ingreso. “Se me escapó un chorrito”, aseguró la integrante de Legalmente rubia, quien tuvo que cambiarse el vestido de urgencia y se volvió viral en redes sociales.
Todo empezó mientras describía su look ante las cámaras, la comediante tuvo que abandonar la entrevista de manera repentina, dejando sorprendida a su entrevistadora, Josefina China Ansa. “Me tengo que ir”, dijo la actriz finalizando la charla. “¿Cómo que te tenés que ir? Esto recién empieza. Bueno, Virginia Demo me dejó hablando sola...”, lanzó la conductora.
Minutos después, la exparticipante de Gran Hermano volvió a la alfombra pero lucía otro outfit. El detalle no pasó inadvertido y ante la cámara de Teleshow, contó qué sucedió realmente: “Me reí con la China, estornudé porque estoy resfriada, y se me escapó un chorro de pis. Hay que decirlo, son cosas que nos pasan a esta edad a las mujeres”. Pasado el incómodo trance, la actriz pasó una noche junto a sus excompañeros del reality sin mayores sobresaltos.
Menos problemático fue lo de Geuna. Nominada como labor periodística, la rosarina no se veía con muchas chances y, ya entrada la medianoche, optó por sacarse los zapatos y relajar después de tantas horas de stress. En eso, llegó su categoría y Santiago del Moro dijo su nombre.
Entonces, la exconductora de Telenoche, que se encontraba en una de las mesas del fondo, se paró y corrió a lo largo de todo el pasillo hacia el escenario en patas. “¿Estás descalza?”, disparó el conductor que no podía creer lo que ocurría en el escenario. “Pensé que perdía, Santi, estaba descalza porque me dolían los pies”, se justificó la periodista con honestidad brutal. “¿Pensaste que perdías? Ganaste, te felicito”, le dijo Del Moro antes de que Geuna diera paso a su discurso.
Otra pareja que fue blanco de risas fue la conformada por Laurita Fernández y Claudio Peluca Brusca. La actriz y el productor querían aprovechar el icónico ascensor vidriado que, desde su inauguración es la atracción del hotel, pero un error de cálculos con la puerta no les permitía registrar la imagen deseada. Y aunque otros asistentes aguardaban para utilizar el servicio, ellos no se dieron por vencidos y lo intentaron una y otra vez. ¿El resultado? Las puertas se siguieron cerrando y no lo lograron.
Un clásico de cada año: la pronta evacuación de las mesas. Promediando la noche y a medida que se sucedían las ternas, los famosos fueron abandonando el salón. Con centros de mesa en mano la mayoría de ellos, quizás porque habían perdido o simplemente, porque su nominación ya había pasado, no esperaron un minuto más.
La primera en irse fue Susana, en compañía de su hija Mecha. Luego partieron Wanda Nara, que asistió junto a su hijo mayor Valentino y después dejó el salón Adrián Suar, quien había sido reconocido por sus 30 años al frente de Pol-ka.
Y así, cuando a la 1.20 Santiago del Moro anunciaba que Telefe Noticias era el ganador del Martín Fierro de Oro, ya casi no quedaba nadie para aplaudirlos.
La presencia de los hijos
Una particularidad se dio en esta edición que se puede destacar: la presencia de muchos hijos de celebridades. Quizás el que más llamó la atención fue la dupla conformada por Federico D’Elía y su hijo Teo porque ambos se alzaron con una estatuilla.
El padre ganó en la terna como mejor actor protagonista de ficción por Argentina, Tierra de Amor y Venganza, Segunda temporada. El joven, por su parte, carga con ser la tercera generación de una familia de actores -que comenzó con Jorge, su abuelo- y mal no le fue: ganó con la ficción Familia de Diván.
Pero no fueron los únicos padre e hijo que asistieron juntos. Nicole Neumann decidió dejar a su bebé Cruz y a la pequeña Sienna con Manu Urcera, y fue a la fiesta con Indiana y Allegra Cubero.
Nancy Pazos fue a los Martín Fierro y compartió una inolvidable noche con el menor de sus tres hijos, Tonio.
Flor Peña, inseparable de su hijo Juan Otero -quien ya trabaja en los streams de Telefe-, lo eligió para que sea su +1 y se sentó junto a ella en su mesa. La Joaqui dejó la canción por un rato y asistió a la gala por ser parte del jurado de Got Talent. Pero en esta ocasión no fue con su flamante amor, el cuartetero Luck Ra, sino que decidió ir acompañada por sus dos hijas, Shaina y Eva.
Abel Pintos sorprendió a todos cuando llegó con la hija de su pareja, Guillermina. Durante la breve entrevista en la alfombra azul, explicó los motivos de la elección de la niña a quien quiere como su propia hija: “Es justo que esté ella acá porque fue muy compañera durante el ciclo. Íbamos a todas las grabaciones, que fueron muchas. Me acompañó todo el año”.
Por su parte, la adolescente también se expresó: “A mí me encantaba ver el programa. Siempre que mi papá decía algo, pensaba ‘total’”, señaló al mostrar su apoyo al artista en su rol de jurado de Got Talent.
Recuerdos para atesorar, como una ceremonia más que resalta lo mejor de la televisión y que reúne a sus máximas figuras en cada edición. Hasta el año que viene.