Hoy se presenta la séptima entrega del segmento #VivaLaFamilia, el espacio que reúne a diferentes familias de figuras públicas para explorar algunos momentos que compartieron, repasar sus trayectorias desde la perspectiva de cada integrante y mostrar sus diferencias. A partir de una serie de preguntas, los participantes también tienen la oportunidad de jugar y divertirse; y, el público, de conocerlos un poco más.
En esta oportunidad, se presentaron Alejandro Awada y su hija Nai, quienes dieron a conocer los aspectos más íntimos de su vínculo familiar. La ronda de preguntas la inició el actor, indagando sobre el momento en que su primogénita había llegado a decir: “Aguante mi viejo”. Nai respondió de forma emotiva, al resaltar la admiración que sintió por su padre desde pequeña e incluso llegó a mencionar que su profesión estuvo influenciada por él. “Siempre te dije que eras como mi ídolo y elegí esta profesión por vos. Siempre me gustó verte arriba del escenario y cuando ganaste algún premio ahí dije: ‘Aguante mi viejo’”, declaró ante las cámaras.
El actor volvió a tomar la palabra para preguntar “¿Qué te da orgullo de mí?”. Sin dudar, ella subrayó la integridad y los valores que Alejandro siempre le inculcó. “Lo buena persona que sos”, destacó Nai, al añadir que su educación, basada en la cortesía y el respeto, es una característica que valora enormemente en su padre. Además, remarcó la importancia de estas cualidades en una sociedad donde, según ella, la educación parece estar ausente. “Vamos a ser puntillosos. Lo que más me da orgullo de vos es lo educado que sos. Creo que si hay algo que falta hoy en la sociedad es educación. Y vos sos de la vieja escuela. Decís ‘Gracias; Permiso; Hola; Muchas Gracias’ Y eso me da muchísimo orgullo, porque no hay persona que no me hable bien de vos”.
Luego tomó la palabra Alejandro, quien no dudó en mirar a Nai a los ojos y expresar: “Me gusta mucho cómo te está yendo, cómo estás trabajando, hacia dónde estás yendo. Estoy orgulloso de vos. De todo punto de vista: como mujer, como persona, como actriz”. Al escuchar a su padre, la joven se emocionó y no pudo más que agradecer sus palabras. “Te amo, papi”, le devolvió.
En otro tramo de la nota, padre e hija recordaron un momento bisagra para la joven: su paso por el Bailando por un sueño (El Trece) en el año 2017. “Para mí lo más difícil fue decirle: ‘Papá, voy a ir al Bailando’, porque yo venía haciendo una carrera más de actriz, en cine, pero siempre me gustó. Internamente, yo sabía que iba a hacer una carrera distinta, pero no me animaba a confesármelo a mí y a confesártelo a vos”, se sinceró ella.
“Cuando llegó la propuesta del Bailando, que me llamó el Chato (Prada), me acuerdo de que me tiré de palomita. En ese momento, hacerme popular y que la gente me conozca era el sueño de mi vida. Pero me acuerdo de tener que sentarte en un café al que íbamos siempre y decirte: ‘Che Pá, me llamó el Chato...’. Vos te agarraste la cabeza y me dijiste ‘Uhhhh... Nooooo’. Se puso blanco y creo que era porque tenía miedo de cómo iba a afrontarlo”, contó Nai.
Luego, Alejandro pidió intervenir y explicó el motivo de su reacción: “(Me preocupaba) el maltrato que existía en ese programa, entre todos, porque era un show y no. Las dos cosas”. “Fue como yo me planté para ese reality porque me prestaba para eso. Hoy, con treinta, y ya conociendo el medio, no me prestaría para eso. Me hubiera encantado que puedas venir a verme. El próximo reality me vas a venir a ver”, bromeó ella. A pesar del humor, él recogió el guante e hizo un mea culpa: “Tendría que haberte acompañado y asesorado más. Tendría que haberte abrazado más”.
Hacia el final, Alejandro le preguntó, a la espera de una respuesta desfavorecedora, qué tan presente estuvo en la vida de Nai: “Del uno al diez”. Sin dudar, la joven sostuvo: “Diez”. Ante la incredulidad de su padre, amplió su respuesta: “¿Pensaste que iba a decir cero? (Risas) Bueno, todos nos mandamos cagadas. Pero presente, estuviste presente”, dijo ella. “Ese fue un miedo mío grande que, en algún momento, haya sido un padre ausente”, intervino él.
La cara de asombro de Nai fue indisimulable, al destacar que eso “nunca me lo dijiste”. Acto seguido, Alejandro le explicó que “te lo estoy diciendo ahora que estamos en intimidad”. “Ausente, no. Creo que tenemos una relación donde nos decimos mucho las cosas. La comunicación es lo mejor. No sos orgulloso y creo que esa es tu mejor virtud”, dijo ella para luego repreguntar: “¿Por qué pensás que sos un padre ausente?”.
“Alguna vez no estuve presente”, siguió Alejandro y, otra vez, la etapa del Bailando volvió a cruzar la conversación. “Yo no estuve presente en ese momento. No te apoyé. Podría haberte acompañado o estado más con vos. Eso me hizo pensar que evidentemente soy un padre ausente”, dijo.
“Sí, es verdad que estuviste ausente, pero eso no es lo mismo que ser un padre ausente. Un montón de Shakespeare. Tal vez estuviste ausente en un momento muy importante para mí, pero pudimos repararlo. Era difícil acompañarme en ese momento: yo era ingobernable. Hacía lo que se me cantaba. No te tires toda la culpa. Creo que fue más fuerte que vos”.
Fotos/Candela Teicheira.