Esta semana fueron días de definiciones en la isla de Survivor Expedición Robinson. “El campamento Sur quiere incorporar el pescado a la dieta pero todo es improvisado”, comentó Marley apenas comenzó el programa de este miércoles por Telefe. Janet se tenía fe de poder conseguirlo, y sus compañeros intentaron pescar con un pareo de Samanta a modo de red. Goldi explicó la técnica que usaron pero no tuvieron suerte, salvo por un solo pescado chiquito, del tamaño de un dedo que lograron sacar del agua.
El momento más emotivo del programa fue cuando Francisco reveló cómo era su vida en la ciudad, repleta de privilegios. “En mi vida diaria soy muy fuerte, tengo todos los recursos a mi disposición, es fácil hacer todo lo que hay que hacer. Acá me siento destruido, me quiebro mentalmente muchas veces, pero lo importante es volver a levantarse. Creo que hay personas que están peor que yo y otras, más fuertes. Sueño con comida, para mí es una lucha intensa”, reflexionó el joven a la cámara. Casi al final de su relato se emocionó al recordar a su papá, quien sí padeció muchas faltas. “Mi viejo... él tuvo muchas necesidades. Yo nunca había dormido con hambre, y no comer durante tantos días es duro”, dijo visiblemente afectado y con lágrimas en los ojos. Luego, con la voz quebrada habló de su vida. “Siempre me pareció injusto el haber tenido todo, y siento que tengo que hacer algo para ayudar a otras personas, si no la vida no tiene sentido”.
Inés, por su parte, encontró el ídolo de inmunidad y la única que lo supo fue Julieta. En tanto, Tomás reunió a sus compañeros para organizar cómo proceder en el juego. Malena también sospechó que Inés tenía el objeto de inmunidad. “Si ella lo tiene es un peligro”, sostuvo tajante. “Si se tuviera que ir alguno de los chicos, no me gustaría nada”, agregó.
Cuando Malena se acercó a la orilla encontró un mensaje. “Vengan todos”, convocó a sus compañeros y leyó desde un papel a modo de pergamino: “El juego consiste en lanzar dardos hacia un banco lleno de colores. Cada uno de esos colores está asignado a un participante. El último jugador en quedar con vida es el ganador”.
Acto seguido, el grupo Norte se dirigió al sector del juego. Tomás explicó cómo comenzar a jugar. “Voy a empezar yo”, dijo, y le quitó una vida a Inés. Malena no tuvo suerte, y dio un tiro errado. Inés quedó fuera de juego cuando eliminaron sus tres vidas.
Al anochecer, el equipo Norte se acercó al concejo tribal y encendió sus antorchas de fuego. “Primero, tengo que entregarle el collar de inmunidad a Martín”, anunció el conductor al mismo tiempo en que lo felicitaba. Luego, Marley entabló un diálogo con cada participante. A Inés, por ejemplo, le consultó acerca del momento en el que le contó a sus compañeros que es una chica trans. “Fue tranquilo, les fui contando a cada uno mientras los iba conociendo”, contó la joven.
“Bueno, todos sonríen pero ahora hay que tomar una dura decisión”, comentó el líder del programa. El primero en votar fue Tomás, quien escribió a solas el nombre de su candidato. Y así fueron pasando todos de manera sucesiva hasta que Marley leyó los votos. “El primer voto: Inés. El segundo voto: Inés. Tercer voto: Inés. Cuarto Voto: Inés”, dijo mientras la joven sonreía. “Siguiente voto: Juanchi. Otro voto: Tomás. Siguiente voto: Juan Pablo. Puede ser el voto definitorio, el noveno es para: Tomás. Cuatro votos Tomás, cuatro votos Inés, un voto Juan Pablo. La regla de Survivor dice que cuando hay un empate todos vuelven a votar, excepto Inés y Tomás”, sostuvo Marley.
De esa manera, cada participante, volvió a emitir su voto. “Segunda ronda de votación. Solamente se puede votar por Tomás o por Inés”. Una vez finalizado el sufragio, Marley fue a buscar la urna y procedió a leer uno a uno los votos. Después de contar entre Inés y Tomás, el resultado final fue para Tomás, quien tuvo que sostener su antorcha y con la mochila en la espalda se acercó a Marley. “La verdad es que estoy tranquilo porque a algunos se los pedí, ellos son fuertes, cada uno tiene lo suyo y les va a ir muy bien”, dijo con lágrimas en los ojos. “Un poco decidí abandonar. Estaba pasando mucha hambre y se hace muy difícil, comer una fruta en todo el día se hace muy duro. Hasta acá llegué, lo disfruté”.
Quién es Tomás, el joven que se fue de la isla
Oriundo de la ciudad de 9 de julio, Tomás Piñera es un piloto de 28 años que se presentó como una persona de carácter fuerte. “Soy bastante tranquilo hasta que me salta la térmica. A los otros participantes les diría que se van a encontrar con una persona competitiva. Me banco que llueva, dormir en el piso, pasar frío y calor”, dijo en su presentación al entrar al programa de Telefe, y que este miércoles tuvo que abandonar la isla por el voto de sus compañeros.