El robo del siglo: la película que llevó al cine el mítico golpe al Banco Río de Acassuso

El filme dirigido por Ariel Winograd y protagonizado por Guillermo Francella y Diego Peretti recreó cómo fue el atraco que paralizó al país y mostró qué pasó con la vida de cada uno de los integrantes de la banda

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El tráiler de El robo del siglo, la película inspirada en el asalto al Banco Río de Acassuso

Horas y horas de móviles en vivo, editoriales, entrevistas, expertos de distintas áreas y un país en vilo ávido de información y nuevas pistas. Pocos hechos convocaron tanto a la opinión pública como aquel ocurrido el 13 de enero de 2006, cuando Argentina fue testigo de uno de los atracos más emblemáticos de su historia policial: el llamado Robo del Siglo. Todo sucedió en la sucursal del Banco Río de Acassuso, en la provincia de Buenos Aires, cuando un grupo de delincuentes vació 146 cajas de seguridad sin dejar más rastros que una nota en la bóveda. “En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es solo plata y no amores”, escribieron, romantizando así el asalto y logrando que parte de la sociedad hasta empatice con ellos.

Otro dato curioso, de película, se dio tras el ingreso de la policía al banco. Mientras un grupo de francontiradores del Grupo Halcón y más de tres centenares de policías rodeaban a la entidad bancaria, sólo hallarían a 23 rehenes, armas de juguete y las pizzas que habían pedido ya frías, pero ninguna señal de los delincuentes, dejando una duda que le puso más épica al caso: ¿cómo habían hecho para llevarse millones de pesos de un banco sin efectuar un solo disparo ni dejar rastros?

Guillermo Francella y Diego Peretti perpetran El robo del siglo en la ficción
Guillermo Francella y Diego Peretti perpetran El robo del siglo en la ficción

Pero la historia no dejaba de dar material, como si fuera la entrega de una serie por capítulos, y otra vez fue el impacto, cuando se supo que los seis asaltantes huyeron en dos gomones por un túnel en sentido contrario al río, con bolsas que contenían alrededor de 19 millones de dólares. La Policía recuperó sólo un millón. ¿Dónde está el resto del dinero?

Esa meticulosa planificación previa y el destino de cada uno de los ladrones tras el robo hasta su detención -que incluyó traiciones, resquemores por el reparto del dinero y mujeres-, fue tema de debate y hasta llegó a la ficción. Así fue como en 2020 se estrenó en todos los cines El robo del siglo, una película protagonizada por Guillermo Francella, Diego Peretti, Luis Luque, Pablo Rago, Rafael Ferro y Mariano Argento. Producida por Pola Zito, Alex Zito, Juan Pablo García, Fernando Szew, Ricardo Freixa, Axel Kuschevatzky y Javier del Pino, y con la dirección de Ariel Winograd fue un éxito de taquilla y convocó a más de dos millones de personas antes de la pandemia de coronavirus.

“Admito que cuando me propusieron leer el libro Sin armas ni rencores, escrito por Rodolfo Palacios, no imaginé encontrarme con momentos de tanto humor ni una narración cargada de tantas sorpresas. ¡Fue la combinación de un robo y una obra de arte!… “, dijo Winograd a este medio, los días previos a su presentación.

En la historia, todo comienza con una idea de Fernando Araujo (Peretti), el cerebro detrás de la planificación. Desde su atelier, diseñó un asalto sin armas reales, inspirado en técnicas de artes marciales y principios filosóficos. Además, utilizó su ingenio para idear una estrategia que involucraba la toma de rehenes como distracción y una fuga a través de un túnel pluvial. Es también quien arma la banda y convoca a un experimentado profesional Luis Mario Vitette Sellanes (Francella), quien ya tenía antecedentes y era conocido en el “medio”.

Guillermo Francella es Luis Vitette y Diego Peretti encarna a Fernando Araujo, los protagonistas del filme
Guillermo Francella es Luis Vitette y Diego Peretti encarna a Fernando Araujo, los protagonistas del filme

El resto del equipo se completa con Alberto de la Torre (Rafael Ferro), quien se ocupó de la toma de rehenes; Sebastián García Bolster (Rago), señalado como el responsable de la construcción del túnel de escape. Este último, en la vida real, nunca asumió su participación en el hecho, pero fue condenado y estuvo preso cuatro años. Cuando salió volvió a su oficio: reparar motos y hasta se animó a participar de un cameo en la película. En la vereda de enfrente se luce un Luis Luque como el negociador de la policía.

Conversé con Araujo antes de componerlo –contó Peretti a Infobae–. Nos parecemos en las formas y en lo físico. Fue mi segunda experiencia con un personaje real: cuando interpreté a Discepolín fui a ‘hablar’ con él en el Panteón de Actores de Chacarita. Claro que a la larga uno deja únicamente los rasgos que pueden enriquecer la caracterización”, explicó. Por su parte, Francella dijo: “Fue un delito cargado de picardía argentina”.

Para recrear la sucursal de Acassuso, el set se instaló en el subsuelo del Banco Nación casa central, ubicado en las calles Bartolomé Mitre y Reconquista, a metros de la Plaza de Mayo. La banda de sonido también le da el toque a la ficción, que incluye temas de Andrés Calamaro, Frank Sinatra, Los Violadores y Dos Minutos.

El episodio que recuerda al robo del siglo

En San Isidro descubrieron un túnel de 150 metros de largo creado para robar un banco y la historia estuvo punto de repetirse casi 20 años más tarde
En San Isidro descubrieron un túnel de 150 metros de largo creado para robar un banco y la historia estuvo punto de repetirse casi 20 años más tarde

En la mañana del miércoles, un joven repartidor de materias primas que se encontraba detenido en una calle de San Isidro, a bordo de su camioneta, mientras esperaba entregar un pedido en un local gastronómico, escuchó unos ruidos extraños que provenían del chasis de su vehículo. Ante la incertidumbre, bajó de la camioneta se percató de la presencia de la varilla metálica que se encontraba clavada debajo de la calzada y dio aviso a la policía.

Así, horas después, descubrieron un túnel de 150 metros de largo creado para robar un banco en San Isidro y la historia estuvo punto de repetirse casi 20 años más tarde. Mientras los investigadores persiguen rastros e intentan dar con alguno de los responsables, el público aguarda conocer más sobre la historia que tal vez, como sucedió años atrás, también sea digna de un guion de cine.

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