Sol Pérez enumeró las tres cosas que le prohibiría hacer a su esposo con otras mujeres: su reacción

La mediática compartió un video en sus redes hablando de los límites que le marcó a Guido Mazzoni en una situación hipotética

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Sol Pérez contó las tres cosas que le prohibiría hacer a su esposo con otras mujeres

Sol Pérez sorprendió a sus seguidores con un video que hizo junto a su esposo, Guido Mazzoni, y no pudo evitar tentarse antes de terminar la grabación que subió a su perfil de Instagram. “Voy a hacerle un chiste a Guido como que le pongo tres límites inalcanzables en el caso que a él le tocase ir a una isla con solteras”, comenzó diciendo la mediática en el video que publicó en el feed de su cuenta en la mencionada red social.

“Primero decí vos cuáles son serías mis tres límites”, le pidió Sol al abogado, dejándole la iniciativa del juego. “El primero, obviamente, no respirar el mismo aire que ellos, re tóxico”, respondió Mazzoni en broma. Y agregó: “Hablando en serio. Primero, no hacer nada de lo que no te gustaría que haga yo, básicamente. Creo que nos conocemos tanto que vos sabés lo que me molestaría y yo sé lo que te molesta a vos”.

A su turno, Sol manifestó: “Primero, que no puedas hablar con ninguna chica. O sea, si te vienen a hablar, vos tenés que darte la vuelta y decirle: ‘Perdón, mi mujer no me deja, estoy casado’”. Al escuchar la primera exigencia de su pareja, Guido comentó por lo bajo: “Es un montón”.

A pesar de la respuesta de su esposo, la modelo continuó: “Número dos, no compartir la mesa con ninguna de las solteras, ni ninguna fiesta, ni nada. Te vas a dormir temprano. Si ellos cenan a tal hora, vos cenás a otro horario distinto”, cerró Pérez, sin poder seguir grabando ya que le agarró un ataque de risa por su ocurrencia.

El divertido video de Sol Pérez con su marido: "Confirmen si son todos iguales"

Es habitual que Sol Pérez y su marido protagonicen videos de humor en las redes. Hace un tiempo, y mientras compartían un día de compras, el matrimonio se acercó hasta un centro comercial para que ella se probara una prenda que había visto anteriormente y que le había gustado. Fue acompañada por él para saber su opinión al respecto. Lo que el empresario -dueño de una reconocida cadena de gimnasios de crossfit- no sabía es que su esposa lo filmaría para exponerlo en las redes sociales. Siempre en tono de chiste, claro.

“Confirmen si son todos iguales”, escribió Sol en su cuenta de Instagram, red social en la que tiene seis millones y medio de seguidores. Allí, publicó un video editado en el que primero contó su plan, anticipando que engañaría a su marido buscando demostrar su distracción, y luego grabó la secuencia.

Sol Pérez y Guido Mazzoni se casaron en noviembre de 2023 (RS Fotos)
Sol Pérez y Guido Mazzoni se casaron en noviembre de 2023 (RS Fotos)

La futura abogada (le falta rendir un final y luego defender la tesis para recibirse) contó la aventura: “Vinimos al shopping con Guido a probarme un pantalón que me había gustado -introdujo-. Vamos a ver la reacción: le voy a mostrar dos veces el mismo para ver si me presta atención”.

Luego, Sol salió del cambiador y caminó hacia donde estaba su marido esperándola sentado en un banco del local. “Este es el pantalón 1″, le comunicó a Guido, quien la miró y dio su aprobación. “Me encanta”. “¿Te gusta?”, le preguntó su esposa. “Posta, está buenísimo”, insistió él.

Entonces, la influencer le hizo creer a su marido que regresaba al cambiador para probarse otro talle. Sin embargo, allí dentro hizo tiempo y grabó otro video en complicidad con sus seguidores. “Bueno, me metí de nuevo y voy a salir con el mismo pantalón a ver qué me dice. Posta que es el mismo, no me voy a cambiar”, explicó quien vestía una prenda de color verde que combinó a la par de una remera blanca, con la que llegó al shopping.

“Y ahora este, gordi, le dijo Sol a Guido, que estaba sentado en el mismo lugar y revisando una de las compras que había hecho anteriormente. “¿Cuál te gusta más?”, quiso saber su mujer. Entonces, fue el momento en el que llegó la respuesta con la que Sol expuso a su marido, quien no se dio cuenta de que era el mismo pantalón que el primero. “Este. Te queda mejor de calce”, respondió el empresario sobre la segunda opción que le había mostrado su mujer. “¿Este me queda mejor? ¿El otro me quedaba un poco grande?”, le siguió la charla ella, mientras él sostenía, de manera ingenua: “Tal cual. El que a vos te guste, a mí me gusta”.

Sol Pérez y Guido Mazzoni acostumbran a subir videos de humor a sus redes sociales
Sol Pérez y Guido Mazzoni acostumbran a subir videos de humor a sus redes sociales

El desafío de Sol a su esposo terminó justo en ese momento, impidiéndole a los seguidores de la influencer conocer la reacción de Guido cuando la joven le contó la verdad. Al publicarlo en su cuenta de Instagram, la pareja de la panelista de televisión buscó defender su postura. “Estaba en piloto automático. En modo shopping”, se justificó el empresario y sumó emojis de caras llorando de risa, en clara alusión a que se tomó con buena onda la cámara oculta que le hizo su esposa en las últimas horas.

De esta manera, la futura abogada y el empresario mostraron su amorosa relación, a la cual decidieron ponerle “el moño” el 25 de noviembre con su casamiento. Su relación comenzó en el verano de 2018, luego de que Mazzoni le hiciera una catarata de extrañas propuestas en las redes sociales. Una de las mismas decía: “Dejo el nesquik por vos”, le escribió Guido a Sol por mensaje privado de Instagram. Un rato más tarde fue por más y sumó en la misma sintonía: “Por una salida con vos, me tatúo la frase: ‘Hoy salí con Sol y la amo’ en una nalga”. Hasta ese entonces, ellos no se conocían pero los mensajes brotaban casi a diario. Él era el dueño de una cadena de gimnasios de crossfit y ella integraba paneles en programas de televisión, luego de hacerse famosa como “la chica del clima”. Dispuesto a conseguir ese encuentro, no bajó los brazos.

Dos días más tarde, Mazzoni fue a fondo con un aún más extraño elogio: “Tenés los mejores dientes que vi en mi vida. Dejaría que me muerdas con toda tu fuerza en mi brazo y le llevaría a mi dentista para que haga un molde y los colgaría en el respaldo de la cama”. Raro, pero pese a lo incomprensible del piropo, surtió efecto porque al rato, ella le respondió la ocurrencia con un “jajajajajajaja”. Y el resto es historia conocida.

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