Edith Hermida se metió dentro de un contenedor de basura antes de ir a la radio: el increíble motivo

La panelista de Bendita contó en el programa radial El Club del Moro por qué tuvo que revolver los residuos en plena madrugada

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Edith Hermida se metió dentro de un container de basura antes de ir a la radio: el increíble motivo (Video: El Club del Moro, La 100)

Un momento divertido se dio en la radio para los oyentes y lo que hacen el programa El Club del Moro (La 100) cuando Santiago del Moro le propuso a Edith Hermida, una de las panelistas del ciclo, que contara una anécdota que acababa de vivir. Y, fiel a su estilo y al humor negro que la caracteriza, no se opuso.

Todo sucedió durante la madrugada, en el barrio porteño de Caballito donde vive la periodista de Bendita, cuando salía camino a la radio. “Fui a donde estaban las piedras de la gata, las vi y necesitaba cambiarlas. Entonces dije ´antes de ir a la radio las cambio, no las dejo’´. Saqué todas y con la bolsa de las piedritas muy cochinas salí a la calle, con la cartera, la bolsa de las piedras sucias... y tiré todo al container”, comenzó su relato, que iba empeorando con el correr de los segundos.

Mientras sus compañeros de mesa escuchaban expectantes sin imaginar lo que vendría, Hermida continuó: “Cuando tiro todo me miro los brazos y digo ´¡Ay, la cartera!´. Tiré la cartera al container. Estaba lloviendo y estaba dormida”. Interrumpiendo, Del Moro planteó un escenario que luego confirmó, se hizo realidad: “Imaginate la gente que pasaba por Caballito a la madrugada y ve que se abre el container y sale Edith Hermida. Pensás que es como El Chavo del 8, que vive ahí”. La periodista asintió con sus risas.

Edith Hermida hizo reír a todos con una desopilante anécdota
Edith Hermida hizo reír a todos con una desopilante anécdota

Fue entonces que llegaron las burlas de sus compañeros. “Infidencias no hay acá”, dijo uno de ellos y contó cómo recibieron esa mañana a la periodista. “Advertimos que tenía algo, no está identificado si era jugo de naranja, cáscara de banana, una lechuga, pero apareció acá con todo eso en el pelo, como una dureza, no sabíamos si eran rastas o yerba”, explicó irónico el animador sobre el estado en el que llegó Edith tras revolver la basura.

Finalmente, en medio de las bromas, la panelista concluyó: “Menos mal que hoy me toca lavarme la cabeza. Me tiré dentro del container y decí que estaba vacío”. “Ustedes que hubieran hecho?”, preguntó y siguió justificando su accionar: “Me pasó a las 5:30 de la mañana. No había nadie para pedir ayuda así que agarré la cartera. A otros también les pasó, tenía que venir a la radio y vine igual, solo llegué un poquito más tarde”.

Ya las risas eran generales, por lo que Santiago del Moro remató la anécdota con una reflexión: “Lo que me llama la atención es el derrotero, cada vez más cuesta abajo”. “Vamos a ver con qué aparece mañana”, fueron algunas de las intervenciones del equipo, quienes esperan escuchar nuevas historias. No es la primera vez que la periodista sorprende con sus historias.

“Cuando tiro todo me miro los brazos y digo ´¡Ay, la cartera!´. Tiré la cartera al container. Estaba lloviendo y estaba dormida”, contó Edith Hermida (Bendita, El Nueve)
“Cuando tiro todo me miro los brazos y digo ´¡Ay, la cartera!´. Tiré la cartera al container. Estaba lloviendo y estaba dormida”, contó Edith Hermida (Bendita, El Nueve)

En una entrevista que dio a Infobae, contó que con una amiga casi fuimos prostitutas. ”Tenía una amiga de una amiga, no sé bien qué hacía, pero a ella le pagaban por ir a tomar una copa a un lugar. Y tenía toda la ropa, tenía plata. Nosotras no teníamos un mango, ¿viste? Entonces nos dice: ´Vamos a ir a tomar algo un día a un lugar´. Nos iban a pagar como que te diga ahora 10 mil pesos a cada una. Todas dijimos: ´Vamos´. Nos vino a buscar un remis. Yo me quedé dormida en el auto, ni sé adónde fuimos”, rememoró.

“‘Llegamos´, me dicen. Entonces mi amiga sube y baja con la plata. ´No, al final no tenemos que ir a tomar nada porque no llegaron los tipos que tenían que venir´, nos dice. ´Ah bueno, nos dan la plata y nos volvemos en el mismo remis, buenísimo´. Después me puse a pensar, con el tiempo, que me parece que era como un prostíbulo al que íbamos (risas). Mi amiga se va a poner recontenta que cuente esto. Pero ahí fui inconsciente. No entendía nada. Mi mamá tampoco se enteró”, recordó sobre sus años de juventud.

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