Desde los inicios de la tribu amarilla en Survivor Expedición Robinson (Telefe), Eugenia y Mauro formaron un dúo estratégico capaz de elaborar las tácticas más elaboradas. Es así como crearon el ídolo falso que eliminó a Giselle, sacaron a Samanta y tramaron la jugada que terminó con la salida de Goldi. Con este panorama, la alianza planeaba su próximo movimiento de cara a un nuevo concejo.
A orillas del mar, Eugenia y Mauro hablaban sobre los participantes con los que le gustaría llegar a la final. En ese momento la ingeniera química comentó que quería eliminar a Francisco en los próximos concejos. “No quiero que Francisco gane el programa porque es una persona que no necesita el dinero. Creo que si él gana sería aumentar su ego un poco más, que ya tiene bastante”, comentó la participante a cámara.
En el otro extremo del campamento, los exintegrantes de la tribu roja buscaban concentrar los votos que quedaban del exgrupo norte para dar vuelta el resultado y doblegar la hegemonía del sur. Entre Juan Pablo y Malena pusieron en marcha un plan para conquistar aliados entre sus rivales. “Nosotros (los integrantes del equipo rojo) tenemos un lazo importante con personas importantes del grupo amarillo, no me refiero a personas fuertes, sino que son queridas y que se animarían a darse vuelta y generar otro rumbo en la unificación”, comentó la diseñadora de indumentaria sobre su estrategia.
Así las cosas, el grupo rojo se reunió a solas con Eugenia e intentó convencerla de votar a uno de sus compañeros. Fue entonces cuando la jugadora vio la oportunidad y ella misma deslizó la idea de votar a Francisco. Esta no era la primera vez que la ingeniera interactuaba con el equipo rival, ya que semanas atrás, en un llamativo movimiento del juego, el reality hizo que dos participantes tuvieron que cambiar de tribus. Así, Inés se trasladó al campamento sur y Eugenia al norte.
Tras la fuerte propuesta, Eugenia no compartió la información con sus compañeros y les dijo que debían votar a Agustín, integrante del exequipo rojo. Así las cosas, una vez en el concejo, Marley contó los votos: cinco para Agustín y siete para Francisco. Al ver cómo se apagaba su antorcha, y se convertía en el decimoquinto eliminado, el joven no pudo ocultar su asombro: “Una sorpresa, no lo veía venir. Entendía que podía pasar alguna de esas cosas. Creo que estaba bien posicionado y me vieron fuerte, entonces es lógico que quieran sacar a las personas que ven como competencia. Es un juego y lo acepto plenamente, es una buena jugada, los felicito”, comenzó diciendo el superviviente.
Luego, en la continuidad de su análisis, Francisco explicó: “Claramente me perjudicó tener la alianza con Aixa, teníamos ya armada la estrategia de cómo ganar. Subestimé a mis compañeros, pensé que no me iban a ver. Pensé que podía pasar desapercibido, que había gente como Iván, que era más fuerte, o los rojos, que eran mis escudos en esta etapa. Pero no me salió ese juego, me agarraron desprevenido. Para mí me traicionó Mauro, por lo general él es el que piensa. Creo que viene de la mano de Mauro y Eugenia, que hablaron con los rojos”.
Sensibilizado por su derrota, el joven cerró diciendo: “Tenía buenas alianzas, me parece que era lógico que me quieran eliminar. Yo me hubiera querido eliminar. Traté de pasar desapercibido, claramente no lo logré y fue un error mío, creo que si me eliminaron fue porque pensaron que yo representaba competencia. No me llevo ningún rencor”.
Pero el conflicto no terminó ahí, sino que de viaje al campamento, los participantes tuvieron un cruce por la eliminación del integrante del equipo amarillo. Bajo la luz de la luna, Mauro confrontó a Eugenia: “Me duele que no hayas confiado en mí cuando yo confié en vos todo lo que pensaba hacer. Te guardé secretos que tenías, y ahora veo que no sirvió de nada porque no fuiste capaz ni de decirme, cuando y te iba a guardar el secreto. Tal vez no lo votaba, pero te iba a guardar el secreto. Sabías que podías contar conmigo y me lo podáis decirme porque me hubiera sumado. En este momento no confío más en vos”. Desde su punto de vista, Eugenia intentó justificar su decisión: “Prefiero irme en la próxima eliminación habiendo hecho mi juego y no el de otro. No sabía qué hacer, todos me dijeron que no te diga y opté por eso. Ellos me dijeron que lo ibas a entender porque es un juego”.
A la mañana siguiente, ya más tranquilo, Mauro habló ante la cámara y contó cómo se sentía por la traición de Eugenia: “Me daban consejos de que no me tenía doler, a mi me va a doler lo que se me cante. Si quiero que me duela me duele. Si te quiero mandar a la m...lo hago. No me van a decir a los 43 años que puedo hacer o no por más que esto fuera un juego. Estaba aguantando toda la ira que sentía para no cachetearla en ese momento. Yo vine acá a ganar, pero lo veo muy difícil; cada vez peor”.
Al mismo tiempo, el jugador opinó del movimiento que hizo su compañera: “Me parece una jugada estúpida, todos le llaman a esto una persona que busca foco, que busca cámara, que hace una jugada estúpida simplemente para salir en ese capítulo y que no le va a servir de nada a futuro. Este juego se hace pensando lo que va a pasar adelante, no es una jugada de un concejo, es una jugada que te lleve hasta la final y te haga ganar. Porque el que te hace ganar es la gente que vos expulsaste y los que traicionaste, si traicionaste a toda una tribu no te van a votar para ganar. Es así de simple, porque la gente se enoja en este juego”.