En su entrada, el aroma a grafiti del frente de la casa invade el ambiente. Desde temprano, cada día los fans se acercan para contemplar la fachada y rendir culto ante las imágenes de Duki, YSY A y Neo Pistea. Antezana 247 es la dirección exacta en la que los exponentes de Modo Diablo vivieron mientras grababan sus primeros hits. Las paredes de “La Mansión” –el nombre con el que los raperos apodaron al lugar– resguardan los secretos y las historias que dieron inicio a la cuna del trap, el fenómeno que cambió la música argentina.
“Esto es cultura argentina”, dice uno de los fans que contempla por la mañana las figuras de los integrantes de Modo Diablo en las persianas del exterior. Mientras sus ojos buscan un hueco para dejar su firma y un mensaje en la histórica casona ubicada en el barrio porteño de Caballito, su amigo retrata el momento con su celular. A seis años de que los referentes del movimiento dejaran el lugar, las puertas de la casa se abrieron temporalmente gracias a una marca de styling referente del look urbano. En ese marco, Teleshow recorrió cada esquina de La Mansión.
El icónico inmueble, que abarca 603 metros cuadrados con más de 200 de ellos descubiertos, fue una pieza clave en el ascenso de los artistas durante los primeros pasos de sus carreras. Durante los ocho meses que vivieron allí, entre 2017 y 2018, los tres integrantes del grupo Modo Diablo aprovecharon el espacio para producir canciones y videoclips, organizar fiestas y recaudar fondos, lo que permitió proyectar su música a una audiencia más amplia.
Cuando el grupo decidió mudarse a Antezana 247, los artistas habían culminado una de sus etapas de mayor éxito: el Quinto Escalón. Se trataba de la competencia de freestyle –creada por YSY A– más convocante del país, al punto tal que en su última edición habían congregado a 7.000 personas en el microestadio Malvinas Argentinas. Pero con las ansias de crecer y el “‘hambre” por convertirse en grandes artistas, el trío buscó una residencia en la que pudieran desarrollar su música.
En ese sentido, Alejandro Farache, dueño de la casona, recuerda cuál fue su impresión al conocer a los jóvenes. “Nosotros somos tres hermanos que nos criamos en esta casa, con mi papá y mi mamá. Cuando ellos murieron la casa quedó vacía, así que con mis hermanos decidimos alquilarla. Ahí vienen ellos (Duki, YSY A, Neo Pistea) y comienza este fenómeno. Al principio ni sabía que eran músicos y después de un par de meses que estaban acá me muestran el video de “Rockstar” que grabaron acá”, comienza diciendo en charla con Teleshow, mientras se acomoda en el banco del jardín de La Mansión.
Así, los tres jóvenes se mudaron a la casa de Caballito: una vivienda con pisos de mármol, sótano, múltiples habitaciones y terraza. Al adentrarse unos pasos por el lugar es imposible no sacar la vista de la escalera caracol que resalta en el living, en ese mismo lugar Duki grabó “Rockstar”, uno de los temas más icónicos de su carrera. En las paredes del ambiente descansa una antigua foto del rey del trap señalando la altura de la casa y otro cuadro intervenido con un recorte de su cara.
El sótano de la casa es una de las habitaciones más históricas, allí Duki se tatuó las icónicas alas de ángel y diablo debajo de sus ojos. Las mismas representan el lado bueno y malo que tienen todas las personas. Si bien el artista soñó con ese tatuaje desde los 18 años, recién pudo materializarlo a los 22 en este lugar. En las paredes de la habitación, aún se ven algunos de los diseños que “cobraron vida” en aquel entonces. Papeles con dibujos de tigres, dioses hindúes, y figuras de todo tipo.
Justamente, ese fue el aspecto que más shockeó a Alejandro Farache a lo largo de toda la estadía de los jóvenes: “Uno de los días que voy a cobrar el alquiler me mostraron que habían armado un estudio de tatuajes. Para mí fue muy loco porque al ser tan grande la casa me parecía innecesario usar esa área, un lugar cerrado, húmedo y oscuro que se inunda. Fue la única foto que saqué cuando vine, me resultó fuera de lo común. Y cuando yo retomo la casa vi que había camas en el sótano, o sea que también lo usaron de bulo. Yo no lo podía creer, tenés 630 metros cuadrados. ¿Qué necesidad tenían de ir al sótano?”.
Otro de los sectores más emblemáticos de Antezana 247 es el quincho, en el cual los artistas improvisaron su estudio de grabación para llevar adelante sus primeros temas. Afuera de ese lugar, los apoyabrazos de metal de un antiguo banco cuelgan de las paredes detrás de una reja blanca escrita con cientos de mensajes: siendo “modo diablo”, la frase más repetida. Además se pueden leer los nombres de quienes acompañaron a los artistas durante su estadía en la casa.
En la parte superior de la casa están las habitaciones que correspondían a YSY A (Alejo Acosta Migliarini) y Duki (Mauro Ezequiel Lombardo Quiroga). Un pasillo con paredes azules une las piezas de ambos artistas. La que da a la calle es la del intérprete de “Como chilla ella”, la cual tiene el mismo color del pasillo y mantiene una antigua foto del músico apoyado contra la ventana de su habitación. Por su parte, la del cantante de “Goteo” destaca con un verde oscuro y un cuadro de los integrantes de Modo Diablo sobre un escritorio. Si bien fueron solo cuestión de meses, La Mansión significó una parte importante en la vida de los jóvenes. Ese cariño por este lugar fue reflejado por YSY A en uno de sus álbumes, al cual tituló con la dirección de la casona. La portada del disco Antezana 247 es una tumba con juguetes encima. En una clara metáfora de lo que representó este lugar para el trío, al final del videoclip de “Tamo Loco”, se puede ver a unos chicos dejando peluches y juguetes sobre una tumba que dice “Q.E.P.D la mansión”.
En ese sentido, Farache destaca a otra persona que tuvo un rol fundamental en la estructura de aquel hogar. “Hace poquito también vino Chuli Mane, que era la novia de YSY en ese momento. Con ella pude hablar un montón de cosas que pasaron acá, porque ella fue parte de esto. Ella dormía en el cuarto de YSY, pagaba una parte del alquiler. Me contó que si no fuera por ella, la casa se hubiese venido abajo al mes. Era la que ponía orden, hacía limpieza. Me contó cosas que yo no sabía”, afirmó.
Si bien Duki, YSY A y Neo Pistea eran los únicos inquilinos de la casa, el lugar recibía gente todo el tiempo. Productores, tatuadores, amigos, conocidos y amantes. En ese sentido, los jóvenes organizaban fiestas para recaudar dinero para sus canciones. Las mismas se titulaban Modo Diablo, de ahí surgió el nombre del grupo.
Pero más allá del éxito y la historia, quienes tuvieron que soportar los ruidos y los excesos del grupo fueron los vecinos, que en varias ocasiones le pidieron a Alejandro que interviniera. “Yo me enteraba de las fiestas porque los vecinos me llamaban por teléfono, me decían ‘che, deciles que bajen la música, te van a romper toda la casa’. Pero cuando yo venía y hablaba con los chicos, me decían todo que ‘si’. Incluso había una paz infernal, como sabían que venía me esperaban con un lugar tranquilo. Pero cuando me iba se ve que ni bola me daban. Los pobres vecinos tuvieron que sufrir las fiestas”, recuerda el dueño de la casa.
El futuro de La Mansión
Según cuenta Farache, una vez que los artistas dejaron el lugar, él mismo volvió a vivir allí con su familia durante cinco años. A partir de entonces, él y sus hermanos decidieron poner el inmueble en venta. Una medida que asustó a los fanáticos del trap. “A mí me gustaría que sea un lugar de culto, que los fanáticos puedan entrar a visitarla, que la puedan recorrer y disfrutar. Me da lo mismo que sea un bar temático, un estudio de grabación, una sala de ensayo, un lugar de eventos, pero quiero que sea algo que tenga relación con lo que pasó en la casa y que la gente pueda entrar. Por ahora no hay nada, pero estamos en la búsqueda”.
Con la idea de apaciguar el temor de los fanáticos, el dueño argumentó por qué el hecho de venderla sería lo mejor para los seguidores del trap: “Si la casa sigue estando en mi poder, o en la de mis hermanos, sigue siendo una casa de familia. Y los fanáticos no pueden entrar. La venta no tiene que asustar al fanático, al revés, tiene que ilusionarlos. Que la compre alguien que sepa de la historia. Ya solamente con la fachada te das cuenta”. Así la cosa, el lugar que vio nacer el trap, y en el cual Duki, YSY A y Neo Pistea crecieron como artistas y personas, está cada vez más cerca de recibir a los fanáticos de Modo Diablo.