Si bien su carrera la llevó a radicarse en Los Ángeles, en Estados Unidos, el afecto de Eva De Dominici por su país es innegable. Una muestra de ellos fue la visita que hizo junto a su marido, Eduardo Cruz - hermano de Penélope - y su hijo Cairo, hace unos meses a su tierra natal. Emocionada, paseó por los rincones donde transcurrieron sus primeros años de vida, entre ellos Villa Fiorito y Lanús, en junio pasado. Los recuerdos quedaron registrados ante la cámara, pero recientemente los compartió en las redes. “Vuelvo al sur, como se vuelve siempre al amor”, explicó, citando el tango de Astor Piazzolla y Pino Solanas, en alusión al viaje que realizó desde Estados Unidos.
“Acá vivió mamá por primera vez”, indicó Eva mientras alzaba al nene en sus brazos y señalaba la casa que habitó durante los primeros años de vida. Así, comenzó el recorrido que hizo con el pequeño, su pareja, e incluso su papá, Fabián, que siguieron el ritmo de sus pasos. Las experiencias de su infancia fueron apareciendo en su mente y las comentó mientras caminaba por el barrio. Su caída desde un balcón a sus cinco años, el muñeco de nieve que hizo con su hermana Candela y la ventana donde esperaba la llegada de los Reyes Magos, fueron algunas de tantas. Incluso, tuvo la oportunidad de ingresar al interior de algunas viviendas y reparó en ciertas memorias. “La bañábamos a la tía en este lugar”, exclamó mientras apuntaba a la bacha de una cocina.
Más tarde, la actriz pasó por el que fue el hogar de sus abuelos y el local que tenían, como también por el Club Social Cultural y Deportivo Sud América. En el predio fue recibida por algunos de los empleados y compartió anécdotas de las actividades que realizaba. Su paso por la institución fue apreciada y lo recordaron con un mensaje hacia ella: “Eva se reencontró con su exprofesora de patín artístico, Marysol Serrano, y su familia. Fue un momento emotivo y lleno de recuerdos. ¡El Suda siempre será tu casa!”. También hizo una pausa para comer y, más tarde, visitó el lugar en que su mamá, Patricia, ubicó su primer consultorio odontológico.
A medida que avanzaba el paseo, la emoción se apoderó de Eva. El recorrido provocó que se encontrara con todos los miembros de su familia y las lágrimas se hicieron presente rápidamente, pese a que intentó ocultarlas de ellos. En la secuencia se notaron abrazos, palabras de afecto, fotos de su niñez y hasta artículos de sus trabajos en la televisión, entre otros gestos que recibió por parte de sus seres queridos.
Otro detalle que llamó la atención fue el buen comportamiento de su hijo. Con tan solo 4 años, el menor escuchó atentamente a su mamá y se divirtió ante el cuidado de los adultos. Entre las diferentes escenas, el menor jugó con una pelota, conoció a las mascotas de la familia, y hasta fue presentado a algunas personas. Cabe mencionar que el nacimiento de su primogénito tuvo lugar en plena pandemia lo que postergó las presentaciones de rigor.
Como broche de oro, la modelo participó de un asado multitudinario. En la intimidad, ella y su círculo cercano conversaron como si el tiempo no hubiese transcurrido, bailaron, bromearon y degustaron de una buena cena en el patio de una casa. Incluso, aprovecharon para dejar constancia de la cena y se sacaron una foto grupal ante la cámara de uno de los presentes.
A principios de este año, Eva compartió su añoranza por la tierra donde cultivó sus primeros éxitos. Con varios kilómetros de distancia, la exintegrante de Patricia decidió plasmar sus sentimientos en Instagram. “La casa de Villa Fiorito, una de las que marcó mi infancia. Estoy lejos, pero en mi mente la visito todo el tiempo”, fueron las palabras que acompañaron las postales. En el carrete se destacaron imágenes propias y sacadas de un mapa virtual, como la de la fachada del inmueble, una postal de ella en su infancia, e incluso un carnet de natación donde se pudo apreciar su primera dirección, y que tenían un gran significado para ella.