Una publicación de Netflix en sus redes sociales causó sorpresa y admiración. Allí se podían observar las primeras imágenes de la película El hombre que amaba los platos voladores, en la que se narra la vida del periodista José de Zer. Y más allá de su trama, un hecho en el que se centraron los comentarios es en la caracterización de Leonardo Sbaraglia, que sólo cosechó opiniones favorables.
Es que el filme dirigido por Diego Lerman, próximo a estrenarse, fue seleccionados para competir en la sección oficial del prestigioso Festival de Cine de San Sebastián, que se celebrará del 20 al 28 de septiembre. Así, el director regresa al festival español tras el éxito de su anterior película, El suplente, del año 2022.
Participan, además de Sbaraglia, Sergio Prina, Osmar Núñez, Guillermo Pfening, María Merlino, Mónica Ayos, Norman Briski, Eva Bianco, Daniel Aráoz y Renata Lerman, la hija del director que ganó la Concha de Plata del festival a “mejor actriz de reparto” por El suplente en 2022.
Esta vez, la historia que promete capturar tanto el misterio como la nostalgia, narra la vida de De Zer, un periodista recordado de Nuevediario (Canal 9) durante los años ‘80, conocido por sus informes diarios sobre la posible presencia de ovnis en la Argentina, logrando captar audiencias masivas y obteniendo hasta 50 puntos de rating. “Cuando me enteré no lo podía creer. La verdad me dio un orgullo enorme”, le dice a Teleshow Paula, la hija del recordado periodista, que firmó las autorizaciones correspondientes para la biopic.
El equipo encabezado por Sbaraglia, Lerman y el productor Nicolás Avruj visitó a Paula en su casa para vivir de primera mano el universo mágico de de Zer. “Vimos fotos, videos y ropa de mi padre, para conocer sus gestos y averiguar diferentes aspectos de su vida. Porque el filme trata un poco de la vida laboral de mi padre y otro de la vida personal”, explica la hija, que está ansiosa por ver la película finalizada. “Todavía están en postproducción terminando algunos arreglos y cuando esté lista voy a ser de las primeras en verla”
Lo que sí vio Paula es a Sbaraglia como su padre en las fotos que circularon, y solo tiene palabras elogiosas: “La caracterización de Leo me pareció maravillosa. Él se metió mucho en el personaje, consultó por sus gestos, los movimientos de las manos, cómo agarraba el micrófono, cómo se vestía, mandó copiar los sacones que usaba. Es una gran persona, se involucró muchísimo y eso me dio una enorme satisfacción“.
Una vida de película
La trama de El hombre que amaba los platos voladores, prevista para estrenarse antes de fin de año, remite a un suceso específico en 1986. El periodista, acompañado de su camarógrafo conocido como Chango, viajó a La Candelaria, en Córdoba, para investigar un presunto avistamiento de objetos no identificados. Encontraron únicamente un pastizal quemado en medio de los cerros, pero De Zer convirtió esta mínima pista en un fenómeno mediático.
Uno de los momentos más icónicos de su carrera llegó cuando un vidente de La Plata envió dos fotografías a la redacción de Nuevediario. En una de las imágenes, se veía a un gnomo adentrándose en un pozo, mientras que en la otra, un gnomo asomaba su barba entre unos pastizales. El vidente afirmaba haber capturado las imágenes gracias a su péndulo mientras caminaba por una casa abandonada en el barrio Aeropuerto. Además, aseguró que los gnomos amaban los flashes y que su cámara pocket se había disparado dos veces.
Junto con su inseparable compañero Chango, De Zer decidió investigar el caso trasladándose al lugar mencionado por el vidente. Durante cinco noches, se alojaron en la casa abandonada con la esperanza de obtener imágenes de los supuestos gnomos. En la primera noche, el vidente se cayó en el pozo, alegando que una “fuerza maligna” lo devoraba. Para añadir dramatismo a la situación, el equipo de compaginación del noticiero insertó voces en off que simulaban a los gnomos jurando que atraparían a quienes los invadieran.
Este tipo de cobertura provocó una creciente afluencia de vecinos curiosos que se acercaban para presenciar las filmaciones. Sin embargo, al final de las cinco noches no obtuvieron ninguna evidencia de la existencia de los gnomos.
Estos reportajes no sólo ayudaron a consolidar la audiencia de Nuevediario, sino que también transformaron al Cerro Uritorco y Capilla del Monte en verdaderos centros de turismo paranormal. La región comenzó a ser conocida como un lugar de avistamientos de ovnis y fenómenos inexplicables, atrayendo a miles de turistas interesados en lo desconocido y lo sobrenatural.
Otro momento increíble de su carrera fue cuando en la Semana Santa de 1987 sucedió el levantamiento militar conocido como la rebelión carapintada. El general Ernesto Alais tenía la misión de poner fin al acuartelamiento de los sublevados bajo las órdenes de Aldo Rico y según diversos reportes de la época, mientras el resto de los colegas periodistas observaban con inquietud, De Zer mantuvo una prolongada charla con el general. La entrevista se realizó a puertas cerradas y el periodista, al salir, comunicó a sus compañeros que Alais no había proporcionado ningún detalle concreto acerca del desenlace del levantamiento militar. Lo curioso, relató, es que el tema que inquietaba al brigadier general era la veracidad del tema del pozo y los gnomos.