Valeria Bertuccelli vuelve al cine con “Culpa cero”, una comedia dramática que explora los mandatos del poder y la cancelación

La película, que también protagoniza junto a Cecilia Roth, Justina Bustos y la participación especial de Fabiana Cantilo y Martín Garabal, llegará a la pantalla grande el próximo jueves 8 de agosto. A días del estreno, la actriz repasó el origen del film, su evolución a la hora de dirigir y su relación con la culpa

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Culpa Cero | Tráiler Oficial

La maravillosa vida de Berta Muller, una escritora conocida y respetada por su trabajo en el ámbito de la “autoayuda”, se desmorona de un día para el otro frente a una escandalosa acusación de plagio. La noticia le llega mientras descansa en una playa de Uruguay, después de comprarse un surtidor de nafta vintage por 5 mil dólares. “Amo”, dice cuando la vendedora le cuenta que no sirve más que como un objeto de decoración. Así, con Culpa Cero, Valeria Bertuccelli regresa a la dirección tras el éxito de su ópera prima, La reina del miedo, allá por 2018. La película, que también protagoniza junto a Cecilia Roth, Justina Bustos y la participación especial de Fabiana Cantilo y Martín Garabal, llegará a la pantalla grande el próximo 8 de agosto.

“¿Berta plagió o Berta deglutió información de dificilísima comprensión?”, se defiende el personaje de Bertuccelli, con humor, en un ácido guion que coescribió con Malena Pichot y Mora Elizalde. Incapaz de hacer una autocrítica, Berta se convierte en un espejo de algunas figuras públicas que, embriagadas de fama y poder, se creen impunes. La culpa es un cero para ella y para los personajes que la rodean, como su mejor amiga y abogada Carola, interpretada por Cecilia Roth.

“Creo que el humor funciona muy bien a la hora de reflexionar ‘suavecito’. Me permite hablar de algo que me interesa, pero sin bajar ninguna línea”, dice Valeria a Teleshow, a días del estreno del film y se presta a un mano a mano en el que repasa el germen de la película, su evolución a la hora de dirigir y su relación con la culpa.

Carola (Cecilia Roth) y Marta
Carola (Cecilia Roth) y Marta (Justina Bustos), las mujeres de confianza de Berta Muller (Foto/Gentileza de prensa)

—¿Cómo surgió la idea de esta película?

—Después de La reina del miedo (2018) siempre estuvo la idea de una próxima película. Surgió hablando con Malena Pichot. En un momento iba a ser una serie, pero no llegó a desarrollarse demasiado y la retomamos porque los chicos de Pampa Films me dijeron de hacer una peli. Y entonces entramos en una segunda etapa donde se sumó Mora Elizalde y se transformó en una película. Así que es una creación de las tres y surgió de las ganas de encontrarnos. Y lamento que esto suene antiguo, pero somos mujeres con ganas de contar cosas y de divertirnos del talento de cada una y, por supuesto, del talento de actrices como Cecilia (Roth) y Justina (Bustos).

—En comparación con La reina del miedo, ¿hubo cambios en tu doble rol de directora y actriz?

La reina del miedo fue mi primera película y no tenía... O sea, filmé todo el tiempo. Era como la rana René entrando y saliendo de cuadro (Risas). Hubo muchas cosas que no pensé y que, en esta, sí pude pensarlas, justamente por esa experiencia previa, y ponerlas en práctica. Así que diría que hubo como una evolución.

—¿Cómo fue trabajar con Cecilia y Justina? ¿Tenés alguna escena favorita?

—Fue espectacular. La escena en la que estamos las tres en el restaurante fue muy divertida. Otra que me gustó mucho, fue la hicimos cuando mi personaje (Berta) va a visitar al de Justi (Marta) a la casa, en una especie de cúpula. Sentí que fue la primera vez que las dos nos encontramos a actuar un rato largo. Cuando terminamos, Justina me dijo: “Te cambió la voz. Apareció la voz de Berta”. Como que hasta ahí venía siendo lo que era Berta, pero en esa escena cambió. Aparecieron los personajes muy claramente.

La protagonista del film es
La protagonista del film es Berta Muller, una escritora conocida y respetada por su trabajo en el ámbito de la “autoayuda" (Foto/Gentileza de prensa)

—La película aborda un tema serio, como la cancelación, a partir de la comedia. En ese sentido, ¿fue un desafío?

—A mí me pasa que siento que drama y comedia son lo mismo, o sea, yo casi que no los diferencio. De hecho, me parece que la vida funciona un poco así: te pasó algo tremendo y se lo contás a un amigo llorando, pero terminás riéndote. O te estás riendo de algo y te sale la angustia. Es como que una cosa y otra van muy pegadas. Creo que el humor funciona muy bien a la hora de reflexionar “suavecito”. En mi caso, me permite hablar de algo que me interesa, pero sin bajar ninguna línea. Con Culpa Cero sabíamos de lo que estábamos hablando, pero fuimos muy libres para hacerlo. Quisimos contar un montón de cosas. Ya veremos qué piensa la gente.

—El personaje de Berta es una mujer poderosa y, a diferencia de lo que implican los mandatos del poder, ella se maneja con mucha impunidad.

—Sí, es un personaje súper impune. Además, maneja un poder de fantasía total. Y acá entra en juego esto de la libertad para escribir sobre lo que te comentaba antes. Con Malena queríamos hacer a alguien poderoso. El hecho de dejar eso “a la deriva” dio como resultado esto de la impunidad. No fue buscado. Fue más bien un: “A ver cómo es hacer un personaje así y hacerlo transitar”.

Culpa Cero llega a la
Culpa Cero llega a la pantalla grande el jueves 8 de agosto (Foto/Gentileza de prensa)

—¿Sos culposa?

—Sí, soy culposa. Culpas tenemos todos, todo el tiempo con miles de cosas. Y, como todos, también vamos aprendiendo, intentando tramitarlas. Decir: “Bueno, me da culpa, pero está bien”.

—¿Te gustó trabajar con tu marido, Vicentico, que hizo la música de la película?

—No muy mal: quería aprovechar a decirlo (Risas). Fuera de broma, no se me ocurre hacer la música con otra persona que no sea Gaby. Él es el primero que lee las escenas, cuando todavía no hay un guion, y ahí me va mostrando cosas, porque tiene como colchones de cosas de música. Siempre es una diversión laburar juntos, ya sea cantando o saliendo de gira o haciendo la música de una peli. La pasamos muy bien trabajando entre los dos: creo que eso nos mantiene muy unidos.

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