Hoy se presenta la tercera entrega del segmento #VivaLaFamilia, el espacio que reúne a diferentes familias de figuras públicas para explorar los momentos clave que compartieron, repasar sus trayectorias desde la perspectiva de cada integrante y mostrar sus diferencias. A través de diversas preguntas, los participantes también tienen la oportunidad de jugar y divertirse.
#VivaLaFamilia aborda las vivencias importantes de las relaciones familiares, al mostrar cómo cada miembro las percibe, enriqueciendo así la narrativa con distintos puntos de vista. El objetivo no solo busca subrayar las diferencias, sino también potenciar momentos de conexión.
En esta oportunidad, Stéfano Yeyo De Gregorio y su papá, Javier, dieron a conocer los detalles más íntimos de su vínculo ante la cámara.“¿En qué cosas nos parecemos?”, fue la primera consigna que se le presentó a la dupla y quien arrancó contestando fue Javier. “Vos tenés la suerte, la principal, y es que sacaste la pinta mía”, señaló, con un tono pícaro, el papá de Yeyo. Pero su hijo no coincidió y mencionó que era más parecido a su mamá “de cara”, aunque físicamente tenía cosas de su papá.
“Yo creo que nos parecemos en varias cosas; y en otras no. Me parece que vos sos mucho más responsable que yo. Yo intento serlo en todo lo que me enseñaste. A mí me cuesta mucho”, dijo el actor. Esto sacó una sonrisa en su papá, quien indicó: “A mí me gusta trabajar, es lo que no entienden ustedes”. Yeyo retrucó: “Vos no podés estar ni dos días sin disfrutar de hacer nada”. “Disfruto trabajando”, cerró su padre.
“¿Qué te da orgullo de mí?”, le consultó Javier a Yeyo, quien no pudo evitar la emoción. “Muchas cosas, estoy muy orgulloso de vos. Sos un gran padre, siempre estuviste presente, siempre me pusiste los pies en la tierra, que eso es lo que más te destaco”, comenzó diciendo el actor. También recalcó: “Un poco te puteab@ de chico porque nunca me felicitabas por nada, nunca me decías ‘Te quiero’, nunca sentía, a priori, que estabas orgulloso de lo que hacía, después a la larga sí, pero al principio me la hacías difícil para que yo me exija más. Pero algo que me pone muy orgulloso y destaco es que siempre diste la vida. Te dejó de importar la tuya para siempre ser prioridad la vida de tus hijos. Me da orgullo porque yo no sé si estoy preparado para ser así, para dejar mi vida de lado y estar al 100% en la vida de otra persona, que sería mi hijo o hija. Por lo menos para hacerlo tan bien como lo que hiciste vos”.
Ante ese último comentario, Javier comparó la reflexión de su hijo con su propia experiencia en la paternidad: “Viene solo. Viene con el amor. Cuando tengas un hijo, te vas a dar cuenta de que vas a hacer muchas cosas que pensabas que eran imposibles de hacer. A mí me salía natural”. Ante esto, Stéfano contestó: “Nunca en la vida faltaste, siempre que necesité algo vos estabas”.
El padre del actor también destacó que él siempre se mostró como una persona “fría”, por lo que le costaba exteriorizar su cariño, incluso a su propia esposa. “No soy de abrazar ni besar, lo demuestro de otra manera. Si me llamás a las tres de la mañana y me pedís que te vaya a buscar en bicicleta a Mar del Plata , voy”, dijo Javier. Yeyo asintió: “A la hora de abrazarlo, o besarlo, lo noto medio reacio. ‘Salí, salí', te dice”, contó el actor, quien se describió a sí mismo como “mamero” y “familiero”. “Estoy contento porque vos te adaptás a la condición que venga, estés mal o bien te adaptás y eso es parte de la crianza”, cerró el padre.
Con su característico humor, el exintegrante de Rincón de Luz preguntó: “¿Qué es lo que más te molesta de mí?”. Sin ocultar nada, el padre de Yeyo le señaló que su “desidia”. “Te dejás estar y te dicen: ‘¿Hiciste tal cosa?’. El famoso token (método de seguridad del banco), ¿cómo puede ser que desde hace un mes que querés hacer la transferencia y te pide el token? ¿Cómo puede ser…? Hace un año que no hacés el token, no me entra en la cabeza. Ni bien tengo un problema voy al toque… y con el auto, ni hablar”, se explayó Javier ante la consigna plateada.
Por su parte, el artista también recordó que entrar a su auto es un gran problema para su papá. Acto seguido Javier explicó: “Entrás al auto de él y encontrás quince botellas de agua, cinco pares de medias, cinco remeras... Podés poner un bolishopping con las cosas que tenés ahí… remeras, shorcitos”. Entre risas, el joven lanzó: ”Bueno, siempre tenés que tener en el baúl una paleta de paddel, un shortcito…”. Esto no le gustó para nada a Javier, qien se gana la vida como chofer de taxi. “No puedo creerlo, me vuelve loco, siempre que le agarro el auto digo: ‘¿Cómo puede un ser que un ser humano tenga todo así?’”.
Luego llegó la pregunta: “¿En qué cosa no coincidimos para nada?”, a lo cual Yeyo señaló que en el cuidado de la imagen y dijo que desde temprana edad lo señalaran como metrosexual. “Me ocupaba mucho del pelito… Me ocupo de la imagen, yo también trabajo de esto. Si estuviera arriba del taxi yo no me ocuparía de cortarme el pelo cada dos semanas, me ocupo del dentista, no sé, boludeces que para mí son renormales y que hoy en día, en 2024, se ve renormal que los hombres se depilen, estén atentos al pelo, a la piel…”, dijo.
Pero eso no fue todo, ya que el actor reconoció que “otra cosa en la que no coincidimos es en las mañanas… A él le gusta mucho la mañana, tiene un reloj adentro de su cabeza, que a las 7 u 8.30 va a estar arriba y con energía. Yo tengo que tener un contrato firmado para trabajar a la mañana. Si me contratan para hacer una serie o un programa a las 10 de la mañana, estoy….”. Pero antes de que pudiera terminar la frase, su padre señaló: “No hay forma en la que madrugues”.
“¿Pensaste que alguna vez tu hijo iba a ser famoso? O por lo menos conocido porque ‘famoso’ es una palabra...”, fue otra de las consultas que recibió Javier, a lo cual aprovechó a contar una anécdota que le ocurrió con una pasajera.
“Yo en el taxi, antes, hace 25 años, llevaba la foto de él y mi hija. Un día subió una señora y dijo: ‘¿Quién ese chico? Y yo le dije que era mi hijo y ella me respondió: ‘Ese chico va a ser famoso’. Era la época de los castings, cuando bajó le dije: ‘Cuando mi hijo sea Presidente la voy a ir a buscar’”, recordó el hombre, quien luego reconoció que cuando veía la gran cantidad de personas que hacían fila para conseguir algún papel en estas convocatorias, pensaba: “Conmigo no cuenten. La verdad que es muy meritorio”.
También reconoció que la pasajera “tenía razón”. “Yeyo arrancó sin ser ‘hijo de’, sin ser ‘sobrino de’. Arrancó siendo un atrevido como era, empezó a los siete años y hoy tiene 29. Hace 22 años que está en el medio y por suerte siempre tuvo trabajo, no tuvo representante sino que se manejó solo. A él lo llaman, y es un hijo de un tachero hablando mal y pronto. O sea, ¿cómo no voy a estar orgulloso de él? Todo mérito de él, lo hizo solito”.
Completamente anonadado al escuchar esas palabras, Yeyo comentó: “Esto es tremendo... Esta nota grábenmela porque en mi vida me habló así, vamos a ponerle cámara más seguido…”. Lejos de avergonzarse, su papá le explicó: “Pero es verdad: ‘El César para el César...’. Todo lo que lograste lo hiciste solo, nadie levantó el teléfono y dijo: ‘Hay un pibe que es medio simpático y dormilón, ¿te lo mando y me lo mirás? Lo poco y mucho que lograste lo hiciste solo”. Además, rememoró los “rally” que realizaba para acompañar al joven a lo largo de sus jornadas de trabajo: “Me llamaban cuando él entraba a hacer la última escena porque como sabían que estaba en la calle, él grababa en Martínez… Entonces, yo por ahí dejaba a pasajeros en Constitución y les decía: ‘Bajate que me tengo que ir’ e iba a Martínez, de ahí me iba a Pompeya porque jugaba al fútbol en Franja de Oro. De Constitución a Martínez y de ahí a Pompeya”. Impresionado, el streamer señaló: ”Yo no sé cómo te levantabas al otro día a trabajar”.
“Cuando él empezó a manejar por su cuenta, tenía que ir de acá a Vicente López y me decía: ‘No doy más, no doy más’ y yo le constestaba: ‘Amigo, yo hacía 300 kilómetros por día’”, continuó Javier. Emocionado, Yeyo después recordó el esfuerzo que hizo su padre cuando él se quedó sin trabajo “Me llevaba por todo el país a laburar y la levantamos, la levantamos”, expresó Stéfano al hablar sobre el momento en que rescindió su contrato con Cris Morena, tras la muerte de su hija Romina Yan, y se quedó sin varios de sus proyectos.
Otra de las consultas por las que pasó el papá de Yeyo fue: “¿Hay algo que quisieras decir y nunca pudiste?”. “Que te quedes tranquilo que el examen de hijo lo aprobaste con un 100. No, no puedo…” expresó el padre del actor y se le quebró la voz. “No lo quiero decir porque me cuesta decirlo y no me gustaría encima quebrarme acá en este momento. No es que soy un robot. Cuando me siento mal, ni tu mamá me vio a llorar, yo me voy a llorar a la cama. Viste que dicen: ‘Los homenajes se hacen en vida’. Bueno, vos te podés quedar tranquilo… A parte al lugar que voy, sea el medio o no, todo el mundo me dice: ‘Loco, tu hijo es un fenómeno’. Y yo les digo: ‘Sí, es mi hijo’. Eso me da orgullo”, completó, en un intento de no emocionarse. “Siempre les digo a mis amigos y conocidos: ‘Ojalá les toque un hijo como el mío’”, agregó.
Por su parte, el actor recordó cuando en la pandemia le regaló una moto, la cual en un principio le hizo creer que era suya. “No me voy a olvidar más de la carita cuando la destapé y la vio y dijo: ‘Esta no es tu moto’. Y yo le dije: ‘No, es tuya, pá. La moto, el casco…'. Ese video me lo guardo para la tumba. Hoy y ese día fueron los dos días que lo ví vulnerable, después es muy frío”, reconoció el muchacho al ver a su papá sin palabras.
Yeyo también respondió la consigna: “¿Qué me deseás a mí?” y reconoció que le gustaría verlo a Javier “afrontar algo nuevo”, luego de varios años mostrándose “muy cómodo en el taxi”. “Me gustaría que se pongan algo con mamá, lo laburen juntos y que el trabajo no sea una desesperación, sino que lo disfruten juntos. Te acordás que una vez dijimos de poner unas canchas de paddel, una hamburguesería, bueno habría que buscar bien qué, pero me gustaría poner un negocio familiar y que se diviertan, que lo atienda uno o el otro, que si no quieren no lo abran…”, reconoció.
Por su parte, el taxista indicó que le gustaba su trabajo pese a la mirada de su hijo. “Yo estoy cómodo. Me río con la gente, es un trabajo que se renueva cada día porque tenés 30 o 40 personas diferentes todos los días. Entonces te sube el que está colifa... Tengo miles de historias, yo le hablo a todos…”, explicó Javier. En esa misma línea, recordó las repercusiones que tuvo luego de su paso por el ciclo de Marcelo Tinelli: “Un día se me subió un tipo y me dijo: ‘¿Qué haces, pollera?’. Mucha gente venía y me decía: ‘¿Puede ser que a vos te vi en la tele?’. Me conocían, era más famoso que vos. Tuve mi etapa de ser conocido”.
“Y vos, ¿qué me deseás a mí?”, le consultó Yeyo a su padre, luego de escuchar la devolución. “Lo mejor. Te vuelvo a repetir, yo puedo irme de esta vida sabiendo el tipo persona que sos, muy inteligente, muy bicho, la tenés clara a pesar de que en las redes sociales te mostrás como ‘un tiro al aire’”, indicó muy emocionado.
Como broche de oro de la entrevista, Yeyo le consultó: “¿Tenés ganas que te haga abuelo?”. Divertido por la pregunta, Javier le contestó afirmativamente y agregó: “Bueno, esta nota sirve para que el día de mañana, si yo no llegara a estar, vos lo sientes y le digas: ‘Mirá, te voy a mostrar al que era tu abuelo, un personaje’”, cerró el papá de Yeyo.
Fotos/Candela Teicheira.